El 1 de enero de 1913, la nueva corporación elegida el 28 de julio anterior, según el artículo 2º de la ley de 18 de junio, se posesiona, por fin, de sus cargos y toma las riendas del gobierno del nuevo municipio. El Gobernador Civil, Sr. Gurrea, había informado al Diario de Córdoba que enviaría un delegado para la toma de posesión del Ayuntamiento. Es elegido alcalde José María Águedo Romera Carmona, quien para dotar al Consistorio de un lugar donde centralizar la administración local, contrató de palabra con Francisco Martín Sánchez, propietario de la casa número 12 de la calle Mesones -que luego pasó a llamarse calle Colegio- dos habitaciones bajas, una para casa Ayuntamiento y otra para escuela de niñas, regida por la maestra Doña Josefa León y Pavón. Pocos datos podemos aportar de esta primera Corporación pues, extraña y desgraciadamente, no se conservan actas de Sesiones ni de la Junta Municipal, ya que las páginas del Libro de Actas Municipales correspondientes al año 1913 y dos primeros meses de 1914 aparecen arrancadas del mismo, lo cual nos da idea de la agitación y tensiones existentes en el seno de la misma. Sólo podemos decir que fue la encargada de la fracasada delimitación del Término Municipal y que varios de sus miembros tuvieron que padecer un largo y penoso procesamiento a causa de un requerimiento ejecutivo por parte de Hacienda para ingresar en el Tesoro un descubierto por el cupo de consumos (antiguo sistema de impuestos municipales).
Por la prensa de la época sabemos que el fervor emancipacionista seguía vivo en Moriles. En febrero de 1913 el alcalde José Aguedo formó parte de una comisión de políticos liberales del distrito de Montilla (el alcalde de Aguilar, el liberal fernandista Francisco Luque Jurado; el de Montilla; el de Espejo; de Castro; de Rute; de Carcabuey...) para recibir en la estación de Córdoba a don Niceto Alcalá Zamora, que venía de Cádiz acompañado de Fernández Jiménez. Al parar el tren se oyeron vivas a don Niceto y al "libertador de los Moriles".
Otro asunto importante para el nuevo municipio fue la creación del nuevo Juzgado y nombramiento de Jueces y Fiscales municipales. Este cargo despertó gran interés entre aquellos vecinos interesados en conseguir algún cargo o nombramiento en el nuevo municipio, dado el número de aspirantes que se presentaron: Pedro Contreras Onieva, Miguel Estrada Lara, Antonio Cuenca Agraz, Francios Solís Torres, Francisco de Paula y Álvaro Agraz Albalá, Manuel Romera Carmona, Fernando Carmona Luque, Francisco de P. Perailes Lara y Pedro Franco y Franco. Algunos de ellos ocupaban ya algún cargo como concejales. Parece ser que el nombramiento recayó en Miguel Estrada Lara pues en noviembre de 1914 encontramos que el cargo se renueva a favor del mismo por la sala de Gobierno de la Audiencia Territorial de Sevilla. Las diferencias entre el gobierno municipal y el juzgado debieron de ser frecuentes pues el día cinco de julio se celebra en Aguilar un juicio de faltas por desobediencia contra el juez Miguel Estrada, quien fue defendido por su amigo el diputado y letrado don José Fernández Jiménez. A finales de año hay otro altercado entre Alcaldía y Juzgado: El alcalde manda detener al secretario del juzgado cuando en unión del juez se presentó en su domicilio para un embargo. Para completar el cuadro administrativo del nuevo municipio, en octubre, se crea la plaza en propiedad de Secretario del Ayuntamiento, que sale a concurso con un haber anual de 1.500 pesetas.
También los obreros piensan en su organización y se crea el Centro popular Obrero de la villa de Moriles, cuyo reglamento es aprobado por el Gobierno Civil en diciembre de 1913. El 7 de febrero toma posesión el primer párroco de Moriles don Tomás del Rosal Lucena, después de la muerte del último párroco de la aldea de los Zapateros, don Francisco del Moral Palacios, el 14 de agosto del año anterior, a los 64 años de edad y tras dieciséis de ministerio al frente de la parroquia de la aldea. Don Tomás procedía de El Desierto de Belén, en las Ermitas de Córdoba. Mientras tanto la parroquia era asistida por don Sebastián Cabello Luque, de Puente Genil. Los hurtos eran frecuentes en la zona y el nuevo párroco fue víctima de uno de ellos a finales de año, el 12 de diciembre, en el patio de la casa rectoral, habiéndole desaparecido varias aves de corral y alguna ropa que tenía tendida.
Urbanísticamente no consta ninguna modificación en este año, a parte del cambio de nombre de la estación de ferrocarril Zapateros-Horcajo por la de Moriles-Horcajo, que fue autorizada por la Compañía de ferrocarriles andaluces y que entró en vigor el primero de mayo de 1913. Igualmente la Plaza de san Jerónimo pasó a llamarse Plaza del 18 de junio en conmemoración de la fecha en que se constituyó el municipio.
La feria de este año resultó una lucidísima celebración con una importante repercusión en la comarca. El programa de festejos se desarrolló a lo largo de los días cinco, seis y siete de octubre con los siguientes actos:
Día 5 de octubre.-Diana por la banda municipal, función religiosa, procesión, cucañas y conciertos.
Día 6.- Diana, carrera de cintas, elevación de globos, fantoches y fuegos artificiales.
Día 7.- Diana, cucañas y bailes populares.
También lucirán iluminaciones a la veneciana y habrá gran mercado de ganados.
El lunes, 13 de octubre, el diario el Defensor de Córdoba inserta en su segunda página una crónica del desarrollo de las fiestas “con que han honrado a su excelsa Patrona Nuestra Señora del Rosario el vecindario de la nueva villa de los Moriles.” Según el cronista, los festejos resultaron un verdadero lujo y fueron “innumerables” los visitantes forasteros de Lucena, Monturque, Aguilar y Puente Genil. El panegírico estuvo a cargo del párroco de Monturque don Luis María Huertas. La procesión fue de lo más lucido de las fiestas, junto con los fuegos artificiales, de la pirotecnia lucentina de José Molero, y las iluminaciones a la veneciana (farolillos con una luz de gas acetileno en su interior).
En enero, como primer médico titular de la villa fue nombrado interinamente el facultativo lucentino Joaquín Ortega Muñoz de Toro sacándose a concurso la plaza en propiedad en el mes de marzo siguiente, con un sueldo anual de 1.500 pesetas. El mes de agosto se vuelve a ofertar la plaza de médico aún vacante.
El año 1913 va a ser crucial en el proceso de delimitación del término, manifestándose la incapacidad de la Junta, o al menos de los componentes por parte de Moriles, para llegar a un acuerdo con los de Aguilar, a pesar de que de marzo a noviembre de este año, la nueva Villa de Moriles contará con el apoyo del alcalde Francisco J. Luque Jurado, leal al proyecto de Fernández Jiménez. El día 4 de enero, según edicto de 31 de diciembre de 1912 que aprobaba la delimitación del término, tuvo lugar una reunión en el Ayuntamiento de Aguilar para resolver lo concerniente al artículo 6º de la ley Municipal, aprobándose la división de bienes y deudas del nuevo municipio, y el día 14 se recibe una orden telegráfica del Ministerio de la Gobernación ampliando el plazo de actuación de la Junta. Las demoras en los plazos se suceden y hasta el 15 de febrero no se publica el acta de la sesión de la Junta Delimitadora de Términos celebrada en Aguilar (Boletín Oficial de la provincia n.º 40). Otro trámite que haría retrasar la toma de decisiones fueron los recursos presentados por los propietarios de fincas contra los acuerdos de la Junta. El propio Ayuntamiento de Moriles también presenta un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal provincial contra acuerdos tomados por la Junta demarcadora, actuando como representante del Ayuntamiento el Síndico Miguel Estrada Lara.
El 9 de noviembre de 1913 se celebran elecciones municipales en España lo que significaba el fin de este primer gobierno municipal de Moriles. Había que elegir cinco concejales que sustituirían a otros tantos de la antigua corporación elegidos por sorteo. Tras las votaciones salieron elegidos dos liberales fernandistas, un liberal barrosista y dos conservadores. Los nombres de los electos son: Antonio María Agraz Albalá, Francisco de Paula Agraz Albalá, Francisco Perailes Lara, Manuel Mármol Fernández y Juan José Torres Doblas, los dos primeros, del partido onservador. El problema estuvo con el sorteo para determinar los cinco concejales salientes. Celebrado éste, los designados presentan un recurso ante la Comisión provincial que lo desestima, a pesar de lo cual se tiene que volver a repetir dicho sorteo hasta tres veces, siendo necesaria en la tercera la presencia del delgado del Gobernador, Francisco Rico. Esta vez sí, los designados, José Aguedo Romera Carmona, Nicolás y Serapio Molina Jerez, Miguel Estrada Lara y Francisco Chacón Fernández, deben aceptar el cese para primeros de año con lo que la futura Corporación que tendría que tomar posesión el uno de enero quedó formada por Antonio María Agraz Albalá, Alcalde, y concejales, Francisco de Paula Agraz Albalá, Francisco Galindo Maqueda, Francisco Perailes Lara, Pedro Contreras Onieva, Rafael Cabezas Pino, Manuel Fernández Alcalá, Manuel Mármol Fernández y Juan José Torres Doblas, pero las desavenencias entre los ediles entrantes y salientes sobre la constitución del Ayuntamiento van a crear tan graves problemas que fue necesaria la concentración de fuerzas de la Guardia Civil en el pueblo y aquélla sólo fue posible el día 10 de enero de 1914 bajo la presidencia del delegado gubernativo. Una nueva corporación, dividida y enfrentada se va a poner al frente del Ayuntamiento e intentará poner en marcha y organizar este nuevo municipio, el más pequeño de la provincia.
Fuentes:
Archivo municipal de Moriles, Actas capitulares
Diario de Córdoba
El Defensor de Córdoba
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