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dibujo 1 |
Habíamos recogido en casa, compadecida mi madre de la soledad y miseria de la mujer, a María la Tuerta, madre del Churri, un rústico nómada de corto periplo, soñador de jaurías, conquistador de nada ¿qué fuerza interior le hacia abandonar a su madre? Por María he sabido yo parte de la historia de Los Zapateros. Por ejemplo: que el callejón de los Muertos se llamaba así porque allí estuvo el primitivo cementerio y la primitiva Iglesia. En lo que pudo ser casa del cura está señalada con una cruz (en el dibujo 1); una vez vi lo que fue la iglesia; era un saletón rectangular con un poyete en el centro de la pared del fondo que podría haber sido el altar; en un rincón había los despojos de una imagen de la Virgen, muy chiquitita, con un manto blanco a punto de deshacerse de tan pasado y con unos ojos desproporcionados y espantosamente abiertos; la pared estuvo pintada de azul. Según Maria, el pozo y la acacia estaban allí de siempre y las gentes escuchaban la misa al lado del pozo y a veces eran tantos que se llenaba la calle "hasta donde ahora está el horno de Pérez", decía. Yo no conocí estas cosas, naturalmente. Yo conocí el pozo y la acacia cuando pertenecían al patio de Pastor, que tenía un café, que luego pasó a ser el de Cordobita. Yo era muy pequeña pero recuerdo que jugaba en las obras de la Iglesia cuando cambiaron la forma de entrada; antes era más o menos así: (dibujo 2) y una espadaña con una sola campana. Después tuvo la cancela y en ella (no tengo seguridad) figuraba una fecha 1917.
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