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lunes, 15 de noviembre de 2010

Vides y lagares de Los Zapateros en 1904

Curioso artículo sobre los viñedos y lagares de Zapateros, recien recuperados de los desastrosos efectos de la filoxera que asoló los cultivos de la vid hacia 1885. Diario de Córdoba, 18 de marzo de 1904.La presente página es una fotocomposición a partir de las páginas una y dos del Diario.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cuando en "LOS BAÑOS" existía un balneario medicinal...


Anuncio insertado en "Diario de Córdoba" en el año de 1895


Anuncio en el mismo periódico, en el año 1903


miércoles, 10 de noviembre de 2010

“A LOS MARTIRES DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA EN MORILES 1936-1937” (Fin)

El testimonio de Francisco Montemayor
Tan sólo los tres primeros nombres y el último, aparecen nominativamente en el estudio de Francisco Moreno. Como bien dice éste, en los registros civiles de los juzgados y de los cementerios tan sólo viene reflejándose aproximadamente un tercio de los desaparecidos y en Moriles tenemos la prueba, con creces, de esta estimación. Los verdugos nunca quieren dejar pistas por lo que pudiera pasar y, de hecho, se dictaron instrucciones precisas para que no inscribieran a los asesinados en los R.C. con la intención de dejar el menor rastro posible. Tanto es así, que los que aparecen registrados lo hacen a partir de los años cuarenta cuando sus descendientes varones tienen que incorporarse al servicio militar y sus padres andaban desaparecidos, constando esta circunstancia como “delito común” o “fulano”.
En consecuencia, para complementar la relación, que sigue siendo incompleta, ha sido fundamental el testimonio vivo de un ser entrañable de nuestro pueblo. Su nombre es Francisco Montemayor Alcalá, más conocido como “el Sastre”, vive en la calle Canalejas, en “las escalerillas”. Es el anciano morilense con más años a sus espaldas, 93 años, ni más ni menos, y conserva toda la lucidez mental que una persona, a su edad, quisiera desear. Tan sólo una ligera sordera y algo de parkinson. En los años de la II República estuvo afiliado a las Juventudes Socialistas, junto a su amigo Manuel y un hermano suyo. El primer encuentro fue paseando por su calle, gancha en mano. Al principio no me conocía pero en el momento que le dije “del Marqués” quedo claro mi reconocimiento. Tuvo la generosidad de narrarme, con un lenguaje claro y locuaz, sus vivencias en la España del 36-37. Recuerda, al dedillo, como su amigo del alma Manuel Carmona Llamas, de 18 años, “hijo del Pavito”, junto a su padre Francisco Carmona, de 50, “el Pavito”, fueron fusilados en el camino del cementerio. Cuenta que a él también lo podían haber eliminado, pues, como él dice, no le pedían el carné de identidad a nadie. En este clima de terror, pasó muchísimo miedo y su mayor deseo era irse a la guerra para no morir como su amigo: “Cuando me llamaron para la guerra, con 19 años, parecía que había vuelto a nacer. Me mataran pero no moriré con las manos amarradas con alambre”, exclama. Se tuvo que incorporar a las filas de los verdugos de sus propios amigos y vecinos. ¡Qué guerra esta! Cuando regresó de la guerra, tuvo que jurarle a su madre que jamás aparecía en las listas electorales, promesa que ha sabido cumplir.
Continuando con la narración, ese trágico día, como tantos otros, acompañaba a Manuel a un melonar que éste tenía en “ la asa del Hornillo” pero al llegar a la Fuente Vieja se bajó de la burra y quedó que lo esperaría allí, de tal manera que Manuel continuó sólo en su ruta, sólo con la compañía del animal y del código militar de la Benemérita, para opositar a la Guardia Civil, pues ese era su mayor deseo al tener un familiar del cuerpo en Almodóvar del Río. Su aspiración quedó sesgada por la muerte de ambos a manos de los insurrectos. Seguimos. Cansado de esperar, Francisco, se retiró a su casa, donde, a la 1h p.m., acudió la tía de Manuel, Carmen Llamas, y le comunicó que habían detenido a su sobrino y venía carretera arriba. ¡Miles de veces, se ha preguntado que hubiese sido de él si le hubiese acompañado ese día! Posteriormente, dos falangistas o Guardias Civiles, tanto monta monta tanto, arrestaron a su padre que estaba injertando a la yema en Pollero. Trató de esconderse pero fue descubierto. Esa misma madrugada fue fusilado junto a su hijo, los dos con las manos amarradas con alambre. Al parecer, Manuel planteó a los verdugos que si mataban a su padre tendrían que matarlo a él también pero no sabemos si fue un acto de amor a su padre, que sin duda lo tendría, o un pretexto para justificar su crimen. Al día siguiente, junto a Manuel Llamas, tío de su amigo, llegaron al lugar del crimen y no estaban los cadáveres, ni de ellos ni de dos víctimas más procedentes de las Navas del Selpillar, Romerillo y Juan Cabezas, sólo quedaba la gorra de Manuel con un orificio de bala en la visera. Se acercaron al cementerio y observaron algo parecido a un enterramiento provisional donde asomaba una rodilla de alguno de los cuatro. Posteriormente, el enterramiento desapareció, para no dejar testimonio. “Manuel, como su padre, era socialista, muy listo, charlaba mucho y por eso lo mataron, aunque también pienso que su trágico final pudo ser motivado por rechazar la petición de afiliarse a Falange, pues él no le hizo daño a nadie”. Tiene que ser horrible el anuncio de tu muerte y la de tu padre siendo inocentes. “Antes de la revuelta, estábamos un día en la Casilla Porras, juntos los dos, y se acercaron varios falangistas. Uno de ellos le llamó y bajo una acacia hablaron. Cuando volvió le pregunté qué querían y me dijo que le habían planteado apuntarse a la Falange, y ¿eso que es?, contestándome que era un grupo paramilitar que estaban formando para actuar en contra del gobierno y, por tanto, no se afiliaría”. También en ese mismo lugar, al existir una taberna regentada por Antonio “El Tosano”, nos reuníamos para escuchar flamenco y tomarnos unas copas. En una ocasión, la Guardia Civil vigiló el entorno para ver si sonaba una canción cuya letra decía: “El que viva en el año 2.000 verá con frecuencia los tiempos cambiar pues cualquiera que una cosa pida en aquel momento te la aprobarán”. Pero él no la ponía. Era listo pero no comunista, ni revolucionario”. Preguntado por el clima de violencia que existía en el pueblo, tras las elecciones del 16 de febrero, responde que normalidad absoluta y tranquilidad, nada de violencia por parte alguna. En el resto de la provincia, Francisco Moreno recapitula 5 actos violentos de las izquierdas frente a 13 de la derecha.
Una práctica habitual y extendida por los sublevados era rapar el pelo a algunas mujeres para tratar de estigmatizarlas y agraviarlas, dando igual que a sus maridos lo hubiesen matado o estuvieran desaparecidos, solteras o casadas. Aunque no sean el caso, la madre e hijas de Cachas, la Manillona, mujer del Manillón, son algunas de las que visualiza, Francisco, en el callejón. También el aceite de ricino era dado a beber con bastante ligereza. Sigue hablando Francisco: “el Mariquilla” estuvo escondido largo tiempo, de 2 a 3 meses, en un corralón-ramonera de la Matallana. Tan sólo su madre y hermana lo visitaban a hurtadillas para llevarle algo de comida. Un determinado día fue descubierto por unos críos que ante el aspecto de dejadez que presentaba, con larga y mugrienta barba, lo imaginaron como un destripador dando la voz de alarma a la que acudieron miembros de falange dispuestos a darle un trago de ricino. Al día siguiente, toda su familia se autoexilió del pueblo y no volvieron nunca jamás. Pero cosas de la vida, estando un día de cacería por los Dávalos, junto a Vicente Lojanco, cruzaron mirada con una persona al que creyó reconocer. Lo siguieron y, efectivamente, tras abrazarse, les dijo que era el Mariquilla pero ante la pregunta donde vivía quedó mudo.
En otra ocasión, poco después de asesinado su amigo Manuel, se encontraba en la Huerta con 4 ó 5 críos y con Cristóbal “el Macaco” que estaba construyendo un horno de carbón. Al parecer, cuando Francisco señalaba con el dedo hacía el pueblo apareció un coche cuyos ocupantes, dos “señoritos” de Lucena, ”borrachos perdios”, salieron rápidamente del vehículo, con fusiles amenazantes, preguntando quien les había señalado y donde estaba. Segundos antes, Manuel ya había huido presa del pánico, y Cristóbal les respondió a estos que eran unos niños, a los que ellos contestaron que figuraba uno más grande (18 años tenía). En esos momentos, pasó una pareja de falangistas que iban de guardia a la Estación de Moriles, en la Navas, y les comunicaron que ellos se encargarían de buscarlo. Piensa Francisco, que si no sale huyendo, lo montan en el coche y en cualquier sitio le hubiesen pegado un tiro. De ahí su ansiedad de incorporarse a la guerra para no morir “con las manos amarradas con alambre”, frase que repite con insistencia y coraje.
Otro hecho que nos sigue narrando, sin cansancio, sin torpeza alguna y con una memoria de elefante, es el motivo por lo que piensa que a su padre nunca lo detuvieron y, por ende, a él mismo. Este formaba parte de la mesa electoral como presidente y en las últimas elecciones de Acción Popular su abuela se dirigió a emitir su voto de la mano de la presidenta del partido conservador en Moriles. La sorpresa fue de ambos al ver, por un lado, la presidenta al hijo de la anciana de presidente de mesa y, de éste, al ver a su madre con la presidenta. No obstante, bajó la cabeza y se emitió el voto que a todas luces sería inducido. Este gesto fue lo que, muy probablemente, pudo salvarles la vida en el futuro.
Una anécdota, que relata Francisco, de aquellos años, le ocurrió en los Toleanos, lagar donde él se crío. Su propietario era Miguel Víbora y su ideología masónica. Nombrado gobernador de Badajoz en la II República, fue detenido y salvado de la muerte por su hermano Antonio Víbora. Le impusieron la condena de 2 años de cárcel domiciliaria, la cual cumplió en los Toleanos. Un buen día, antes de la revuelta militar, Víbora le dijo: Francisco hoy no bebas vino del cono, vas a probar un vino que sólo mi gran amigo, Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la II República, y yo, degustamos, nadie más. Y así fue como cató el vino que estaba reservado y destinado, exclusivamente, a ese gran político priegense, exiliado durante el alzamiento y la guerra.
(Foto tomada, entrepáginas, del libro Memorias del General Yagüe, otro carnicero y resabiado africanista que, al igual que, el resto del generalato sublevado, no ganó una guerra, y quiso ganársela a los suyos propios. En su avance por Extremadura asesinó a 4.000 presos “para tener bien cubiertas las espaldas”. No bastaba conquistar el territorio, había que exterminar a la generación política demócrata. En el 36 Europa no estaba divida entre comunistas y anticomunistas, sino, entre fascistas y antifascistas, fundamentalmente. En España también, aunque aquí, por desgracia y al contrario que en Europa, el fascio venció.)

Por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la guerra civil y el golpe militar que la provocó, me adhiero a la propuesta de la Asamblea Parlamentaria del Concejo de Europa que ha solicitado al Gobierno español que “el 18 de julio se declare día oficial de condena del régimen de Franco”.
Acabando, a modo de reflexión, enlazo con las certeras palabras pronunciadas por el último presidente de la II República, Manuel Azaña Díaz, el 18 de julio de 1.937, transcurrido un año justo desde la sublevación militar y dirigidas a los dos bandos:
“ Y cuando el poder pase a otras manos, y las generaciones futuras sientan que otra vez les hierve la sangre, y el espíritu de odio y de rencor vuelva a enfurecerse, que piensen en los muertos y escuchen su lección: La de esos hombres que han caído embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados por la tierra materna ya no tienen odio, ya no tienen rencor y nos envían, con los destellos de su luz clara y remota como la de una estrella, el mensaje de la Patria eterna que dice a todos sus hijos: “Paz, Piedad, Perdón”.
Finalmente, quiero agradecer a Francisco Montemayor su testimonio excepcional, manifestarle que no se preocupe, pues si hay alguien que valore negativamente lo contado por Ud. debe ser una mala persona y que sepa que su aportación ha sido fundamental para conocer unos hechos de nuestra historia poco estudiados y así dejar huella oral y escrita, tras largos años de sufrimiento, miedo, silencio y luto acumulado. Muchas gracias Francisco. Le pido disculpas si en la redacción de sus vivencias he podido cometer algún lapsus en las mismas.
Autor: Ruiz Viso, Rafael
Moriles, a 74 años de la barbarie fascista
P.D.: En las exhumaciones de fosas comunes, que se están llevando a cabo en Aguilar de la Frontera, son visibles los esqueletos amontonados de fusilados con el tiro en la nuca o pecho y las manos atadas con alambre.

domingo, 7 de noviembre de 2010

“A LOS MARTIRES DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA EN MORILES 1936-1937” (2ª parte)

Por Rafael Ruiz Viso
En Moriles, el cuartel de la Guardia Civil se adhirió al golpe militar en la noche del 18 de julio. En la mañana del 19 se siguió el ritual habitual: incautación del Ayuntamiento, clausura de la casa del pueblo y del sindicato, y detención de las autoridades y los concejales republicanos con su encierro en la cárcel del matadero. Ni se pudo ni se intentó ninguna resistencia al golpe. Las autoridades podían salir a comer de uno en uno. Cuando, el 20 de julio, detectaron la entrada de una patrulla cívico-militar procedente de Lucena, para imponer el asesinato, el secretario del ayuntamiento, alias “El Tragalón”, pudo avisar a los detenidos y estos, a su vez, escapar y refugiarse en el campo. Después, la caza y captura.
La canalla, la chusma atea, los rojos insurrectos, la turba comunista, las hordas marxistas, etc..., de los indisciplinados y sus secuaces, por tan sólo, quizás, leer “el Socialista”, ser votante de izquierdas, tener familiar republicano destacado, discutir de política o mirar mal al cura, se tradujo en Moriles, sin frente de guerra, sin oposición a los sublevados, sin altercados, sin nada de nada, a parte de algún incidente en mitin comunista, en una relación (incompleta) de asesinados vilmente como la que sigue, además de los exiliados y represaliados, como Pedro Calvo García, Maestro Nacional, que estuvo preso en Lucena y Montilla para posteriormente ser depurado e impedirle ejercer su profesión:
*RAFAEL FERNÁNDEZ RUIZ, 43 años. Obrero. Apodado “Matasanos”. Padre de “Baú”. Concejal del PSOE. Fusilado por aplicación de la ley de guerra. 21 de Agosto del 36. Lo detuvieron en Caiseo y se lo llevaron en un coche negro junto a dos hermanos de 18 y 20 años de Puente Genil. Francisco Sardina, “El Primo Sardina”, 1º alcalde socialista, y “Piedralipe” no le acompañaron en el viaje a la muerte pues no cabían en el coche, así que permanecieron detenidos en el Cuartel de la Guardia Civil, situado al lado de la Plaza de Abastos. Al comunicarse éste con la casa de los “Fernandillos”, lanzaron gritos de angustia acudiendo los hermanos, Fernando y Francisco, que a su vez pidieron ayuda a P.S. quien les dijo que él no podía hacer nada por ellos. Ante este panorama, “Piedralipe” recurrió a que avisaran a Antonio Chacón. Se le comunica la situación y éste se dirigió al jefe de falange instándole a que como no los soltaran inmediatamente iba a ser él quien mataría a éste. La amenaza surtió efecto y así salvaron su vida.
La mujer de Rafael Jiménez, Carmencita Micaela, albergaba la esperanza de que su marido siguiese con vida pero “el Primo Sardina” contó como lo sacaban de la cuadra, y el Guardia Civil , alias “el Chato Sinvergüenza” iba dándole golpes “como majando esparto” yendo, prácticamente, muerto desde aquí. Su hijo, “Baú” nos cuenta que fue fusilado, junto con los dos hermanos puenteños, en las proximidades de la Casilla San Cayetano, ctra. vieja de Aguilar y que está enterrado en una fosa común del cementerio de Aguilar de la Frontera. El padre de estos se suicido a los pocos días lanzándose a un pozo sin agua, muriendo a los cuatro días.
*AGUSTÍN JIMÉNEZ JIMÉNEZ, 27 años. Tabernero de la Casa del Pueblo, situada en el 36 frente al actual Ayuntamiento. Fusilado por aplicación de la ley de guerra. 27 de agosto del 36. Su gesta, tras el alzamiento, consistió en incendiar los archivos municipales para no dejar información a los mercenarios, consiguiendo, de esta manera, salvar muchas vidas, aunque ello le costara la suya propia.
* RICARDO JIMÉNEZ JIMÉNEZ hermano del anterior. Era el presidente de los socialistas de Moriles. Como tantos otros tuvo que salir huyendo el mismo día del golpe y refugiarse en el campo. Tuvo una muerte doblemente trágica pues murió a manos de uno “de los suyos”. Tenía novia en Santa Cecilia, María "Labardonera" se llamaba, y un día, cuando caminaba hacía allí para verla, paró en un cortijo de los Arenales para pedir un poco de agua con la mala fortuna que el casero que lo recibió, al verlo también arreglado y tan presentable, lo confundió con “un señorito” y lo mató. Hay que decir, que en esos primeros meses, el terror instaurado fue terrible, si en Moriles fueron asesinados 12 ó 13 personas, en Puente Genil fueron 1.000 las víctimas, en Baena 700 y en Aguilar 150. Francisco Montemayor, nos dice que como era estudiante y muy bien parecido, con pelo rizado y gafas, el aspecto lo confundía con alguno de sus represores. Un hermano suyo, José Jiménez, ya fue despedido de esta vida con bandera republica y música, sin pasar por la iglesia. También la hija del gato negro, de la cochera.
* FRANCISCO CARMONA FERNÁNDEZ, 50 años. Apodado “el Pavito”. Su historia y la del hijo se narrarán más adelante.
* MANUEL CARMONA LLAMAS, 19 años, hijo del anterior. “Pavito hijo”
*JUAN VIDA CARMONA, Juanaco. Sobrino de Francisco Carmona. Era Sereno y padre de “la Serena”. Casi enloquecido con lo ocurrido a sus familiares, un día apareció en la Fuente Vieja siendo detenido por un tal Carrancha, Guardia Civil, al parecer gitano, muy dado a darle al gatillo. Tras darle tabaco a los guardias se lo llevaron a falange donde fue torturado quedando en tal mal estado que lo mandaron desparecer.
*ALEJANDRO GARCÍA RAYA, hijo de García. 25-30 años. Vivía en la calle Monturque. Estando en la casilla Porras, Francisco Montemayor le avisó que le estaban buscando en “la lamea”. Rápido se fue a casa de su tía, Araceli Doblas, quien le recomendó que se escondieran en una ramonera de la calle Monturque. Posteriormente, le propusieron junto a Emilio Bartolo, afiliarse a Falange para evitar posibles represalias. Francisco los vio como lo introducían en un coche negro y desde el Cuartel de la Guardia Civil se lo llevaban a Aguilar de la Frontera. Allí fueron reconocidos por un número de la Guardia Civil, destinado en Moriles, “el Chato Sinvergüenza” le llamaban, acusándoles de comunistas y, a modo de jueces, los sentenciaron a muerte y a ser mandados a desaparecer.
En la segunda guerra mundial, los nazis enviaban a los judíos a las cámaras de gas haciéndoles creer que iban a una desinfección de su cuerpo, aquí varios años antes, a los republicanos se les proponía, para salvar sus vidas, afiliarse a la Falange, para posteriormente secuestrarlos, torturarlos y finalmente fusilarlos. Estos son los casos, que sepamos, de Anafre, Emilio Bartolo, Romerillo y Juan Cabezas, estos últimos de las Navas y recomendados por el alcalde del momento.
*EMILIO BARTOLO CABEZAS. Junto a Anafre, fue fusilado en Aguilar de la Frontera.
*FRANCISCO AGUILAS, 70 años. Se apodaba “el Macho Meón” y según parece buscaban a su hijo de igual nombre. Cuentan que, éste, cuando un camión de la muerte, llegó a su casa preguntado por Francisco Águilas les dijo a estos que se encontraba durmiendo en una era cercana. De esta manera, bien por error, bien por ser delatado por su propio hijo, para salvar su vida, fue detenido y eliminado, con 70 años. En ese clima de pánico colectivo se podía esperar cualquier cosa.
*AGUSTÍN CANTERO LUNA, hijo de Cantero. Su padre era barbero. Tenía novia, la hija de Conejeras, pero la familia de ésta no lo aceptaba por socialista. Alguien cercano lo delató y le costó la vida. Al ser fusilado ella no se casó con nadie y murió soltera
*FERNADO CARMONA CÓRDOBA, hijo de Palomas. Al igual que los demás: secuestrado, torturado, asesinado y desaparecido.
* FRANCISCO RUIZ ARANDA. Campesino. Fusilado el 26 de Agosto de 1.936 a las 6 a.m. en Lucena. Según nos cuenta su nieto Francisco Ruiz, es detenido en la Corneja, cuya finca tenía en arrendamiento, y conducido hasta Lucena, siendo el primero de los vecinos del pueblo en ser asesinado por los sublevados.
*JUAN MANUEL LLANOS PIZARRO, 35 años, albañil. Asesinado en Córdoba capital el 18 de agosto de 1.936

A TODOS ELLOS PÓSTUMO HOMENAJE POR DEFENDER LA LIBERTAD QUE NOS QUITARON.
La vida de los muertos perdurará en la memoria de los vivos”. -Marco Tulio Cicerón- 
Autor: Ruiz Viso, Rafael
                                                                                                                                              

viernes, 5 de noviembre de 2010

“A LOS MARTIRES DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA EN MORILES 1936-1937” (1ª parte)

Portada del libro 1.936: Genocidio Franquista en Córdoba.
Por Rafael Ruiz Viso
A quien esto leyere sepa que durante muchos años, en la fachada de la Iglesia de San Jerónimo, permanecía una placa conmemorativa donde se honraba, reconocía y dignificaba una extensa relación de nombres de hombres de Moriles, víctimas de la guerra, en el frente fascista, durante la Guerra Civil 1936-1939, caídos por Dios y por la Patria, rezaba el rótulo. Pobres inocentes que se vieron involucrados por la vorágine de terror que, desencadenado en África, cruzó el estrecho con resultados devastadores para toda España, y que junto a sus esbirros, son los auténticos culpables de los crímenes perpetrados en la masacre incivil. Se consiguió desbancar a la II República, antecesora de nuestra democracia actual, con un coste en vidas humanas sin precedentes en nuestra historia. Los rebeldes no tenían para España ningún proyecto político, ni económico, ni social, en todo caso, un proyecto represivo para eliminar a la generación republicana demócrata. Se propusieron erradicar por completo todo lo que la sociedad liberal del medio siglo de Restauración y todo lo que la sociedad democrática de cinco años de república había visto surgir.
Sólo en la provincia de Córdoba, según el catedrático de instituto, Francisco Moreno Gómez, en su último libro titulado: 1.936: El Genocidio Franquista en Córdoba, editorial crítica, 1.003 pág., año 2.008, el número de asesinados por los fascistas se saldó con 11.581 (Incompleto), 4.000 en la capital y resto en los pueblos. El 90 % de ellas fueron mandadas a desaparecer, por el nacionalcatolicismo, en los últimos meses del 36, con la estrategia militar básica del puesto de mando de la Guardia Civil al recibir éste el parte de guerra el 18 de julio del 36. Las sacas, paseos, los fanáticos de la falange, requetés y fosas comunes hicieron el resto. En Sevilla, Málaga y Granada los fusilados aumentan en número. Se llegó a eliminar al 10% de la población, en su mayoría cargos políticos y sus afectos, médicos, intelectuales, científicos, maestros, poetas y jornaleros, dejando, además, miles de niños huérfanos de padre y miles de viudas. Por otro lado, la represión republicana, los legales, los constitucionalistas, los demócratas, tras este rápido y atroz exterminio, se cobró, en defensa del poder establecido, 2.112 víctimas de los insurgentes, tan sólo 1 en Córdoba capital y el resto en provincia, incluidos miembros del clero. Tras esta sarracina llegó la mayor tragedia de la historia de España. Hay que decir que el cabecilla de la insurrección e incitador de las matanzas indiscriminadas, el que pronunciase “En España se es católico o no se es nada”, el general Franco, jefe superior de las fuerzas en Marruecos, ya en Agosto del 36, a tan sólo un mes del golpe y miles de republicanos asesinados, responsable del bando de guerra, donde asume todos los poderes la autoridad militar, que apareció en las calles de Melilla, el 17 de julio, donde se decía:“....el restablecimiento de este principio de autoridad, olvidado en estos últimos años, exige inexcusablemente que los castigos sean ejemplares, por la seriedad con que se impondrán y la rapidez con que se lleva acabo, sin titubeos, ni vacilaciones”, era recibido y bendecido, en Sevilla, con toda pompa y boato, bajo palio y saludo fascista, por el Cardenal Induráin. Nunca se entenderá cómo se puede matar tanto en nombre de Dios. A partir de entonces, y no antes, la Iglesia consiguió con estos gestos y discursos de apoyo, su propia mortandad. También la corona de la Virgen Macarena, de Sevilla, sirvió de donativo para sufragar el golpe militar y la toma de Andalucía. Todavía esta virgen es portadora del fajín que en su día le regaló el sanguinario Queipo de Llano para expiar sus pecados. Unamuno ya lo dijo en el último año de su vida: ”No hay nada peor que el maridaje de la mentalidad de cuartel con la Iglesia”. No se olvide que la propaganda fascistaclerical bendijo esta maldita guerra como cruzada o guerra santa ¡la mayor guerra santa de la historia! , con la aquiescencia de la Iglesia. Crasos errores de la jerarquía eclesiástica que como, casi siempre, reaccionará como lo hizo con Galileo Galilei, tarde. Con estos estudios de la ciencia histórica las heridas no se reabren sino, al contrario, cicatrizan y se hace un ejercicio de justicia. Lo peor es el olvido. Se trata de recordar para no olvidar y que nunca jamás vuelva a ocurrir una guerra fratricida. Sin olvido, sin revancha, sin sentimiento de odio, sin perdón. Se requerirá de varias generaciones para olvidar definitivamente el sufrimiento infringido. Conocido por todos es el axioma universal que dice: “Los pueblos que no recuerdan su historia están condenados a repetirla”.
Entre otros, el militar golpista encargado de diseñar esta estrategia de exterminio del que piensa diferente, y ejecutar limpieza política, fue el fasticizado, indisciplinado, inconformista, salvador y fallido caudillo, General Gonzalo Queipo de Llano y Sierra. Fasticizado por tener a Hitler y Mussolini como ejemplos a seguir, y ya sabemos como acabaron. Indisciplinado por no acatar su juramento de lealtad al poder democrático establecido y sublevarse contra él, “con nocturnidad y alevosía”, pues si no es trágicamente asesinado Calvo Sotelo por compañeros del teniente José Castillo, militante de izquierdas, asesinado anteriormente, y ese mismo día, 12 de julio/ Madrid, por varios ultraderechistas, otra hubiese sido la excusa, pues la gestión del alzamiento llevaba largo tiempo larvándose. Inconformista porque no simpatizó con la dictadura de Primo de Rivera, ni con la monarquía de Alfonso XIII, ni con la Falange (acabó a puñetazos con J.A. Primo de Rivera), ni con el gobierno legalmente establecido, ni con la república, ni con Valera ni mucho menos con su anterior subordinado Francisco Franco Bahamonde, al cual le llamaba, despectivamente, “Paca la Culona”, quedando ridiculizado en sus memorias. Fue un auténtico terrorista, llegando a ordenar matar a más españoles-andaluces, en pocos meses, que ETA en 40 años. ¿A cuántos mataría ahora este carnicero? Como no podía ser de otra manera, estuvo expulsado del ejército en dos ocasiones. A quién le llamó “la segunda Giralda” no merece tener una calle en nuestro pueblo. Sólo tuvo la verdad absoluta para eliminar a “la canalla”, como él denominaba a los miembros del Frente Popular. Y salvador por lo que nos dice en sus memorias, editadas en el libro de Jorge Fernández-Coppel: Queipo de Llano, Memorias de la Guerra Civil, editorial La Esfera de los Libros, 457 pág., año 2.008: “Por ella estuve siempre dispuesto a sacrificarlo todo: bienestar, vida, familia...Hasta llegué a sacrificar mi amor propio y mis convicciones. Arriesgué mi tranquilidad por haber puesto la base indispensable para dársela a ella; por haberla puesto en condiciones para que se pudiese salvar. Pero parece que España no puede tener tranquilidad. Su sino parece semejante al mío, que no me deja vivir tranquilo… y la salvación de España no aparece por ninguna parte, aunque ya la creíamos salvada”. Falacia tras falacia empleada para justificar lo injustificable. Con lo último se refería a la ruina en que había quedado España, a la miseria y hambre que se condenó a los españoles y a la dictadura instaurada; “Ya hemos matado el alcalducho de Fernán Núñez” y “el 80% de las familias andaluzas está de luto y no vacilaremos en recurrir a medios más rigurosos”, eran algunas de las soflamas radiofónicas, en Unión Radio Sevilla, del asesino de García Lorca. Para esta salvación preferible cualquier otra cosa, pudiéndose aplicar a este mesías, y sin error a equivocarnos, el castizo refrán español: Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer.
A los golpistas se les suponía un conocimiento profundo de los hombres que formaban la patria, y una vez más, se equivocaron, al pensar que con un golpe sangriento iban a desmoralizar y a rendir rápidamente al resto de los españoles. Inevitablemente estalló la guerra. En palabras del embajador estadounidense: ”la guerra será larga. Se enfrenta un ejército contra un pueblo”.
“….venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho a la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España”, expreso Miguel de Unamuno en su último discurso, el 12 de octubre del 36, día de la Raza, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, tras las palabras del manco y tuerto, general Millán Astray ¡Viva la muerte! ¡Mueran los intelectuales traidores! El adjetivo traidores es añadido posteriormente por José Mª Pemán, archiconocido franquista, como posible error de transcripción, como si eso le restase importancia al fondo de la frase. Astray, estaba casado pero, a su vez, dejó embarazada a una prima de Ortega y Gasset, por lo que tuvo que autoexiliarse a Lisboa y dejar a su esposa, para no ir en contra de la moral que pretendía imponer el nuevo régimen. Vaya calaña de este otro salvador, impuso a golpe de fusil lo que él mismo no cumpliría.
El 19 de julio, Martínez Barrio, ex presidente interino de la II República, telefoneó al general Mola, quien descarta cualquier tipo de reconciliación: “Ni pacto de Zanjón, ni abrazo de Vergara ni pensar en otra cosa que no sea una victoria aplastante y definitiva”. En comunicados internos ordenaba: “Hay que sembrar el terror. Hay que dar la sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilaciones a todos los que no piensen como nosotros. La acción ha de ser en extremo violenta para rendir lo antes posible al enemigo que es fuerte y bien organizado”. Esto es, a traición y cobardemente, pues unos iban armados y los otros no. “.. serán encarcelados también todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al Movimiento, aplicándose castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelga”. Más tarde, el 1 de agosto, Barrio, tras haberse negado a armar a las masas, declararía: “Simplemente se trata de sustituir la voluntad general del pueblo entero por la de una clase deseosa de perpetuar sus privilegios. Ni amor a España, ni inquietud por el cuerpo de la Patria, ni temor de desmembramiento, ni zozobra por el desarrollo de su economía. Nada de lo que se ha dicho y propagado es el verdadero origen de la revuelta. Se disfrazan con frases sonoras para encubrir la turbia e inconfundible realidad “.
Hoy en día, es evidente, que el estamento militar cumple una misión encomiable en toda democracia y, en este sentido, vienen a colación las palabras pronunciadas recientemente por el Presidente Obama en el Memorial Day , dedicado a aquellos que se preguntan para que valen los militares. Son estas:
Es gracias a los soldados, y no a los sacerdotes, que podemos tener la religión que deseamos.
Es gracias a los soldados, y no a los periodistas, que tenemos la libertad de prensa.
Es gracias a los soldados, y no a los poetas que, podemos hablar en público.
Es gracias a los soldados, y no a los abogados, que existe el derecho a un juicio justo.
Es gracias a los soldados, y no al Decano del Campus, que existe libertad de enseñanza.
Y es gracias a los soldados, y no a los periodistas, que podemos votar.
En España, esta sentencia, estos soldados, quedaron perfectamente reflejados en la imagen transmitida por TV, en el Congreso de los Diputados del fallido golpe de estado del 23-f, 1981, llevado a cabo por el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y otros mandos militares. En ella se observa al General Gutiérrez Mellado, militar ejemplar, enfrentarse y ordenar al cobarde golpista que desistiera en su actitud rebelde. Por lo visto España se encontraba peor que en el 36, que ya es decir. Esto puede ayudar a clarificar un poco los acontecimientos similares en el pasado al existir, dentro del ejército, sectores militares que no aceptaban un sistema democrático.
Con la llamada Ley de Memoria Histórica, encauzada principalmente por los nietos de las víctimas inocentes, se pretende dignificar, reparar moralmente y dar adecuada sepultura a todos los españoles que fueron asesinados y desaparecidos, por los fascistas durante su golpe, su guerra y su dictadura. Por otro lado, no se trata de juzgar a los verdugos franquistas sino evitar que se haga apología de la dictadura sanguinaria y del general que la presidió.

Autor: Ruiz Viso, Rafael

MEMORIA HISTÓRICA

Rafael Ruiz Viso nos envía su colaboración en la Revista de Feria de Moriles, octubre 2010, páginas 38-42. Con ella damos comienzo a una sección con el nombre de Memoria Histórica que queda abierta a la participación de todos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Visita “triunfal” de don José Fernández Jiménez a la nueva villa de Moriles,

Diario de Córdoba de 17 de julio 1912, página 2
el 14 de julio de 1912, a las tres semanas de la publicación de la Ley constituyéndola en municipio independiente.

El corresponsal del Diario de Córdoba hace una descripción triunfalista de la visita del Diputado a la recién creada villa de Moriles. Que cada uno saque sus propios comentarios de la noticia. Al final, transcribo también la respuesta que el Alcalde de Aguilar, Claudio Sánchez González, liberal oficialista, da a la nota de prensa y a su supuesta toma militar de la población.

ECOS PROVINCIALES

DE LOS MORILES

El domingo último, a las siete de la tarde, visitó a este nuevo pueblo, por vez primera desde su constitución en municipio independiente del de Aguilar el digno diputado a Cortes por el distrito Excmo. Sr. Don José Fernández Jiménez, autor de la ley emancipadora de la antigua aldea.
Relatar el cariñoso y entusiasta recibimiento que se le hizo por el pueblo en masa, sería labor muy extensa y desde luego superior a mis escasas facultades. Baste decir que aquí ni se ha presenciado ni se presenciará, sin duda, espectáculo tan hermoso y conmovedor. Cuantos hombres, mujeres y niños contiene el pueblo salieron a la carretera para recibir al creador de éste en su nueva existencia de municipio español.
Una verdadera lluvia de flores arrojaban las mujeres al paso de la comitiva, no cesando los vítores durante el tiempo que entre nosotros permaneció el Diputado.
Venía acompañado de los concejales del Ayuntamiento de Aguilar don Salvador de Luque y don Francisco Javier Luque Jurado, representante este último en la actualidad de la antigua aldea en el municipio aguilarense; del exalcalde de dicha localidad don Juan de Luque; del diputado provincial señor Quintero; de los concejales de Montilla señores Márquez del Real y García Carmona, y de otros muchos amigos íntimos del diputado, vecinos de ambas citadas poblaciones, a los cuales se les incorporó una comisión de Puente Genil, compuesta de los señores Crespo, Romero, Carvajal y Borrego.
A los acordes de la música y en imponente manifestación se recorrieron todas las calles del pueblo, que estaba engalanado con banderas, arcos y colgaduras, terminando aquella en la extensa plaza donde vive don Álvaro Agraz Albalá.
Desde el balcón de la casa de este señor, dirigió la palabra al pueblo en masa, allí congregado, el señor Fernández Jiménez, dándole las gracias por el recibimiento que le había hecho, historiando las vicisitudes y antecedentes de la ley que ha constituido la aldea en municipio y recomendando la más estrecha unión de todos para acabar con éxito y en justicia la obra emancipadora; haciendo, por último, votos por que sea el nuevo pueblo modelo de villas trabajadoras y bien administradas.
Fue el discurso del joven y elocuente diputado a Cortes una brillante y patriótica peroración ajena a todo carácter político y apropiada al acto que se estaba celebrando, considerado aquí como la inauguración del nuevo pueblo.
No se ha registrado ni una sola nota desagradable, y porque así se esperaba y así tenía que suceder, es muy de lamentar que el señor Alcalde de Aguilar tomase casi militarmente el pueblo con la fuerza pública desde las primeras horas de la mañana, si bien el vecindario no se dio por enterado de ello, celebrando pacífica y entusiásticamente la fiesta tal como se había propuesto celebrarla.
Después de hacer algunas visitas y de recibir otras y luego de celebrarse un banquete en la referida casa del señor Agraz, se despidió de nosotros el Diputado, saliendo para Montilla después de las doce de la noche.
La nota más simpática de la manifestación la han dado las mujeres del pueblo las cuales han superado en entusiasmo al resto del vecindario. Ellas han sido las verdaderas organizadoras de tan alegre e histórica fiesta.
El corresponsal.
Villa de los Moriles, 15 de julio de 1912.
Respuesta del Alcalde de Aguilar don Claudio Sánchez González, del partido liberal oficialista (Barroso) en Diario de Córdoba, el 20 de julio de 1912.

“El domingo a que se refiere el comunicante, ni estuve en Zapateros ni mandé fuerza pública, ni de Aguilar fue ninguno, absolutamente ninguno, de los agentes de mi autoridad.
No adopté medida alguna precisamente por ignorar que aquel día pudiera celebrarse manifestación ni reunión públicas, puesto que los amigos del Diputado por el distrito, a pesar de la Ley de 15 de junio de 1880, no pusieron en conocimiento de la autoridad que trataran de celebrar reuniones ni manifestaciones más o menos imponentes, cosa que seguramente desconocería el señor Diputado por el distrito.
Si afortunadamente no se registró ni una sola nota desagradable fue debido a la prudencia y tacto del alcalde pedáneo que no mandó suspender o disolver en el acto la reunión pública que se celebraba, como ordena el Art. 5º de la citada Ley. Aguilar, 18 de julio de 1912 – Claudio Sánchez”
Nota.- Era Alcalde pedáneo, Francisco de Paula Perailes Lara y suplente, José Pérez Olea

miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA GESTACIÓN DE UN MUNICIPIO


Gaceta de Madrid del 21 de junio de 1912
con la publicación de la Ley emancipadora.

¿Cómo se recibió en la aldea de Zapateros la noticia de la publicación de la Ley emancipadora de 18 de junio? ¿Cómo la acogieron los ediles y el pueblo matriz de Aguilar de la Frontera? Muy oscuro está todavía el tema. El propio Antonio Maestre Ballesteros, gran conocedor de la época, esboza algunas hipótesis de tipo local, de tipo económico-contributivo y de tipo político (Historia de la Aldea de Zapateros Siglos XVII-XX. pág 292-295), pero el caso es que, en Aguilar como en Zapateros, la idea contaba tanto con partidarios como con enemigos y estaba unida a los intereses de la política liberal de la época. Dado que Fernández Jiménez representó el ala izquierdista de los liberales cordobeses, enfrentándose al liberalismo oficial de Barroso, contó, como es natural con el apoyo de los alcaldes y ediles de Aguilar de esta formación “fernandista”, mientras que se granjeó la desaprobación de los liberales “oficiales”.

La idea de la segregación surgió del propio Fernández Jimenez el 9 de octubre de 1908 en el Centro Popular Fernandista de Aguilar, fundado en 1907 a raíz de la escisión de los liberales. A la sazón el consistorio aguilarense estaba controlado por los conservadores, lo que hace suponer que la idea debió caer como un golpe en el gobierno municipal. Con todo, como Fernández Jiménez había perdido el acta de Diputado, no pudo presentar el proyecto hasta 1910 en que volvió a recuperarla. Era entonces alcalde en Aguilar, Agustín Aguilar-Tablada Vidal, liberal barrosista. A partir de julio de 1910, y hasta 31 de diciembre de 1911, la disposición de Aguilar va a cambiar a favor del proyecto, si no de muy buena gana, sí por lealtad al líder liberal fernandista, como explica Antonio Maestre, ya que el Ayuntamiento estará controlado por alcaldes partidarios de la política de Fernández Jiménez (Francisco Sanpedro Martínez y Juan Luque Ortega). El año de 1912, crucial en todo este proceso, dada la gran actividad parlamentaria del Diputado que culminó con la ratificación de la Ley el 18 de junio (léase al final el calendario de actuaciones en las Cortes y Senado), será, por el contrario, de duros enfrentamientos y litigios con el municipio matriz. Los principales opositores van a ser los ediles Claudio Sánchez González y José Toro Gutiérrez de Salamanca (01 de enero 1912 al 29 de febrero de 1913), ambos liberales barrosistas. De marzo a noviembre de 1913, la nueva Villa de Moriles contará con el auspicio del alcalde Francisco J. Luque Jurado, leal al proyecto de Fernández Jiménez.
Todas estas desavenencias van a tener fuertes repercusiones tanto en la vida local de la nueva Villa como en el proceso de segregación del término municipal que ha llegado a durar cerca de 90 años. El primer enfrentamiento lo vamos a encontrar el 14 de julio de 1912 durante la visita del señor Fernández Jiménez al nuevo municipio a tres semanas de la aprobación de la Ley emancipadora. Este acontecimiento lo explicaré en una próxima entrada en el blog.
Actuaciones en las cortes y Senado de enero a junio 1912
· 30 de enero 1912: El proyecto es tomado en consideración por las Cortes.
· 8 de febrero 1912: Se nombra en el Congreso la Comisión Dictaminadora.
· 15 de febrero 1912: El Congreso aprueba el dictamen favorable de la Comisión el cual pasa al Senado, creándose una nueva Comisión en el Senado para su estudio.
· 5 de marzo 1912: La Comisión designada emite dictamen favorable acerca del Proyecto de Ley.
· 9 de marzo 1912: El Senado aprueba el dictamen de la Comisión.
· 3 de mayo 1912: Aprobado por el Senado es presentado en Palacio para su sanción por el Rey.
· 1 de junio 1912: El ministro de Gracia y Justicia Diego Arias de Miranda firma la Ley con el “Publíquese como Ley”
· 15 de junio 1912: El Rey Alfonso XIII la firma y ratifica en Palacio.
· 21 de junio de 1912: El Ministro de la Gobernación Antonio Barroso y Castillo, publica la Ley en La Gaceta de Madrid, número 173, páginas 669-670

1912 – 2012 PRIMER CENTENARIO DE LA VILLA DE MORILES

Presentación por el Ayuntamiento de la imagen corporativa
de los actos del Centenario (01-junio-2010)
Con motivo de los actos del 1er Centenario de Moriles comenzamos una nueva sección en el blog con el nombre de CENTENARIO donde iremos recogiendo participaciones, estudios, colaboraciones y cuanto pueda ayudar a ampliar los conocimientos que de la época de la emancipación tenemos del municipio.

Animo a cuantos quieran a participar en dicha sección a través de comentarios o como colaboradores o responsables del blog.

El origen de Moriles en el recuerdo de Paula Contreras

En julio de 1984 (tenía entonces 73 años), Paula Contreras, accediendo a una petición mía, plasmaba sus primeros recuerdos sobre Moriles en una densa y amplia carta que, por su contenido, creo debo poner al alcance de todos los seguidores de este blog. La divido en cinco páginas según su contenido.