HISTORIA DE MORILES (5) 1914-1915: ASPECTOS SOCIALES

2.- ASPECTOS SOCIALES
1. CULTURA

     La escuela de niñas seguía en su local de alquiler de la calle Colegio, junto al Ayuntamiento, pero la plaza de maestra quedó vacante, saliendo a concurso en la Gaceta en julio de 1914 y no es cubierta en propiedad hasta junio de 1915 por la maestra doña Rosario Fernández Ramos. Más tarde, el Ayuntamiento adquiere un nuevo local para escuelas (aunque no nos consta su ubicación) y pide autorización a la Inspección de Enseñanza para su traslado. Ésta nombra una delegación de maestros de Lucena para que informen sobre el estado de los nuevos locales, informe que se emitirá favorablemente el 2 de septiembre de 1915, autorizándose el traslado a los nuevos locales.

     Las fiestas locales de los años 1914 y 1915 no van a tener la colaboración municipal ni el lucimiento del año anterior pues el nuevo Ayuntamiento, que estimaba de mayor importancia la mejora urbanística del municipio, destinó el presupuesto de feria de 1914, unas 300 pesetas, para el empedrado de calles y en 1915, al no haber librado presupuesto, los gastos originados (339 pesetas) se cargan al capítulo de imprevistos. Con todo, este problema y la primera Guerra mundial no fueron óbice, al decir del Diario de Córdoba, para que los morilenses se entregaran a la diversión en su ya tradicional feria de ganado y fiestas en honor de su patrona la Virgen del Rosario. Pero otro hecho luctuoso ensombreció los festejos de octubre de 1914. El día 5, al entrar en el bar de Pedro Sánchez Pintado, en el número 20 de la calle Fernández Jiménez, el cliente Antonio Ramírez Martínez, que portaba una pistola en la cintura, al inclinarse se desprendió ésta con tan mala fortuna que se disparó yendo a herir al joven Juan Montenegro Espinosa, socio del dueño del bar quien, a pesar de la rápida ayuda que recibió y su traslado al hospital de Aguilar, falleció al día siguiente. Según el diario católico El Defensor, la procesión fue muy concurrida, “dejándose notar la falta de asistencia de los concejales.” En el capítulo de festejos, el año de 1915 se estableció por R.D. de 12 de enero la fiesta del día del árbol para el 19 de marzo, hecho que en la localidad fue acogido con muy buena disposición, pasando a formar parte de los festejos locales con actuación incluso de la banda local de música.

2. SANIDAD

     La sanidad fue una de las principales preocupaciones de esta Corporación que por fin vio cubierta la vacante de médico por don Antonio Pérez Roldán, con un sueldo anual de 1.500 pesetas y la obligación de asistencia gratuita a 75 familias declaradas pobres en la localidad, pero éste tuvo que dimitir al poco tiempo por enfermedad. Poco después es nombrado médico sustituto don Antonio Serrano Sahagún. A pesar de este interés municipal, el concejal Pedro Contreras tiene que insistir, ya en 1915, en que el tema sanitario y la beneficencia pública deberían estar más claros pues había quejas de los vecinos de que el médico pretendía cobrar las visitas y los medicamentos suministrados a los pobres. A propuesta del mismo concejal y como consecuencia de la epidemia de triquinosis en la provincia durante el pasado invierno con centenares de enfermos y varias defunciones, se adquiere un solar en un sobrante de terreno en el sitio de la Fuente, para edificar un matadero municipal. El presupuesto de las obras fue de 6.000 pesetas y ejecutado por el maestro de obras Manuel Castilla Corral. También el puesto vacante de farmacéutico fue ocupado en diciembre de 1914 por don Anselmo Bujalance, contando desde entonces el pueblo con farmacia propia. De lo que sí carecía aún la villa era de veterinario e inspector de higiene titular por lo que el alcalde es multado por los servicios provinciales de sanidad y como se daba la misma circunstancia en la vecina localidad de Monturque, se decide asociarse ambos municipios que contaban con menos de 2.000 habitantes cada uno, sacando a concurso conjuntamente la plaza de veterinario.

3. URBANISMO

     En la actuación urbanística es donde, tal vez, esta Corporación más se va a destacar. Se presenta un plano de urbanización de la villa, realizado por el ingeniero Miguel Estrada Lara, también Fiscal municipal, y se acomete el plan urbanístico más ambicioso de Moriles desde su emancipación: arreglo del cementerio y fuente pública, urbanización de la Plaza de San Jerónimo (que desde marzo de 1914 volvió a llamarse así a instancias del cura párroco, desapareciendo el nombre de Plaza del 18 de junio ), empedrado y arreglo de las calles Gómez de la Serna, Alcalá Zamora, Horno, Alta, Patronato, Tejar y Molinos. Igualmente se urbanizan y se construyen nuevas viviendas en el camino de Puente Genil (Matallana) y calle Fernández Jiménez, donde se venden parcelas para nuevas edificaciones . El número de calles del pueblo es de 16, el mismo que tenía la aldea antes de su emancipación, aunque algunos nombres habían cambiado: Fernández Jiménez, Molinos, Alta, Colegio, Llano de la Posada, Paseo San Jerónimo, Tejar (Callejón), Canalejas, Estación, Gómez de la Serna (Cochera), Horno, Santón, Pasaje, Alcalá Zamora (El Niño), Escuelas y Monturque. El 30 de noviembre de 1915 el programa urbanístico se da por terminado relatándose el total de obras acabadas: construcción del Camino del Cementerio, empedrado de la calle Horno, Camino de Puente Genil, Camino de Monturque y Matadero público.

     El pueblo aún carecía de teléfono y telégrafo, usándose para comunicaciones oficiales el telégrafo de la estación Moriles-Horcajo. Los mayores hacendados y contribuyentes del término municipal eran el Duque de Tarifa y Denia, propietario del cortijo El Chato; don Antonio Vitorica, de La Higueruela; Asunción Aguilera Pozo, de Fuente Romero, y don Vicente de Heredia y Crespo. Los impuestos municipales establecidos lo eran por ocupación de plaza y vía pública, pesas y medidas, degüello de reses en el matadero, y bebidas, lo que nos da idea de la pobreza de los habitantes de Moriles que viven de la venta y el comercio, a parte de los numerosos jornaleros; el mismo Ayuntamiento lo había reconocido en una de sus sesiones: "El concepto retributivo de los habitantes es uniforme y no existe ramo alguno industrial." Los lagares situados en el casco urbano y los dos molinos de aceite que consta que existían en la aldea, debían estar bajo propiedad de vecinos de Aguilar, Lucena o Puente Genil. En la localidad lo que sí había eran 75 familias declaradas pobres en expediente de pobreza, en un municipio de apenas 2.000 habitantes, ¡el 20 % de la población!

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Fuentes:
Archivo Municipal. Ayuntamiento de Moriles. Libros de Actas de sesiones y Junta Muicipal, años 1914-1915
GACETA DE MADRID, sábado, 11 de julio de 1914
EL DEFENSOR, 5 junio 1915
DIARIO DE CÓRDOBA, 7 agosto 1915, p. 2 y EL DEFENSOR, 19 de agosto de 1915, p. 1
EL DEFENSOR, 14 septiembre 1915, p.1
DIARIO DE CÓRDOBA, 9 de octubre de 1914, p. 2
EL DEFENSOR, 10 de octubre de 1914, p. 3
EL DEFENSOR, miércoles, 15 de abril de 1914, p.

HISTORIA DE MORILES (4) 1914-1915

      1.- EL NUEVO MUNICIPIO SE CONSOLIDA
      Con el artículo anterior comencé a redactar un resumen de la historia del nuevo municipio de Moriles que comenzó su andadura el uno de enero de 1913 . Hoy pretendo continuar dicho resumen con la vida municipal durante el bienio 1914-1915, de consolidación del municipio.

  

 · VIDA LOCAL

     El día primero de enero de 1914 debería haberse constituido la nueva Corporación salida de las urnas el 9 de noviembre de 1913, pero el día 2 leemos en el Defensor de Córdoba, página 3:

El teniente de la Guardia Civil en los Moriles ha comunicado telegráficamente (al Gobierno Civil) que no se había constituido dicho Ayuntamiento, que continuaba la concentración de fuerzas, que creía se constituiría antes de 48 horas.

     El día 3, el mismo diario (página 2) insiste comunicando que en vista de que el día primero de año no se había constituido el Ayuntamiento, el Gobernador manda a su Delegado, don Francisco Rico, para que lo constituya, y el día 10 concluye en su segunda página:

     Hoy ha marchado a Los Moriles don Francisco Rico, delegado del gobernador, para constituir el Ayuntamiento de dicho pueblo y anular todo lo hecho desde 1º de año por considerarlo ilegal.

y es que el nuevo Alcalde, Antonio María Agraz, había presentado un recurso contra la que él consideraba ilegal constitución del Ayuntamiento y los acuerdos adoptados por el mismo a partir del día uno de enero, recurso que había sido estudiado en secreto por la Comisión Provincial.(1) Estos acontecimientos y la división entre los concejales elegidos en los distintos sorteos para su reemplazo, nos explican la extraña desaparición de las actas municipales correspondientes al año 1913 y dos primeros meses de 1914.

     Fernandistas y conservadores estaban bien organizados en la localidad pero también los liberales barrosistas contaban con su jefe local, Manuel Torres López(2). El nuevo Ayuntamiento quedó por fin constituido bajo la presidencia del delegado gubernativo con representación de las tres fuerzas locales: conservadores, barrosistas y fernandistas y formado por los señores siguientes:

Alcalde: Antonio Mª Agraz Albalá (conservador)

Concejales: Francisco de Paula Agraz Albalá (conservdor), Francisco Galindo Maqueda, Francisco Perailes Lara, Pedro Contreras Onieva, Rafael Cabezas Pino, Manuel Fernández Alcalá, Manuel Mármol Fernández (fernandistas), y Juan José Torres Doblas (barrosista). Secretario interino: José de la Cruz.

     A pesar de todo, nuevas y dramáticas divisiones se avecinaban sobre el consistorio tras recibirse en el Ayuntamiento un requerimiento ejecutivo para ingreso en el Tesoro público de un descubierto en las arcas municipales, por el cupo de consumos, de 2.391 pesetas(3). Tras las pertinentes deliberaciones, se pide responsabilidad por el mismo a los miembros de la anterior Corporación José Aguedo Romera, Manuel Fernández Alcalá, Rafael Cabezas Pino, Francisco Chacón Fernández, y Serapio y Nicolás Molina Jerez, quedando absueltos Pedro Contreras Onieva, Francisco Galindo Maqueda y Miguel Estrada Lara. En el mes de junio siguiente, el concejal Francisco Perailes Lara se opone a la decisión municipal que inculpaba a los seis ediles del 1913 y trata de disculparlos interponiendo un recurso alegando que el dinero detraído fue en beneficio del pueblo y no en beneficio particular(4). La Corporación desestima su alegación e inculpa plenamente a los acusados. Los demandados en el caso del descubierto recurren ante la Corporación contra los acuerdos de 25 de abril y 11 y 30 de mayo que los inculpaban de defraudación y decretaban celebración de subasta de bienes contra ellos, y ante el mismo Gobernador, pero su recurso es fallado a favor del Ayuntamiento por Providencia de aquél de fecha 21 de septiembre, llegando incluso al Tribunal de lo Contencioso-Administrativo(5) que no resolverá hasta agosto de 1915, también a favor del Ayuntamiento e inculpando a los concejales imputados(6). El Ayuntamiento otorga poder notarial al abogado Enríquez Barrios para que le represente en el proceso(7). Pero no fue éste el único caso de picaresca con el dinero público pues el recaudador municipal Juan García Cejas es también acusado de cobrar a Eugenia Fuillerat y Fuillerat el importe de la guardería de fincas, sin haberla incluido en la lista de contribuyentes. El caso pasó al Juez de Instrucción(8).

     Mientras tanto el Ayuntamiento continúa su proceso de reorganización administrativa y se instala en un nuevo local, propiedad de Antonio Cuenca Agraz(9) y saca a concurso la plaza de Secretario, cubriendo en propiedad la de Fiscal Municipal y suplente por providencia de la Audiencia provincial de Sevilla. Los nombramientos recayeron en Miguel Estrada Lara y Juan Dadillos Castro, respectivamente(10). Aquel, que venía ejerciendo de Oficial de Secretaría, deja el cargo que lo desempeñará interinamente Jorge Martínez Torceda(11). El día uno de enero de 1915, los cargos y empleados municipales quedan definitivamente como sigue: Secretario, José de la Cruz; Oficial 1º de Secretaría, Juan Baltanás Solís; Escribiente temporero, Rafael Carmona Ortiz; Recaudador de Repartimientos, Diego Fernández Alcalá; Vigilante de Arbitrios, Francisco Doblas Gradix; Matarife, Antonio Llamas Rodríguez; Oficial de matadero, Antonio Corral Navarro; Alguacil-Portero, Juan Pérez Alba, quien dimite y pasa a ser Administrador del matadero. El Secretario, José de la Cruz, cesará por enfermedad, ejerciendo el cargo interinamente, Juan Baltanás Solís y de Oficial de Secretaría, Francisco Jiménez Arjona. El cargo de Secretario saldrá nuevamente a concurso, siendo ocupado en propiedad por Juan Quirós Gallardo(12).

     El bienio va a finalizar su vida municipal con la celebración de elecciones bienales de renovación de la mitad de concejales en España el 14 de noviembre de 1915. Una nueva corporación va a servir de puente entre estos difíciles comienzos y la agitada época del trienio bolchevique (1918 – 1920).

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(1) DIARIO DE CÓRDOBA, 9 de enero de 1914, p. 1
(2) EL DEFENSOR, 4 de febrero de 1914, p. 2
(3) A. M Libro de Sesiones, sábado 20 de marzo
(4.)A. M. idem 6 de junio de 1914
(5) DIARIO DE CÓRDOBA, 29 de octubre 1914, p. 2
(6) A. M. Sesiones del 22 de agosto de 1915
(7) A. M. Idem del 15 de mayo de 1915
(8) Ibíd. 20 de junio de 1914
(9) A. M. Sesiones del 14 de marzo 1914
(10) DIARIO DE CÓRDOBA, 7 de noviembre 1914, p. 1 y EL DEFENSOR, 9 de noviembre 1914, p. 3
(11) A. M. sesiones de 17 y 24 de noviembre de 1914
(12) A. M., Sesiones de 22 de agosto, 2 de noviembre y 19 de diciembre de 1915

HISTORIA DE MORILES (3) 1913: La primera Corporación municipal

El 1 de enero de 1913, la nueva corporación elegida el 28 de julio anterior, según el artículo 2º de la ley de 18 de junio, se posesiona, por fin, de sus cargos y toma las riendas del gobierno del nuevo municipio. El Gobernador Civil, Sr. Gurrea, había informado al Diario de Córdoba que enviaría un delegado para la toma de posesión del Ayuntamiento. Es elegido alcalde José María Águedo Romera Carmona, quien para dotar al Consistorio de un lugar donde centralizar la administración local, contrató de palabra con Francisco Martín Sánchez, propietario de la casa número 12 de la calle Mesones -que luego pasó a llamarse calle Colegio- dos habitaciones bajas, una para casa Ayuntamiento y otra para escuela de niñas, regida por la maestra Doña Josefa León y Pavón. Pocos datos podemos aportar de esta primera Corporación pues, extraña y desgraciadamente, no se conservan actas de Sesiones ni de la Junta Municipal, ya que las páginas del Libro de Actas Municipales correspondientes al año 1913 y dos primeros meses de 1914 aparecen arrancadas del mismo, lo cual nos da idea de la agitación y tensiones existentes en el seno de la misma. Sólo podemos decir que fue la encargada de la fracasada delimitación del Término Municipal y que varios de sus miembros tuvieron que padecer un largo y penoso procesamiento a causa de un requerimiento ejecutivo por parte de Hacienda para ingresar en el Tesoro un descubierto por el cupo de consumos (antiguo sistema de impuestos municipales).

Por la prensa de la época sabemos que el fervor emancipacionista seguía vivo en Moriles. En febrero de 1913 el alcalde José Aguedo formó parte de una comisión de políticos liberales del distrito de Montilla (el alcalde de Aguilar, el liberal fernandista Francisco Luque Jurado; el de Montilla; el de Espejo; de Castro; de Rute; de Carcabuey...) para recibir en la estación de Córdoba a don Niceto Alcalá Zamora, que venía de Cádiz acompañado de Fernández Jiménez. Al parar el tren se oyeron vivas a don Niceto y al "libertador de los Moriles".

Otro asunto importante para el nuevo municipio fue la creación del nuevo Juzgado y nombramiento de Jueces y Fiscales municipales. Este cargo despertó gran interés entre aquellos vecinos interesados en conseguir algún cargo o nombramiento en el nuevo municipio, dado el número de aspirantes que se presentaron: Pedro Contreras Onieva, Miguel Estrada Lara, Antonio Cuenca Agraz, Francios Solís Torres, Francisco de Paula y Álvaro Agraz Albalá, Manuel Romera Carmona, Fernando Carmona Luque, Francisco de P. Perailes Lara y Pedro Franco y Franco. Algunos de ellos ocupaban ya algún cargo como concejales. Parece ser que el nombramiento recayó en Miguel Estrada Lara pues en noviembre de 1914 encontramos que el cargo se renueva a favor del mismo por la sala de Gobierno de la Audiencia Territorial de Sevilla. Las diferencias entre el gobierno municipal y el juzgado debieron de ser frecuentes pues el día cinco de julio se celebra en Aguilar un juicio de faltas por desobediencia contra el juez Miguel Estrada, quien fue defendido por su amigo el diputado y letrado don José Fernández Jiménez. A finales de año hay otro altercado entre Alcaldía y Juzgado: El alcalde manda detener al secretario del juzgado cuando en unión del juez se presentó en su domicilio para un embargo. Para completar el cuadro administrativo del nuevo municipio, en octubre, se crea la plaza en propiedad de Secretario del Ayuntamiento, que sale a concurso con un haber anual de 1.500 pesetas.

También los obreros piensan en su organización y se crea el Centro popular Obrero de la villa de Moriles, cuyo reglamento es aprobado por el Gobierno Civil en diciembre de 1913. El 7 de febrero toma posesión el primer párroco de Moriles don Tomás del Rosal Lucena, después de la muerte del último párroco de la aldea de los Zapateros, don Francisco del Moral Palacios, el 14 de agosto del año anterior, a los 64 años de edad y tras dieciséis de ministerio al frente de la parroquia de la aldea. Don Tomás procedía de El Desierto de Belén, en las Ermitas de Córdoba. Mientras tanto la parroquia era asistida por don Sebastián Cabello Luque, de Puente Genil. Los hurtos eran frecuentes en la zona y el nuevo párroco fue víctima de uno de ellos a finales de año, el 12 de diciembre, en el patio de la casa rectoral, habiéndole desaparecido varias aves de corral y alguna ropa que tenía tendida.

Urbanísticamente no consta ninguna modificación en este año, a parte del cambio de nombre de la estación de ferrocarril Zapateros-Horcajo por la de Moriles-Horcajo, que fue autorizada por la Compañía de ferrocarriles andaluces y que entró en vigor el primero de mayo de 1913. Igualmente la Plaza de san Jerónimo pasó a llamarse Plaza del 18 de junio en conmemoración de la fecha en que se constituyó el municipio.

La feria de este año resultó una lucidísima celebración con una importante repercusión en la comarca. El programa de festejos se desarrolló a lo largo de los días cinco, seis y siete de octubre con los siguientes actos:

Día 5 de octubre.-Diana por la banda municipal, función religiosa, procesión, cucañas y conciertos.

Día 6.- Diana, carrera de cintas, elevación de globos, fantoches y fuegos artificiales.

Día 7.- Diana, cucañas y bailes populares.

También lucirán iluminaciones a la veneciana y habrá gran mercado de ganados.

El lunes, 13 de octubre, el diario el Defensor de Córdoba inserta en su segunda página una crónica del desarrollo de las fiestas “con que han honrado a su excelsa Patrona Nuestra Señora del Rosario el vecindario de la nueva villa de los Moriles.” Según el cronista, los festejos resultaron un verdadero lujo y fueron “innumerables” los visitantes forasteros de Lucena, Monturque, Aguilar y Puente Genil. El panegírico estuvo a cargo del párroco de Monturque don Luis María Huertas. La procesión fue de lo más lucido de las fiestas, junto con los fuegos artificiales, de la pirotecnia lucentina de José Molero, y las iluminaciones a la veneciana (farolillos con una luz de gas acetileno en su interior).

En enero, como primer médico titular de la villa fue nombrado interinamente el facultativo lucentino Joaquín Ortega Muñoz de Toro sacándose a concurso la plaza en propiedad en el mes de marzo siguiente, con un sueldo anual de 1.500 pesetas. El mes de agosto se vuelve a ofertar la plaza de médico aún vacante.

El año 1913 va a ser crucial en el proceso de delimitación del término, manifestándose la incapacidad de la Junta, o al menos de los componentes por parte de Moriles, para llegar a un acuerdo con los de Aguilar, a pesar de que de marzo a noviembre de este año, la nueva Villa de Moriles contará con el apoyo del alcalde Francisco J. Luque Jurado, leal al proyecto de Fernández Jiménez. El día 4 de enero, según edicto de 31 de diciembre de 1912 que aprobaba la delimitación del término, tuvo lugar una reunión en el Ayuntamiento de Aguilar para resolver lo concerniente al artículo 6º de la ley Municipal, aprobándose la división de bienes y deudas del nuevo municipio, y el día 14 se recibe una orden telegráfica del Ministerio de la Gobernación ampliando el plazo de actuación de la Junta. Las demoras en los plazos se suceden y hasta el 15 de febrero no se publica el acta de la sesión de la Junta Delimitadora de Términos celebrada en Aguilar (Boletín Oficial de la provincia n.º 40). Otro trámite que haría retrasar la toma de decisiones fueron los recursos presentados por los propietarios de fincas contra los acuerdos de la Junta. El propio Ayuntamiento de Moriles también presenta un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal provincial contra acuerdos tomados por la Junta demarcadora, actuando como representante del Ayuntamiento el Síndico Miguel Estrada Lara.

El 9 de noviembre de 1913 se celebran elecciones municipales en España lo que significaba el fin de este primer gobierno municipal de Moriles. Había que elegir cinco concejales que sustituirían a otros tantos de la antigua corporación elegidos por sorteo. Tras las votaciones salieron elegidos dos liberales fernandistas, un liberal barrosista y dos conservadores. Los nombres de los electos son: Antonio María Agraz Albalá, Francisco de Paula Agraz Albalá, Francisco Perailes Lara, Manuel Mármol Fernández y Juan José Torres Doblas, los dos primeros, del partido onservador. El problema estuvo con el sorteo para determinar los cinco concejales salientes. Celebrado éste, los designados presentan un recurso ante la Comisión provincial que lo desestima, a pesar de lo cual se tiene que volver a repetir dicho sorteo hasta tres veces, siendo necesaria en la tercera la presencia del delgado del Gobernador, Francisco Rico. Esta vez sí, los designados, José Aguedo Romera Carmona, Nicolás y Serapio Molina Jerez, Miguel Estrada Lara y Francisco Chacón Fernández, deben aceptar el cese para primeros de año con lo que la futura Corporación que tendría que tomar posesión el uno de enero quedó formada por Antonio María Agraz Albalá, Alcalde, y concejales, Francisco de Paula Agraz Albalá, Francisco Galindo Maqueda, Francisco Perailes Lara, Pedro Contreras Onieva, Rafael Cabezas Pino, Manuel Fernández Alcalá, Manuel Mármol Fernández y Juan José Torres Doblas, pero las desavenencias entre los ediles entrantes y salientes sobre la constitución del Ayuntamiento van a crear tan graves problemas que fue necesaria la concentración de fuerzas de la Guardia Civil en el pueblo y aquélla sólo fue posible el día 10 de enero de 1914 bajo la presidencia del delegado gubernativo. Una nueva corporación, dividida y enfrentada se va a poner al frente del Ayuntamiento e intentará poner en marcha y organizar este nuevo municipio, el más pequeño de la provincia.

Fuentes:

Archivo municipal de Moriles, Actas capitulares

Diario de Córdoba

El Defensor de Córdoba