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miércoles, 26 de octubre de 2011

HISTORIA DE MORILES (7): EL TRIENIO BOLCHEVIQUE

1.- VIDA MUNICIPAL DURANTE 1918 y 1919
Diario de Córdoba, 26 de febrero de 1918, p. 1
      El comienzo de los conflictos sociales, agudizados en la huelga general del verano de 1917 y generalizados ya por toda España, unido a la crisis del sistema político, va a desencadenar una situación social que se ha llamado “Trienio Bolchevique” o “Bolchevista” como le llamó Juan Díaz del Moral.
      El 11 de noviembre de 1917, bajo el gobierno liberal demócrata de Manuel García Prieto (3 de noviembre 1917 a 22 de marzo 1918), se celebran elecciones bienales de renovación de concejales. En Moriles fueron anuladas por una reclamación efectuada por el candidato liberal fernandista Manuel Mármol Fernández.(1) El Oficio de anulación del Gobierno Civil, de fecha 22 de diciembre, fue leído en la sesión del día 30, previa a la constitución del Ayuntamiento. El día uno de enero de 1918, se lee la comunicación n.º 1.000 del Gobernador de fecha 26 de diciembre anterior, poniendo al frente del municipio una nueva Corporación que toma posesión del gobierno municipal:
  1. Alcalde Presidente, Pedro Contreras Onieva
  2. Concejales, Manuel Fernández Alcalá
  3. Nicolás Molina Jerez
  4. José Mª Aguedo Romera Carmona
  5. Francisco Galindo Maqueda
  6. Rafael Cabezas Pino
  7. Francisco Chacón Fernández
  8. Serapio Molina Jerez
  9. Miguel Estrada Lara
Corporación monocolor, liberal fernandista igual que el gobierno provincial al que, como vemos, le basta la simple reclamación de un candidato para que imponga la Corporación por Oficio, sustituyendo a la que había salido de las urnas. Pronto se producirá la dimisión del concejal Miguel Estrada Lara, del Secretario, Juan Quirós Gallardo y del Oficial de secretaría, Juan Baltanás Solís. Como Secretario interino se nombra a Juan de la Cruz Blanco, y como Oficial de Secretaría a Pedro Molina Jerez.(2) No van a cesar los reajustes administrativos, produciéndose el cambio de apoderado del Ayuntamiento en la capital, Córdoba, don José Jurado, por don Francisco Alvarez Juste.(3) También, por enfermedad cesa el secretario interino Juan de la Cruz y hay que habilitar al médico en esta función hasta que se encarga de la secretaría Pedro Reyes Reyes.(4)
      La política de turno de partidos va colocando en el poder alternativamente a liberales y conservadores y ahora les tocaba el turno a los liberales. El caso es que esta Corporación designada por el Gobernador Civil era justamente la misma que había estado al frente del municipio en su primer año de vida independiente, en 1913. El requerimiento ejecutivo contra los concejales inculpados de aquel año, a quienes les habían sido embargados los bienes para pagar dicha deuda, tiene ahora la posibilidad de ver su final de forma favorable a aquellos . El contencioso se había resuelto en contra de los concejales en agosto de 1915. En la sesión de 27 de agosto de 1916 se había leído la sentencia que les inculpaba y en la del 23 de marzo de 1918, la Diputación confirmaba la responsabilidad de la Corporación en ordenar pagos del municipio, a través de la Circular n.º 1.046 publicada en el B.O.E. n.º 71 de 28 de marzo. Pero la actual Corporación va a luchar por resarcir económicamente a los inculpados y va a dar un nuevo giro al asunto: ésta exige al agente ejecutivo Manuel Quirós Gallardo que deposite y haga efectiva la cantidad reclamada a la Corporación de 1913 por el cupo de consumos por un total de 2.391 pesetas ya que ellos la habían ya entregado sobre sus propios bienes sacados a subasta. Pero Manuel Quirós Gallardo se encontraba ya en paradero desconocido y se hace anuncio público de su búsqueda. Se pretende, entonces, recuperar el dinero a cuenta de cuando lo ingrese el Sr. Quirós, y si no, de un presupuesto extraordinario.(5) Los concejales Aguedo Romera y Serapio y Nicolás Molina Jerez presentan además un escrito pidiendo se les indemnice también por los perjuicios sufridos al embargarles los bienes (comercio e industria) en "almonedas simuladas".(6) Para resarcirse de dichos perjuicios, se embargan los fondos recaudados por el agente ejecutivo Sr. Quirós durante los años 1915, 16 y 17 por débitos de contingente carcelario, por un total de 1.628 pesetas.(7) Por fin, el sábado 6 de julio la Comisión de Hacienda emite un informe con las cantidades que deben ser reintegradas a los concejales: a José Aguedo Romera Carmona, a quien se le habían embargado muebles, comercio, industria y un sembrado de habas, 3.185 Pts.; a Serapio Molina, 1.523 Pts., y al resto, Nicolás Molina Jerez, Manuel Fernández Alalá, Francisco Chacón Fernández y Rafael Cabezas Pino, hasta completar un total de 8.576 pesetas. Estos reintegros no van a ser fáciles y los últimos se van a prolongar hasta el verano de 1921 en un momento de gran confusión municipal en que Manuel Fernández Alcalá y José Aguedo Romera Carmona llegan de nuevo al Consistorio municipal aunque formando parte de Corporaciones diferentes.(8) La pesadilla de aquella primera Corporación de Moriles había llegado a su fin. Con todo la permanencia del alcalde Pedro Contreras Onieva al frente del municipio va a ser muy breve, siete meses, ya que el sábado 3 de agosto de 1918 renuncia a la alcaldía por motivos de salud, siendo nombrado con carácter accidental Nicolás Molina Jerez.
      Por otro lado, el Ayuntamiento y las escuelas continúan su ritmo itinerante al carecer de un local propio y adecuado y se trasladan, tras el desalojo del anterior, a uno arrendado a Magdalena Burgos, sito en la calle Horno. Pero un informe pericial lo califica de insuficiente, ya que además de Ayuntamiento y escuelas debería albergar también las viviendas del Secretario y de los maestros.(9) Además poco va a durar este contrato pues la propietaria decide vender la casa arrendada y pide también su desalojo en abril de 1919.(10) En junio de 1920 el Ayuntamiento aparece en un edificio propiedad de Rafaela Arjona Barranco(11) y en agosto de ese mismo año se arrienda un local propiedad de Luis Alcalá Carrillo.(12)
      La crisis de 1917 había traído consigo la disolución de las Cortes españolas y convocatoria de elecciones generales que se celebraron el 24 de febrero de 1918 en todo el país. El liberal Fernández Jiménez vence en el distrito de Montilla al republicano Hilario Ayuso y en Moriles los votos al candidato liberal fueron de abrumadora mayoría (530 contra 8 para el candidato republicano).(13) Los cambios de gobierno (Antonio Maura, García Prieto y Romanones) se suceden en la nación con los consiguientes reajustes provinciales que a nivel local se traducían en Corporaciones municipales que apenas permanecen unos meses en el poder. Así, en Moriles, el viernes 06 de septiembre de 1918, al mes de la dimisión del alcalde Pedro Contreras, se constituye una nueva Corporación que había sido elegida en votación el 25 de agosto, por el artículo 29 de la ley electoral, (cuando se presentaba a las elecciones una única lista de candidatos) sacando a elección el total de las nueve vacantes de concejales. El motivo de la convocatoria de estas elecciones fue la anulación de las celebradas en diciembre de 1917 por el Gobernador de turno y nombramiento arbitrario de la Corporación liberal de 1918.(14) La nueva Corporación, de mayoría conservadora, fue la siguiente:
  1. Alcalde: Álvaro Agraz Albalá, y concejales
  2. Álvaro Agraz Fernández (liberal)
  3. Antonio Mª Agraz Albalá
  4. Francisco Lao Espinosa
  5. Julián Estrada Cortés (Interventor)
  6. Pascual Mármol Corredera
  7. Agustín Jiménez Heredia
  8. Manuel Mármol Fernández
  9. Francisco Vida Mármol
      Según R. D. de 11 de septiembre de 1918, se confeccionan las listas de los mayores contribuyentes y el padrón de habitantes, resultando como mayor contribuyente por rústica, Francisco Aguilera Morales (vecino) y Cecilia Burgos Álvarez de Sotomayor (forastera); mayor contribuyente por urbana, José Aguilera Caballero (vecino), y mayor Contribuyente por industria, Cristóbal Bergillos Navarro; Párroco, don Tomás del Rosal Lucena.(15) Esta Corporación va a protagonizar uno de los momentos más duros y dramáticos de la historia municipal y social de Moriles: final de 1918 y todo 1919.
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NOTAS
(1) DIARIO DE CÓRDOBA, 20 de diciembre de 1917, p. 1
(2) A.M. Sesiones 2 y 5 de enero 1918
(3) A.M. Sesiones 19 de enero 1918
(4) A.M. Sesiones del 16 de marzo y 6 de abril de 1918
(5) A. M. Sesión del 11 de mayo de 1918
(6) A.M. Sesiones, sábado, 01 de junio de 1918
(7) A.M. Sesiones sábado, 22 de junio de 1918
(8) A. M. Sesiones del 30 de junio y 21 de julio de 1921
(9) A.M. Sesiones, 22 de junio y 13 de julio de 1918 y Junta Municipal, 18 de junio 1918, fol. 24
(10) A.M. Sesiones sábado, 12 de abril de 1919
(11) A.M. Sesión del sábado, 05 de junio de 1920
(12) A. M Sesión del 7 de agosto de 1920
(13) DIARIO DE CÓRDOBA, 26 de febrero de 1918, p. 1
(14) EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 7 de agosto de 1918, p. 2
(15)A. M. Junta Municipal del 17 de septiembre de 1918

jueves, 13 de octubre de 2011

HISTORIA DE MORILES (2) AÑO 1912

1912: De aldea a municipio independiente

Diario de Córdoba, 17 de agosto de 1912
      El año de 1912 fue crucial en todo el proceso de emancipación dada la gran actividad parlamentaria del diputado que culminó con la ratificación de la Ley emancipadora el 18 de junio y estará repleto de duros enfrentamientos y litigios con el municipio matriz. Los principales opositores al desarrollo de esta Ley serán los alcaldes Claudio Sánchez González y José Toro Gutiérrez de Salamanca (en la alcaldía de Aguilar del 1º de enero de 1912 al 29 de febrero de 1913), ambos liberales barrosistas. Igualmente será notoria la oposición interna dentro del futuro municipio entre fernandistas (José María Aguedo Romera Carmona, después de la muerte de Antonio Gutiérrez en agosto de este año) y conservadores (Antonio María Agraz Albalá) por las diferencias políticas de los protagonistas y la ambición de ambos partidos por controlar el consistorio. Mientras tanto la aldea seguirá padeciendo su principal carencia, la sanidad, de la que nadie parece preocuparse, comenzando el año con la aparición de nuevos casos de viruela(1) para continuar el mes de junio con los de difteria.(2)
      Una vez que el proyecto de ley es tomado en consideración por las Cortes, el 8 de febrero se nombra una Comisión Dictaminadora que al no coincidir con la que Fernández Jiménez había propuesto, provoca un serio debate con el ministro de la Gobernación, el liberal Barroso y Castillo.(3) El 15 de febrero el Congreso aprueba el dictamen favorable de la Comisión y el proyecto pasa al Senado para su estudio. El 5 de marzo de 1912 la Comisión nombrada en el Senado emite también dictamen favorable sobre el mismo que es aprobado por la Cámara Alta el día nueve. El 3 de mayo siguiente, el proyecto de ley pasa a Palacio para su sanción por el Rey. Mientras tanto Fernández Jiménez continúa su actividad parlamentaria en el Congreso participando en duros debates como el de la sesión del 11 de mayo sobre el caciquismo en la provincia de Córdoba.(4) El 1 de junio de 1912 el ministro de Gracia y Justicia Diego Arias de Miranda firma la Ley con la orden “Publíquese como Ley”. El 18 de junio el Rey Alfonso XIII la firma y ratifica en Palacio, siendo esta fecha la que marque el inicio de la constitución del municipio de Moriles, y por último el 21 de junio de 1912 el Ministro de la Gobernación, Antonio Barroso y Castillo, publica la Ley en La Gaceta de Madrid número 173, páginas 669-670. El texto íntegro está redactado en los siguientes términos:
LEY
      Don ALFONSO XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España:
      A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nós sancionado lo siguiente:
      Artículo 1.º Se constituye en término municipal independiente del de la ciudad de Aguilar (Córdoba), con el nombre de Moriles, la aldea de los Zapateros, aneja hoy a dicha ciudad.
      Artículo 2.º Promulgada esta ley, dentro de los veinte días siguientes el Gobernador, adaptando su convocatoria a la ley Electoral y a la Municipal, convocará a los electores del nuevo municipio para que elijan los concejales que en su día han de constituir el Ayuntamiento. Los Concejales así designaos tendrán, hasta la fecha en que se constituya la nueva Corporación, el carácter y atribuciones limitadas de representantes del nuevo Municipio, encargados de practicar la demarcación y las demás divisiones a que se refiere el artículo 6º de la ley Municipal, procediendo ppara ello juntamente con un número igual de Concejales del Ayuntamiento de Aguilar, que éste designará, y bajo la presidencia del Ingeniero Jefe del Servicio agronómico catastral de la provincia.
      La Junta a que este artículo se refiere quedará constituida dentro del mes siguiente a la elección de los representantes del nuevo Municipio, y podrá deliberar con la presencia de la mayoría absoluta de las personas que deban formarla, debiendo terminar su cometido dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de su constitución, la cual se anunciará, como sus acuerdos en el Boletín Oficial de la provincia.
      Artículo 3.º Terminada en los plazos y forma que el artículo anterior establece la misión de la Junta, los Concejales electos del nuevo Municipio procederán inmediatamente a constituir su Ayuntamiento con el término y patrimonio que, según los acuerdos dictados, resultare, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva, si contra dichos acuerdos se interpusiesen recursos. Estos procederán directamente ante la jurisdicción contencioso-administrativa, y en primera instancia ante el Tribunal provincial de Córdoba, con sujeción a lo establecido en los preceptos que regulan aquella.
      Por tanto:
      Mandamos a todos los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente ley en todas sus partes.
      Dado en Palacio a dieciocho de junio de mil novecientos doce.
YO EL REY
El Ministro de la Gobernación
Antonio Barroso y Castillo

      Moriles era ya un municipio independiente que esperaba la próxima constitución de su primer Ayuntamiento, pero la política conservadora de Aguilar no va a cejar en sus presiones en contra de la segregación y de la demarcación del término del nuevo municipio, apareciendo incluso algunas sesiones de la corporación municipal de Aguilar con firmas de actas pidiendo se suspenda el proceso de emancipación.(5) El propio Fernández Jiménez, conocedor de estas presiones, pide en la sesión del Congreso del día 20 de junio que se hagan "escrupulosamente" las elecciones de concejales, tanto en Aguilar como en Moriles, denunciando las coacciones y abusos cometidos por el alcalde de Aguilar.(6) Desavenencias que van a tener fuertes repercusiones no sólo en el proceso de segregación del término, que ha llegado a durar cerca de 90 años, sino también en la vida local del nuevo municipio.
      El primer enfrentamiento lo vamos a encontrar el 14 de julio de 1912, apenas tres semanas después de la publicación de la Ley emancipadora, durante la visita del señor Fernández Jiménez al recién creado municipio de Moriles.(7) En tono triunfalista, el corresponsal del Diario de Córdoba narra dicha visita y la calurosa acogida de que fue objeto por parte de todo el vecindario. Llama la atención que el lugar elegido para recibir al diputado liberal y desde donde éste se dirigió al pueblo, fuese el domicilio de Álvaro Agraz Albalá, hermano del jefe local del partido conservador Antonio María Agraz Albalá, desde cuyo balcón, frente al paseo, “dirigió la palabra al pueblo en masa, allí congregado”. El clima de la celebración fue de júbilo y tranquilidad, pero turbado, según el corresponsal, por la presencia de fuerzas de seguridad enviadas por el alcalde de Aguilar:
      La respuesta del alcalde Claudio Sánchez a este artículo no se hizo esperar. El liberal barrosista, declaraba en el mismo Diario el 20 de julio, llamando aún Zapateros a la ya nueva villa de Moriles, que era falso que él hubiese enviado fuerzas de seguridad a la localidad y que el clima de tranquilidad se debió al tacto del alcalde pedáneo que no mandó suspender el acto a pesar de que no había sido comunicado a su autoridad. El alcalde pedáneo era Francisco de Paula Perailes Lara y el suplente, José Pérez Olea, ambos del partido conservador, lo cual, junto al hecho de que fuese Álvaro Agraz Albalá quien recibiera en su casa al diputado Fernández Jiménez, nos hace reforzar la teoría de que en la nueva villa los intereses por la segregación no coincidían exclusivamente con la pertenencia a un determinado partido.
      A pesar de la oposición aguilarense, el desarrollo de la Ley del 18 de junio seguía su curso y según el artículo 2º de la misma, el Gobernador convoca elecciones en el municipio que se celebraron el día 28 de julio siguiente. El proceso electoral se pone en marcha presentándose dos listas de candidatos: por una parte una candidatura conjunta de barrosistas y conservadores y por otra la de los fernandistas. Cada elector podría elegir a seis candidatos. La campaña electoral debió de ser oscura y reñida puesto que, al final de la misma, la coalición de barrosistas y conservadores publica un manifiesto por el que se retiran de las votaciones ya que en la aldea se había hecho ver que las candidaturas no formadas por correligionarios de Fernández Jiménez son “enemigas y traidoras.” El antiguo acuerdo de unanimidad, parece que comenzaba a romperse a medida que se acercaba el momento de acceder al gobierno municipal. La coalición que había abandonado la lucha electoral estaba formada por los candidatos Francisco Perailes Lara, Rafael Chacón Fernández, Antonio Cabrera Muñoz, Francisco Solís Torres, Francisco de Paula Agraz Albalá, y Antonio María Agraz Albalá.(8) . El 28 de julio fue elegida la única lista que se presentaba, siendo proclamados los siguientes candidatos: Pedro Contreras Onieva, Manuel Fernández Alcalá, Nicolás Molina Jerez, José M. Aguedo Romera Carmona, Miguel Estrada Lara, Francisco Galindo Maqueda, Rafael Cabezas Pino, Francisco Chacón Fernández y Serapio Molina Jerez, todos liberales del señor Fernández Jiménez.(9) El diario La Correspondencia de España, daba esta otra nota de prensa el día 30 de julio:
      El Gobernador de Córdoba comunica al ministro de la Gobernación que se ha celebrado la elección de concejales para constituir el nuevo Municipio de Los Moriles, habiendo sido elegidos nueve liberales sin incidente alguno. (Edición de la mañana, página 7)
      Fernández Jiménez se había asegurado un electorado fiel en la aldea con la segregación, pero había conseguido dividir en dos bandos irreconciliables a sus habitantes.
      Los seis meses siguientes hasta terminar el año, van a estar marcados por las irregularidades, protestas, recursos y contrarrecursos que la iniciación del proceso de delimitación del término originó entre ambas partes litigantes.(10) En Córdoba se crea, en cumplimiento del artículo segundo de la Ley, la Junta de Deslinde de los términos municipales de Aguilar y Los Moriles, formada por los concejales electos en Moriles el 28 de julio y otros nueve que fueron nombrados entre los ediles del Consistorio municipal aguilarense: Claudio Sánchez González, José Pérez García, Francisco Toro González, José Toro Gutiérrez, Baltasar Rincón Tienda, Francisco Rubio Castro, Juan Aragón Luque, Francisco Cabezas Sauces y José Ladrón de Guevara y Aumente. Presidía la Junta El Ingeniero Jefe del Servicio Catastral Provincial don José Fernández Bordas quien cita por primera vez a los dieciocho miembros de la comisión para el día 23 de agosto a las once de la mañana en las oficinas del Servicio Agronómico Catastral con el fin de su constitución formal.(11) Los desacuerdos estuvieron presentes en todas las reuniones celebradas. Otro punto que hubo que solucionar fue el establecimiento de sesiones de información a los propietarios de las fincas afectadas por la segregación; se establecieron, por edicto del Presidente de la Junta, para el día 8 de octubre a las 9 de la mañana, en Zapateros en Plaza de S Jerónimo, num. 2 y en Aguilar en las Casas Consistoriales(12) . Por fin, el 31 de diciembre el Boletín oficial de la Provincia publica un edicto delimitando el término por acuerdo de la Junta y señalando las fincas linderas:
      El término municipal de la nueva villa de los Moriles ha quedado delimitado por las siguientes líneas: dejándolas en Aguilar y sirviendo de límites las fincas de los propietarios que siguen: ...camino de Puente Genil a Monturque, camino de Aguilar a Zapateros, camino de la Capilla a Aguilar, Camino de Puente Genil a Rute, Río de Lucena, término de Lucena y término de Monturque.(13)
      En el mismo edicto se fija la extensión del término municipal de forma provisional en 2.194 hectáreas, 65 áreas y 25 centiáreas, comprendiendo el término perteneciente a Castillo Anzur. Un recurso de Aguilar pretende reducir considerablemente el término quedando éste en una situación de provisionalidad que se va a prolongar en el tiempo y todos los esfuerzos y recursos de los sucesivos Ayuntamientos de Moriles van a resultar inútiles(14) pues en 1952, una sentencia del Tribunal Supremo (BOE del 25 de febrero de 1952, p.870) revocaba la Orden Ministerial de enero de 1947 que establecía los límites según lo dispuesto por el Instituto Geográfico y Catastral que favorecía los intereses de Moriles. Esta sentencia, que forma parte de la colección legislativa, fue sancionada por el Ministerio de la Gobernación y está redactada en los siguientes términos:
MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN
      Orden de 21 de febrero de 1952 por la que se dispone se cumpla en sus propios términos la sentencia de 21 de diciembre último, dictada por la Sala cuarta del Tribunal Supremo en el pleito contencioso-administrativo núm. 1.639 promovido por el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba), contra Orden del Ministerio de la Gobernación de 15 de enero de 1947.
      Excmo. Sr.: Por la Sala cuarta del tribunal Supremo y en pleito contencioso-administrativo núm. 1.639, seguido entre el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba), demandante, y la Administración General del Estado, demandada, ha recaído sentencia con fecha 21 de diciembre último, cuya parte dispositiva dice así:
“Fallamos: Que declarando haber lugar al recurso interpuesto por la representación del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera contra la Orden del Ministerio de la Gobernación, comunicada en quince de enero de mil novecientos cuarenta y siete que fijó como línea límite entre los términos municipales de Moriles y Aguilar de la Frontera, ambos de la provincia de Córdoba, la marcada por la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral en su dictamen de siete de enero de mil novecientos cuarenta y cuatro, como consecuencia del deslinde practicado, debemos revocar y revocamos la expresada Orden Ministerial, dejando sin valor el deslinde y fijación de línea límite entre los referidos términos municipales que aprobó la resolución impugnada.
      Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en el BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO e insertará en la “Colección Legislativa”, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.- Alejandro Gello.- José María Cremades.- Manuel G. Alegre.- Ignacio de Lecea.- Luis Cortés.- Adolfo García.- Manuel Moreno.- Ismael Rodríguez Solano.- Rubricados.”
      En su vista, este Ministerio, en cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 83 y 84 de la Ley Orgánica de la jurisdicción Contencioso-administrativa, ha dispuesto se cumpla en todos sus términos la referida sentencia.
      Lo que con devolución del expediente comunico a V.E. para su conocimiento y a los efectos indicados.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Madrid, 21 de febrero de 1952.
PÉREZ GONZÁLEZ
Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia de Córdoba
      Actualmente, y después de dicha sentencia, el término municipal ha quedado reducido a 1.957 hectáreas, el más pequeño de la provincia cuyo promedio es de 18.290 hectáreas.(15) En 1997, con el fin de solucionar el problema del límite con el término municipal de Lucena, se alteran ambos por el Decreto 212/1997 de 16 de septiembre (BOE del 29 de noviembre 1997) por el que se aprueban segregaciones de parte de términos entre Moriles y Lucena.
      Con estos escasos recursos materiales Moriles se lanza a la oscura aventura de su independencia que va a comenzar el día uno de enero de 1913 confiando, eso sí, en el corazón de los morilenses, grande y arrojado, que no ha reparado en sacrificios para superar las dificultades que los avatares de su historia le han ido deparando.
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NOTAS
1.- Diario de Córdoba, 1 de febrero 1912,p. 2

2.- Diario de Córdoba, 29 de junio de 1912, p.2
3.- DIARIO DE CÓRDOBA, 12 de febrero de 1912, p. 1
4.-Diario de Córdoba, 12 de mayo de 1912, p.3
5.- MAESTRE BALLESTEROS, ANTONIO, Historia de la Aldea de Zapateros Siglos XVII-XX. pp. 296-300
6.- DIARIO DE CÓRDOBA, 21 de junio de 1912, página 3
7.- Diario de Córdoba del 17 de julio de 1912, página 2. Ver el texto íntegro de la noticia en la entrada del 4 de noviembre de 2010, “Visita triunfal de don José Fernández Jiménez a la nueva villa de Moriles” en el blog “Radicalia” (antocor.blogspot.com)
8.- El Defensor de Córdoba, 29 de julio de 1912
9.- DIARIO DE CÓRDOBA, 29 de julio de 1912.- pag. 3
10.- CORTÉS CORTÉS, ANTONIO. El problema del término municipal: un proceso inacabado. Moriles, Estudios Históricos, pp. 48-52
11.- DIARIO DE CÓRDOBA, 17 de agosto de 1912, p.2
12.- BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA, 1º de octubre (Ver Diario de Córdoba, 3 de octubre de 1912, p. 2)
13.- DIARIO DE CÓRDOBA, 2 de enero de1913. Pag. 2
14.- CORTES CORTES A. Ibíd.

15.- LUIS LÓPEZ BELLIDO Y OTROS, El viñedo, el clima y el suelo de Montilla-Moriles. Ministerio de Agricultura, 1980

sábado, 8 de octubre de 2011

Notas y Testimonios sobre bandolerismo en Zapateros y Moriles

Por Antonio Cortés Cortés, Cronista oficial de Moriles
Francisco Ríos, el Pernales, último representante
 del bandolerismo andaluz
    
  No hay datos que sitúen a la aldea de Zapateros o a Moriles como cuna o campo de acción directa del bandolerismo, pero dada su situación geográfica de cruce de caminos (Córdoba-Málaga, Sevilla-Málaga, Cabra-Puente Genil, Aguilar-Lucena, etc.), no lejos de Sierra Morena y a un paso de la Subbética, y la abundancia de cortijos y lagares en su término, no es de extrañar que estas tierras se viesen recorridas con frecuencia por bandidos, bandoleros o salteadores de caminos. De hecho, cuando la aldea de Zapateros intenta su emancipación en 1842, un grupo de vecinos de Aguilar, propietarios en los pagos de Moriles y Zapateros, dirigen una carta a la Diputación Provincial razonando la inconveniencia de tal emancipación aduciendo entre otras razones que la zona de Zapateros y los Moriles reunía las mismas condiciones favorables para convertirse en semillero y guarida de ladrones que las aldeas de el Rubio o Matarredonda, famosas ya en los años de 1820 por convertirse en refugio de partidas de bandoleros que atacaban las propiedades de los hacendados de Puente Genil, Osuna, Ecija o Aguilar.(1)
      El bandolerismo es tan antiguo como la miseria y la explotación de los más débiles, y aparece unido al hambre provocada por la injusticia de los poderosos o por el mal reparto de la riqueza. Estos bandidos o bandoleros han pasado a la historia rodeados de un aura de leyenda, como aventureros románticos; pero también existe otra interpretación más prosaica de este fenómeno: el bandolero es un malhechor que ataca, roba y mata, para enriquecerse a costa de lo ajeno.
Pero al margen de estereotipos, desde Grecia, Roma o la Edad Media, conocemos la existencia de bandoleros; los más recientes en Andalucía los encontramos en el siglo XIX, surgidos de las partidas de guerrilleros que habían luchado contra el ejército napoleónico en la Guerra de la Independencia. La política militar del absolutismo de Fernando VII, al limitar el acceso de estos guerrilleros al ejército, favoreció la aparición de partidas o cuadrillas como las de Juan Delgado, los siete Niños de Écija, Juan Palomo o José María el Tempranillo. Durante las Guerras Carlistas (1833-1876) se produjo un fenómenos parecido. Lo cierto es que estos personajes han entrado en la leyenda y en la memoria colectiva y que a partir de la publicación de las Memorias de “el Vivillo” en 1912, este fenómeno se convierte en un nuevo producto de consumo de masas.
      La primera noticia que relaciona nuestro pueblo con actos de bandidaje la encontramos en el año 1855, en un asalto que sufrió don Juan Burgos cuando regresaba a Aguilar de su lagar en los Moriles, junto con dos amigos: "Cerca del pueblo de Aguilar y en el sitio llamado de los Callejones, camino de los Moriles, y contra la vereda de Soñar, tres bandidos cogieron a don Juan Bautista Burgos que con otros amigos regresaba de su lagar. Uno de estos, llamado don Juan Herreros, logró fugarse y sólo Burgos y don Juan Galisteo quedaron en poder de los ladrones". Éstos consiguieron un botín de tres mil duros que aquellos entregaron a las pocas horas en 39 onzas de oro, con lo que pudieron regresar a casa. Puestos en alerta en Aguilar, salió una partida de nacionales en su busca llegando ya de noche al molino de Fernán Pérez, camino del Puente, y de la propiedad de don Joaquín del Castillo. Pernoctaba en él un hijo del dueño llamado Manuel quien a las voces de los nacionales para que abriesen la puerta, pensó que fuesen una partida de malhechores y se apostó armado tras aquella. Ante la negativa a abrir, los nacionales efectuaron una descarga a la cerraja con lo que la puerta se abrió de par en par. Manuel del Castillo disparó al primero que se puso por delante dejando casi muerto en los umbrales de la puerta a un número de los nacionales.(2)
      Terminadas ya las guerras carlistas, fue el Bizco del Borge, quien atemorizaba a los ricos propietarios de Lucena y pueblos de los alrededores. Nacido en el pueblo malagueño de Borge el 2 de septiembre de 1837, mantuvo en jaque a la Guardia Civil de Málaga junto con otros bandoleros de la partida de Melgares. Acosado por la Benemérita en aquella provincia y al quedar él sólo de su partida, huye de Málaga(3) y se viene a ocultar en la provincia de Córdoba, en Lucena y su comarca, donde encuentra protección en los cortijos a cambio de dinero. En mayo de 1889 fue delatada su presencia en el Cortijo Grande por el administrador de éste, Cándido López, antiguo político provincial que debía algunos favores al Borge. Organizada una batida por la Guardia Civil, fue encontrado en un olivar del Pilar de la Dehesa donde fue abatido el día 21 de mayo de ese año.(4) Según otras fuentes el lugar sería la vereda del Cristo Marroquí.(5) Tenía entonces 52 años. Su memoria aún se recuerda por estos lugares, como el testimonio que recoge Francisco Ojeda Leiva de su abuela, Araceli Romera, que contaba que de pequeña había oído hablar de él y que se refugiaba en las Navas y a veces en la aldea de Zapateros, en el lagar de Pollero. Sobre su muerte también se habló de que había sido envenenado en el cortijo Grande de Lucena y luego expuesto a los disparos de la Guardia Civil, simulando una batida. Esta versión confirma los recuerdos de los relatos oídos en su niñez por Araceli Romera. La partida de defunción, inscrita en el Registro Civil de Lucena, (sección 3ª, tomo 43, folio 327) da la versión oficial de los hechos:
      "En la ciudad de Lucena, a las cinco de la tarde del día veinticuatro de mayo de mil ochocientos ochenta y nueve, (...) inscripción en este Registro Civil de la defunción de Luis Muñoz García, conocido por “el Bizco de Borge”, natural de Borge, término municipal del mismo, partido de Colmenar, en la provincia de Málaga, sin vecindad conocida, oficio, el de sus crímenes, como de cincuenta y dos años de edad, casado, falleció como a las seis de la tarde del día veintiuno del actual en un olivar situado en la vereda que desde el Pilar de la Dehesa conduce al Cristo de Marroquí, en este término, a consecuencia de una herida en el costado derecho causada por un disparo de arma de fuego, según dictamen facultativo, hecho por la fuerza de la Guardia Civil del puesto de esta población.
      (...) Y que a su cadáver se le habrá de dar sepultura en el cementerio de María Santísima de Araceli, de esta población. (...)"(6)
      Otro interesante testimonio, el de Juan Manuel Béjar, nos va a trasladar a los años de 1900 a 1907, cuando las partidas de los famosos bandoleros y caballistas de Estepa campaban por toda la comarca estepeña entre las provincias de Málaga, Sevilla y Córdoba. El Comandante Casero, militar natural de Estepa y autor de un estudio sobre el bandolerismo local, presenta una lista de hasta 133 malhechores clasificados como de primera y de segunda categoría. Entre ellos están El Pernales, el Rubillo, el Soniche, el Vivillo, el Reverte, el Niño de la Gloria, Canuto, Niño Nuevo y otros que, o bien formaban parte de alguna partida importante o bien capitaneaban alguna otra de menor importancia. El caso es que, según este autor, en Estepa a los bandidos se les llamaba “muchachos” o simplemente “caballistas” y que sus cuadrillas pasearon triunfalmente la campiña estepeña durante largos años con la connivencia, cuando no con la ayuda, de autoridades y caciques locales. Traficaban con ganado y eran aficionados a las cacerías en los cortijos. A partir de 1904 se intensifica la persecución por parte de la Guardia Civil, pero ellos seguirían siendo protegidos por la gente de su ciudad y por muchos caciques, propietarios y autoridades locales de los alrededores.
      Cuenta Béjar que su bisabuelo, "Álvaro Agraz Albalá, aficionado a la caza con galgos, fue invitado a una cacería en tierras cercanas a Puente Genil. En ella participaban cazadores de dicho pueblo y de poblaciones de su entorno, llegando a trabar amistad con varios individuos que paladearon el famoso vino de Los Pavos. Posteriormente, invitó a algunas de las personas con las que departió ese día, a una cacería en Moriles." Más tarde tuvo conocimiento de que una de esas personas se encontraba detenida en las dependencias de la Guardia Civil de Aguilar. Alvaro Agraz utilizó su influencia política dentro del partido conservador (era hermano del jefe local del partido en Zapateros, Antonio María Agraz Albalá, y más tarde fue alcalde de Moriles en 1918) para pagar una fianza y poner en libertad a quien ya consideraba su amigo. Y continúa Juan Manuel Béjar: “Transcurrió el tiempo y mi bisabuelo Álvaro dispuso acudir a la Feria del ganado de Estepa, con un tropel de mulos, burros, potros y caballos. Una vez salieron de Moriles y se adentraron en caminos y veredas rumbo a Puente Genil, comprobaron que eran seguidos a lo lejos por dos personas. Cuando tuvieron certeza de su seguimiento, el miedo se apoderó de ellos y aún más cuando observaron cómo se acercaban hasta llegar a su altura.” Luego, estas dos personas manifestaron –según contaba su madre- que habían sido enviadas por el jefe de una partida de bandoleros para acompañar y proteger la expedición de caballerías de Álvaro Agraz. Y concluye su relato: “En medio del desconcierto continuaron su camino y llegados a las afueras de su destino se acercó al grupo de mi bisabuelo una persona a caballo que resultó ser una de las que cazó con él, una de las que le acompañó en Moriles y aquél al que pagó la fianza en Aguilar. Se saludaron y le preguntó si había hecho un buen camino. Mi bisabuelo le contó lo sucedido y tal persona le dijo que los amigos están para cuidar de sus amigos a los que le están agradecidos. De igual forma, le dijo que cada vez que saliera de Moriles con ganado o cosecha que estuviera tranquilo que nadie iba a ponerlos en peligro porque él velaría para que así fuese. Según cuenta mi madre, en ese momento se presentó como el jefe de una partida de bandoleros conocido como "El Nene". En varias ocasiones visitó en Moriles a mi bisabuelo, siempre solo. Pero lo más sorprendente de todo es que cumplió, desconozco durante cuánto tiempo, su promesa de velar por la seguridad de ganado y carretas de mi abuelo Álvaro sin que éste le avisara en momento alguno de lo que iba a hacer o a dónde se iba a dirigir. Ello nos hace pensar que tenía confidentes o quién sabe si algún miembro de su partida que fuera de nuestro pueblo o que viviera en el mismo.”
      Este revelador relato nos sumerge de lleno en el mundo del bandolerismo estepeño, presentando todas sus características. El jefe de la partida se presenta como “el Nene” (tal vez fuese “el Niño”), y ya hemos visto que en Estepa los bandoleros eran llamados “muchachos” o “niños”(7) y con ese nombre destacaron “el Niño de la Gloria” y “Niño Nuevo”, por lo que poco nos aporta a su identificación, pudiéndose tratar de cualquiera de los numerosos bandoleros estepeños. ¿Pudo ser el propio Pernales? ¿Tal vez el Niño de la Gloria? Pudo haber sido incluso el “Vivillo” quien solía frecuentar las partidas de caza en los cortijos de la zona, sobre todo el cortijo de Navalcarnero, propiedad de un cuñado del alcalde de Pedrera, no lejos de Puente Genil.(8) Pero por el testimonio de su frecuente presencia en Zapateros en casa de Álvaro Agraz, cabría pensar que se tratara del propio Pernales, protector de caciques y autoridades locales, a cambio de otros favores de encubrimiento y falsas noticias sobre su paradero, que pudo pasar algún tiempo en la aldea de Zapateros como veremos más adelante.
      De “el Pernales” recogemos otros dos testimonios que coinciden en su contenido: por un lado Francisco Ojeda me envía el siguiente, recogido de su abuela paterna a través de su padre: "También mi padre me contó que cuando su madre (mi abuela Juana Mª Cortés) tenía unos 5 ó 6 años, recordaba que una vez se paseó por Zapateros el Pernales, montado en un gran caballo, y que a ella y otros chiquillos que se quedaron mirando les dio unas monedas de plata." Por otro lado está el testimonio directo de Paula Contreras:(9) "Bueno, pues hablemos de los bandidos. Seguro que has oído hablar del Pernales, del Vivillo, de Diego Montes y un largo etcétera. Haz un esfuerzo de memoria: trasládate a casa de mi sobrino Rafael; antes hay una casa cuyo dueño no sé quién es, pero que yo la guardo en mi cerebro como estaba cuando vivía en ella Amalia Bergillos y me parece contemplar la preciosa casita de muñecas y el maravilloso reloj de sonería digno de presidir el salón de un palacio. Manuel Mármol Bergillos –creo que se llama Manuel y vive frente al Ayuntamiento- nació en esa casa. Pues en la fachada de esa casa, adosada cabe la ventanita más cercana a la de mi sobrino Rafael, había una enorme roca alargada que venía como anillo al dedo para que las mujeres pudieran montar en los mulos, sirviéndose de ella a modo de escalón. Pues en esa roca, un bandido, ¿el Pernales? ¿el Bizco Borge?, con aspecto místico en gracias a la sotana que vestía, montó en una caballería, cuando clareaba el día y le atizó fuerte para una galopada en dirección a Puente Genil; lo observó Josefa, la mujer de Manolito Canó y por las botas y por el gesto que llevaba al pasar por su puerta, y por el arte al montar apartando con destreza la sotana, supo o intuyó que sería el Pernales.
      ¿Curioso? Muy curioso. Más curioso aún lo que escuché en boca de un guardia civil retirado: Fue en las Mendozas; entró el Pernales con toda la partida; una pareja que estaba en la finca, se refugió en una escalera temblando por si alguno de aquellos hubiera tenido la humorada de subir a inspeccionar los altos de la casa; felizmente para la pareja, los bandidos tenían prisa; se calentaron un poco en la chimenea, bebieron y picaron y se marcharon."
      Lo curioso es que los dos testimonios coincidan en algo importante: el bandolero montaba un gran caballo y el jinete utilizó una enorme roca para montar su caballería. Un jinete como Pernales, que apenas alcanzaba el metro y medio de altura, hacía que su caballo pareciese como de mayor tamaño y es normal que necesitara la ayuda de una roca para montar un caballo de tal envergadura. Era un hábil jinete, como observó Josefa, la mujer de Manolito Canó, y dominaba perfectamente su veloz caballo Relámpago.
     Pernales conocía al detalle los caminos que unían Zapateros con las localidades vecinas. Estaba acostumbrado a recorrerlas y refugiarse en la aldea. En el cortijo de don Rafael Moreno, en el camino de Zapateros a Puente Genil y Aguilar, cuatro jinetes pasaron un día cerca de las yuntas que estaban arando; se trataba de los famosos y temidos bandoleros el Reverte, el Niño de la Gloria, el Canuto y Pernales. Éste pregunta por el aperador y un hombre se adelanta. Pernales pregunta: -¿Sabes quién soy? – Sí –responde el otro. – Pues bien, agarra ahora mismo y ve a ver a don Rafael y dile que el Pernales le pide mil pesetas. Y cuidadito con avisar a los Civiles.- El aperador marcha a casa de su amo y regresa con las mil pesetas.(10)
      Desde que en mayo de 1907 la partida de Pernales fue sorprendida cerca de Villafranca de Córdoba, donde murió el Niño de la Gloria y fue apresado el Reverte, aquél se va a mover de un lado para otro intentando desorientar a la Benemérita junto con su nuevo acompañante, el Niño del Arahal. El mes de julio ambos bandoleros aparecen en una finca del término de Écija, pero al verse descubiertos se internan en la provincia de Córdoba. La prensa de la época narra cómo tras ser descubiertos el 19 de julio en el término de Puente Genil, huyendo de la Benemérita, marcharon hacia la aldea de Zapateros(11) y, al parecer, su centro de operaciones va a ser el término de Aguilar y los pagos de los Moriles y Zapateros donde sabían que pasarían desapercibidos. La presencia de Pernales y el Niño del Arahal en Zapateros está muy documentada durante los últimos días de julio y primeros de agosto de aquel año. Fue muy difundida la anécdota ocurrida sobre el 20 de julio en la carretera de Aguilar a Zapateros cuando Pernales detuvo el carruaje que conducía al rico propietario y diputado por Lucena don Vicente Romero acompañado de su esposa e hijos.(12) El Pernales, con gran cortesía, pide al diputado que le entregue mil pesetas pero como éste no llevaba consigo esa cantidad, le enseñó algunas monedas de plata que llevaba en los bolsillos ofreciéndoselas. Como el bandido contestó altivamente que él no era un mendigo, las señoras se inquietaron a lo que Pernales intentó tranquilizarlas diciéndoles con una sonrisa: -No tengan ustedes cuidado, que yo no soy un criminal.(13) Pocos días después, a primeros de agosto de ese año, regresaban de Zapateros de realizar el levantamiento de un cadáver, el juez de Aguilar don José Castillo, el forense don José Paniagua, el escribiente don Timoteo Sánchez y un hijo de éste (que luego fue secretario del Ayuntamiento y del Juzgado de Moriles en 1919). Viajan en un coche tirado por tres mulas. Al llegar al pago de los Moriles, cerca del lagar de Benavides, propiedad del exdiputado don Juan Burgos, ven a dos jinetes parados en medio del camino. Éstos, al divisar el carruaje se apartan colocándose entre los olivos. Ninguno de los ocupantes del carruaje dudaron que se trataba de Pernales y el Niño del Arahal gracias al testimonio de don Timoteo que había conocido personalmente a Pernales. El propio don Timoteo manifestaba más tarde que “los bandidos sabían, por las muchas confidencias que reciben, que íbamos a pasar y prepararon ese golpe de efecto.” (14)
      A esta época debe referirse el testimonio de Álvaro Moreno Flores en Facebook, que narra cómo su bisabuelo Gabriel Moreno dio cobijo una noche en el lagar de Pollero a Pernales, despistando a la Guardia Civil que pasaba por allí de ronda. Aún guarda la moneda, con una marca hecha con la navaja, que Pernales le dio en recompensa a su bisabuelo. Pero a partir de mediados de ese mes de agosto la persecución y el cerco a Pernales se fueron intensificando y éste hubo de pasar hacia la provincia de Jaén buscando refugio en la Sierra de Alcaraz, acompañado de su inseparable “Niño del Arahal” que le acompañará hasta acabar ambos acribillados por la Guardia Civil cerca del pueblo albaceteño de Villaverde del Guadalimar, el 31 de agosto de 1907.(15) Francisco Ríos González, “Pernales”, había nacido en Estepa el 23 de julio de 1879.
los que capturaron al Bandido Tamajón
 (foro del lagarto-fotos antiguas de Cabra)

      Pero no terminan las historias de bandoleros con Pernales, a pesar de haber sido llamado ”el último bandolero”. En 1914, Domingo Ruiz, el Rubio de Tamajón, se fuga de la cárcel de Cabra donde estaba por haber matado a un guardia jurado de la Comunidad de Labradores. Era de Cabra y dicen que solía ir montado sobre una yegua, de bella estampa y gran resistencia, llamada Mohina. Comenzó a ser conocido por el robo a un propietario de Doña Mencía y al candidato por el distrito señor Cavanna, en la carretera de Baena.(16) Este bandido fue capturado en el lagar de Santa Rosalía, del Término de Monturque, entre Aguilar y Moriles.(17)
       Con estos testimonios y estas noticias, Moriles recupera también sus pequeñas historias de bandoleros y, tal vez, llevaran razón aquellos propietarios de Aguilar que se oponían a la emancipación y la aldea terminara convirtiéndose, si no en semillero, sí, al menos, en refugio de bandoleros que se sentían protegidos, entre la pobreza y miseria del entorno, por los propios lugareños que entre admiración y temor, los respetaban, y por políticos y caciques que los protegían a cambio de otros favores.
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Notas:
(1) AMA, Correspondencia suscrita por vecinos y propietarios referente a la aldea de Zapateros, leg. 1480.11, 16/07/1842. (Cortesía de Francisco Ojeda Leiva)
(2) Diario de Córdoba del 22 de mayo de 1855, página 3
(3)La Correspondencia de España, 24 de mayo de 1989, p. 1
(4)Diario de Córdoba, 25-05-1889, p. 3
(5) La Correspondencia de España, 24 de mayo de 1889, p. 1
(6) Francisco Montoro “LA MUERTE DEL BIZCO” prensaaxarquia.com
(7) Recuérdense también los famosos “Niños de Écija” o los “Niños de Guadix”, y el propio “Niño del Arahal” quien se unió a Pernales acompañándole hasta su muerte
(8) La Correspondencia Militar, Madrid, 15 de noviembre de 1900, y Diario de Córdoba, 14 de julio de 1906, p. 2.
(9) Carta a Antonio Cortés, fechada en Puerto Real el 18 de julio de 1989
(10) Blog “páginas del bandolerismo”. Francisco Ríos González “El Pernales”
(11) PERNALES EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA en Diario de Córdoba, 23 de julio de 1907, p. 2
(12) EL BANDIDO “PERNALES” en ABC, 23 de julio de 1907, p. 2
(13) NI MENDIGO NI ASESINO en La Correspondencia de España, 23 de julio de 1907, p. 1
(14) Blog “páginas del bandolerismo”. Francisco Ríos González “El Pernales”. Véase la noticia narrada por el Diario de Córdoba del 11 de agosto de 1907, p. 3
(15) La muerte de Pernales en El Defensor de Córdoba, 2 de septiembre de 1907, p. 2
(16) ABC 28 de febrero de 1914, p. 7 y LA VANGUARDIA, 1 de marzo de 1914, p. 10
(17) La Correspondencia de España, 15 de marzo de 1914, p. 3 y ABC 28 de marzo de 1914, p. 7
Ayamonte, agosto de 2011
(Publicado en Moriles, Revista de Feria, octubre 2011)

El origen de Moriles en el recuerdo de Paula Contreras

En julio de 1984 (tenía entonces 73 años), Paula Contreras, accediendo a una petición mía, plasmaba sus primeros recuerdos sobre Moriles en una densa y amplia carta que, por su contenido, creo debo poner al alcance de todos los seguidores de este blog. La divido en cinco páginas según su contenido.