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sábado, 17 de diciembre de 2011

HISTORIA DE MORILES (10).- Lucha electoral (1920)


Nota de prensa en "El Defensor",
25 de noviembre de 1920, p. 2
         Se acercaban las elecciones bienales de renovación de la mitad de concejales para 1920, marcadas por la debilidad del sistema político y la conflictividad social. En diciembre de 1919 se hace la declaración de vacantes, pero un vecino, Rafael Fernández Ruiz, denuncia mediante escrito dirigido a la Gobernación que se habían cometido irregularidades en dicha declaración, a lo que la Corporación responde que dichas acusaciones son recogidas solamente "a título de rumor público". Se realizan luego las listas del censo distribuidas en dos distritos diferentes, pero finalmente se acuerda declarar un solo distrito electoral, decisión ésta que traería graves consecuencias tras las elecciones. Éstas se celebran el 8 de febrero saliendo elegidos dos liberales (José Águedo Romera Carmona y José Doblas Ramírez) y dos conservadores (Antonio Cuenca Agraz y Juan R. López Fernández).(1) El jueves, día primero de abril de 1920, se constituye la nueva Corporación, presidida por el mismo Alcalde anterior y formada por los siguientes ediles de mayoría fernandista:
Alcalde, Álvaro Agraz Fernández
1er Tte., Manuel Mármol Fernández
2º Tte., Francisco Vida Mármol
Síndico, Francisco Lao Espinosa
Depositario, Agustín Jiménez Heredia
Concejales:
José Aguedo Romera Carmona
José Doblas Ramírez
Antonio Cuenca Agraz
Juan R. López Fernández
Interventor, José Mª Ramírez Atienza
        Pero las continuas crisis de gobierno (Maura, Joaquín Sánchez de Toca Calvo y Manuel Allendesalazar) que obligan a la convocatoria de nuevas elecciones generales en mayo de 1920 y la llegada en febrero a Córdoba del nuevo Gobernador de tendencia conservadora, Julio Blasco Perales,(2) van a provocar una encarnizada lucha electoral en toda la provincia, que en Moriles tomará un carácter muy original por su “tipismo”. El partido conservador aprovecha este nombramiento e intenta hacerse fuerte; para ello presenta en el Gobierno Civil el Reglamento por el que había de regirse su sede de reuniones, la sociedad “Círculo Conservador de los Moriles”,(3) esperando así estar mejor preparados para un eventual acceso al poder local puesto que las irregularidades en la administración local, los fraudes electorales y los nombramientos arbitrarios de las corporaciones por el Gobernador Civil de turno, eran ya la tónica general en España y Moriles no era una excepción. Efectivamente, el miércoles 28 de abril se recibe una comunicación, la n.º 197, del Gobierno Civil nombrando Delegado para inspeccionar la administración del Ayuntamiento de Moriles tras las elecciones, a Manuel de Castro Ruano. El 11 de mayo, éste presenta pliego de cargos contra el Ayuntamiento como resultado de su inspección, dándole diez días para responder, por lo que se acuerda comisionar al Secretario Sr. Calles para trasladar personalmente el escrito de contestación al Gobierno Civil. Las alegaciones no surten efecto y el 3 de julio, en sesión ordinaria, se lee la Comunicación n. 298 de 25 de junio del Gobierno Civil transcribiendo la Real Orden del Ministerio de la Gobernación que anulaba las elecciones municipales verificadas en la villa. Aunque no nos consta, parece ser que el motivo estaba relacionado con la declaración de un solo distrito electoral en el municipio. Como respuesta a esta Orden, se acuerda cesar al representante del Ayuntamiento en Córdoba, Francisco Álvarez Yuste, y nombrar en su lugar al concejal y catedrático Manuel Blanco Cantarero.
        Nuevamente se pone en marcha el mecanismo electoral y se comienza por constituir la Junta Municipal del Censo de población. A partir de ahí se declara dividido el término en dos distritos y se fija como nueva fecha para celebrar elecciones el día 8 de agosto siguiente. Como resultado de las mismas fueron proclamados “los candidatos don Antonio Cuenca, don Juan López, don Águedo Romera y don Manuel Fernández Agraz, todos liberales fernandistas”(4) de los cuales, como vemos, tres eran salientes de la anterior Corporación y Antonio Cuenca, que ahora es considerado fernandista, en las elecciones de febrero se había presentado como conservador. Nuevamente tenemos una corporación aferrada a la poltrona, con enfrentamientos con la oposición que llegaron incluso a la agresión personal como fue el caso del concejal Antonio Cuenca que fue herido por disparos efectuados por el candidato Francisco Galindo Maqueda.(5) Pero el 20 de agosto el Gobernador, siguiendo una tónica general en la provincia contra los Ayuntamientos liberales fernandistas, destituye a la Corporación ya que sus miembros habían sido suspendidos en sus funciones y nombra una Corporación diferente. A pesar de todo, el día 25 se constituye el Ayuntamiento integrado por los mismos concejales que habían formado la Corporación del primero de abril. En esta situación de provisionalidad el Alcalde, Alvaro Agraz Fernández, se queja de que en virtud de las circunstancias anormales por las que atraviesa este Ayuntamiento y dada su situación económica difícil en extremo por la carencia de ingresos … los empleados no habían cobrado desde hacía muchísimo tiempo, y que él les había adelantado de su bolsillo los pagos. Ahora pedía se le devolviese el dinero en recibos cobrables del nuevo Repartimiento General de Utilidades que él mismo cobraría a los contribuyentes respectivos. A los pocos días se produce la dimisión del Alcalde por motivos de trabajo personal, y es elegido por unanimidad el liberal José Doblas Ramírez, actuando de interventor Antonio Cuenca Agraz. Pero la política del Gobernador, Sr. Blasco, seguía empeñada en hacer cumplir su nombramiento y el 24 de noviembre envía un Delegado a Moriles a fin de dar posesión a la Corporación designada por él el día 20 de agosto en sustitución de la anterior, suspensos en virtud de expediente instruido contra ellos. Los acontecimientos que se desarrollan en Moriles ese día, como sacados de una secuencia de película costumbrista de la España más profunda, son dignos de ser narrados por su pintoresquismo y por ser el fiel reflejo de una época de convulsión política y de luchas por el control municipal en la localidad.(6) El diario ABC lo narraba así:

El Gobernador Civil Julio Blasco Perales
(Boletin de la Sociedad Economica de
Amigos del País de Córdoba, nº 8. 01-10-21 p.17 
LA LUCHA ELECTORAL
Córdoba 26, 9 mañana.- Comunican del pueblo de Los Moriles que ayer llegó a dicho punto un delegado del Gobernador, con objeto de constituir el nuevo Ayuntamiento, que se hallaba formado por concejales interinos. El delegado encontró al vecindario en actitud hostil, pero insistió en constituir el Ayuntamiento, y entonces los concejales substituidos y grupos de vecinos le persiguieron y apalearon, teniendo que refugiarse en una casa particular.
Del hecho se dio cuenta al Juzgado de Instrucción de Aguilar, que se personó en Los Moriles con fuerzas de la Benemérita, para instruir diligencias. El Gobernador ha conferenciado telegráficamente con el juez.
Hoy saldrá para el mencionado pueblo otro delegado del Gobernador.(7)
        El Gobernador Civil redacta una providencia que resume, desde su punto de vista, los hechos acaecidos aquel día en la localidad y que dirige al Ayuntamiento y es leída en la sesión ordinaria del día 25 en cuyo acta aparece copiada literalmente:
... Y resultando: Que al presentarse en esa localidad el Delegado de referencia no pudo llevar a efecto su cometido por encontrarse cerrado el Ayuntamiento y no hallar en su domicilio particular al Alcalde don José Doblas Ramírez, siendo infructuosas las gestiones que realizó para encontrarlo, viéndose acometido en la calle de Fernández Jiménez por un grupo numeroso del cual formaba parte el Secretario del Ayuntamiento don Manuel Calles Pérez y los concejales suspensos don Agustín Jiménez Heredia, don Alvaro Agraz Fernández y un hermano de éste llamado Antonio, que intentaron en unión de un Guardia Municipal apellidado Arroyo y del también Concejal suspenso don Manuel Mármol Fernández, detenerle viéndose obligado a repeler la agresión y refugiarse en un domicilio particular, en el que permaneció sin más auxilio que el del Juez Municipal suplente que acudió a prestárselo. ... Considerando que el Alcalde Presidente de ese Ayuntamiento don José Doblas Ramírez ha incurrido en denegación de auxilio probada al Delegado de mi autoridad y en la falta grave de abandono de cargo... Considerando que es también responsable de una falta grave que exige inmediato castigo, el Secretario del Ayuntamiento don Manuel Calles Pérez por haber capitaneado los grupos que intentaron detener y agredir en la vía pública al Delegado... que el Alcalde don José Doblas Ramírez fue elegido ilegalmente para tal cargo, en sesión verificada en dieciséis del corriente mes... ya que en dicha sesión se admitió la renuncia del anterior Alcalde... sin alegar ninguna de las causas que para poder aceptarla señala la ley... Considerando que a mayor abundamiento el referido don José Doblas está incapacitado para ser Alcalde, por ser analfabeto... he acordado... suspender a don José Doblas Ramírez en el doble cargo de Alcalde y Concejal de ese Ayuntamiento; y suspender igualmente en el de Secretario de esa Corporación... a don Manuel Calles Pérez... debiendo hacer entrega inmediatamente de la Alcaldía al Concejal de mayor número de votos de entre los interinos, nombrado por mi resolución fecha veinte de los corrientes.
Tras su lectura se procede al cese de los concejales encausados y el Ayuntamiento quedó constituido interinamente ese mismo 25 de noviembre por la Corporación designada por el Gobernador:
Pedro Contreras Onieva (presidente),
Francisco Galindo Maqueda,
Nicolás Molina Jerez,
Rafael Cabezas Pino,
Miguel Estrada Lara,
Manuel Fernández Alcalá,
Francisco Chacón Fernández,
Serapio Molina Jerez y
Juan Torres Doblas.
El Secretario Manuel Calles Pérez quedó suspenso de empleo y sueldo, pagando con el cargo su lealtad a la anterior Corporación. Dos días más tarde y en sesión extraordinaria del 27 de noviembre, presidida por el Delegado del Gobierno Civil, Ángel Morales Antequera, tomó posesión el nuevo Ayuntamiento haciéndose cargo de la Secretaría José Sánchez Pérez del Pulgar. A los pocos días se constituyen las comisiones de gobierno de la nueva Corporación: Hacienda, Gobernación y Fomento.
        Estos hechos, calificados de pintorescos por la prensa de la época, se enmarcan dentro del ambiente preelectoralista de las generales convocadas para el 13 de diciembre. En Moriles, al decir del artículo publicado por La Voz el 5 de diciembre, el ambiente estaba muy caldeado y se suponía el triunfo de don José Fernández Jiménez dado el arraigo que el diputado tenía en la localidad y el apoyo del Alcalde suspenso Álvaro Agraz Fernández. El mismo artículo auguraba al nuevo Alcalde, Pedro Contreras, una pesada carga “por encontrarse sin mayoría en el Ayuntamiento, sin Secretario y con enemigos políticos...” El propio Fernández Jiménez dirige una carta al Gobernador Julio Blasco Perales puntualizando los sucesos de Moriles y dando su propia versión de los hechos:
“...sobre el pintoresco incidente ocurrido al electorero de dicha ciudad de Aguilar José Arrebola Maldonado alias Josekli en quien por lo visto delegó V. su autoridad. ... Lo ocurrido sencillamente ha sido que el Arrebola se presentó en referido pueblo .. provisto de un bastón de mando, y al encontrarse en la calle al primer teniente de Alcalde don Manuel Mármol, pues el presidente del Municipio se hallaba ausente, le dijo que él era el gobernador, a lo cual le replicó aquel que no lo conocía más que por “Josekli”, como le llaman en su pueblo, y que él en cambio era el actual alcalde de allí y que para demostrárselo “iría por la vara”. Oído esto por el delegado de V. Y creyendo sin duda que la “vara” a que se refería el señor Mármol no era la de mando, salió huyendo entre las risas de los que presenciaron el incidente, refugiándose en la primera casa que encontró, teniendo que llamar al médico, pues el vientre se le había descompuesto...” (8)
A continuación compara estos hechos con la destitución de los alcaldes fernandistas de Montemayor y Castro del Río, y augura el éxito electoral en el distrito al candidato socialista, caso de no salir él mismo vencedor.
        Con todo, Fernández Jiménez obtiene su Acta de diputado con 3.077 votos, de los cuales 286 los obtuvo en Moriles, contra 157 del Conde de la Cortina, monárquico conservador, 32 del republicano Hilario Ayuso y cero votos del socialista Ovejero.(9) Las fuerzas políticas locales volvían a estar polarizadas hacia los dos partidos tradicionales, liberales y conservadores, con una ligera presencia de elementos republicanos; los votos socialistas suponemos que habrían sido comprados por la candidatura de Fernández Jiménez. Igualmente se observan  algunos cambios de filiación política, una especie de transfuguismo oportunista de los ediles que formaron los Ayuntamientos de esta época convulsa. A esto hay que añadir las irregularidades y los continuos cambios en el Gobierno de España que van a seguir entorpeciendo la marcha administrativa de los municipios. En los últimos días de diciembre se producen nuevas renuncias y cambios en los funcionarios municipales(10) hasta que el 6 de enero de 1921 se recibe otra Comunicación del Gobierno Civil redactada en los siguientes términos:
“Tiene conocimiento este Gobierno Civil que desde el día 27 del 11 del año pasado no se ha reunido esa Corporación municipal faltándose con ello gravemente a lo establecido en la ley Orgánica, y además no resultan hoy elegidos los Tenientes de Alcalde, Síndico, Depositario e Interventor, ejerciendo Ud. en la actualidad las funciones de Alcalde provisionalmente.- Y como quiera que tan anómala situación no puede consentirse, ordeno a Ud. que inmediatamente cite a sesión extraordinaria a todos los concejales interinos en forma fehaciente, constituyéndose debidamente el Ayuntamiento, eligiéndose todos los cargos incluso el de Alcalde Presidente y dándome cuenta de ello con remisión de certificado del acta de la sesión antes de 48 horas.- Dios guarde a Vd. ...
Córdoba, 4 de enero de 1921.- Julio Blasco.-
Sr. Alcalde de Moriles.- Sello del negociado 1º n.º 1”
con lo que en la sesión de ese mismo día se procede a legalizar la constitución del Ayuntamiento cuya presidencia pierde, como era de esperar, Pedro Contreras Onieva al resultar elegido Alcalde, por cinco votos contra tres, Manuel Fernández Alcalá; Primer Teniente de Alcalde, Rafael Cabezas Pino (cinco votos y tres en blanco); Segundo Teniente, Francisco Galindo Maqueda (cinco votos y tres en blanco); Depositario, Francisco Chacón Fernández; interventor, Serapio Molina Jerez, y Síndico, Nicolás, Molina Jerez. En la siguiente sesión, se nombran Presidentes de las comisiones: Nicolás y Serapio Molina Jerez y Rafael Cabezas Pino. Igualmente, se lee la Comunicación n.º 2 del Gobernador Civil de fecha 4/1/1921, reponiendo en su cargo al Secretario Manuel Calles, no habiéndose declarado por los tribunales resolución alguna. La corporación acuerda pagar por tiempo suspenso al Sr. Calles, menos el tiempo en que aparece como interino Rafael Solís, cuyo nombramiento, a juicio de la Corporación, fue ilegal. Miguel Estrada Lara -juez municipal- solicita renuncia a su cargo de concejal por incompatibilidad. El Ayuntamiento quedaba, por fin, legalizado administrativamente, pero el control municipal de los fernandistas había desaparecido por expreso empeño del gobernador civil Julio Blasco Perales.
        Los últimos años de la Restauración iban a estar marcados por las crisis de gobierno que se traducirían en continuos cambios en los gobiernos municipales. El Gobernador, Blasco Perales, fue trasladado a Valencia en mayo de 1921.(11)
_________________________
NOTAS
1. DIARIO DE CÓRDOBA, 11 de febrero de 1920, p.2

2. LA VOZ, 28 de febrero de 1920, p. 3
3. LA VOZ, 6 de abril de 1920, p. 1
4. DIARIO DE CÓRDOBA, 10 de agosto de 1920, p. 1
5. Diario ABC, 30 de julio de 1920, p. 22, Crónica Negra y LA VOZ, 29 de julio de 1920, p. 3
6. EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 25 de noviembre de 1920, p. 2. El artículo es titulado “EN LOS MORILES. POLÍTICA PINTORESCA”
7. DIARIO ABC, 26 de noviembre de 1920, p. 20. Ver también LA VOZ, de Córdoba, 26 noviembre 1920, p. 3
8. DIARIO DE CORDOBA, 27 de noviembre de 1920, p. 2
9. EL DEFENSOR DE CORDOBA, 20 de diciembre de 1920
10. A. M. Sesiones del 11 y 20 de diciembre de 1920
11. ABC del 10 de mayo de 1921, p. 9

viernes, 25 de noviembre de 2011

HISTORIA DE MORILES (9) Crimen en Moriles.- Trienio Bolchevique

ALCALDE ASESINADO
DIARIO ABC, 13 de julio de 1919 página 17
En estos años de tensión social y política el municipio había vuelto de nuevo a la misma crispación de los años 1903-1905 en plena gestación de la independencia municipal. Pero además, ahora, a las antiguas rencillas políticas o familiares, había que añadir la crisis obrera, las reivindicaciones salariales, los nombramientos o despidos injustificados de cargos y empleos municipales, las presiones de los obreros, etc. El caso es que de nuevo tenemos al frente de la alcaldía al antiguo político, jefe del partido conservador local, Antonio María Agraz Albalá, que ya el 15 de agosto de 1905, siendo alcalde pedáneo de la aldea de Zapateros, fue objeto de un atentado que estuvo a punto de costarle la vida. El 11 de julio de 1919 la tragedia volvió a cernirse de nuevo sobre Moriles. A las nueve de la mañana, como se lee en el acta de sesiones del día siguiente, resultó villanamente asesinado el Primer Teniente de Alcalde y Alcalde en ejercicio don Antonio María Agraz Albalá (q.e.p.d.) expresándose a continuación el sentimiento de la Corporación por tan inicuo atentado. Inmediatamente se produce la dimisión irrevocable del Alcalde titular, Álvaro Agraz Albalá, en licencia por enfermedad, impresionado por el atentado de que ha sido víctima su infortunado hermano Antonio María. En esa misma sesión se elige nuevo alcalde entre los ediles presentes, recayendo la elección en Álvaro Agraz Fernández, ex-Regidor Síndico, siendo nombrado para ese cargo vacante, Francisco Lao Espinosa.(1)
        La noticia del asesinato tuvo amplio eco en la prensa del momento pero apareció totalmente distorsionada y con datos contradictorios y erróneos. La primera noticia aparece en El Defensor de Córdoba en la página tres de la edición de tarde del mismo día 11 de julio dándola como rumor llegado a la Redacción. Esa misma tarde el Gobierno Civil emite un despacho a la prensa dando como fuentes los datos de la Guardia Civil que instruyó el hecho. La comunicación fue tan lacónica, como afirmaba el Diario de Córdoba del día 12, que apenas se podía saber nada del nombre del autor ni de cómo sucedieron los hechos. El caso es que las primeras noticias seguían confusas en cuanto al nombre del autor, que según unas fuentes fue Juan Torres Rivera, alias Bellos Colores,(2) y según otras, fue José Borreguero(3) (aunque de los datos aparecidos durante la celebración del juicio en junio de 1923 nos consta que su verdadero nombre era Juan Corredera Ruiz, más conocido como Bellos Colores,), y a las circunstancias que acompañaron al hecho. La hora del acontecimiento, según el acta de sesiones del Ayuntamiento, fue las nueve de la mañana, y según el informe dado por el Gobierno Civil, las ocho. El lugar del hecho, unas fuentes lo centran en la plaza del pueblo(4) y otras en la calle Pasaje; de hecho la Plaza, o Paseo, está justo frente a la calle Pasaje. Con respecto al autor, el Diario de Reus añade que era un exguardia municipal.(5) Parece ser que éste también resultó herido en el atentado, primero al reventarle el cañón de la pistola que utilizó en el disparo que hirió de muerte al alcalde, pues era un modelo muy antiguo(6) y luego en el muslo derecho, pues un acompañante de la víctima, Antonio Jiménez Fimias según la información, después del atentado le persiguió hiriéndole con un arma blanca.(7) Estas circunstancias justifican la información dada en la prensa citada de que hubo varios detenidos en el atentado y que la Guardia Civil tuvo que tomar medidas para evitar alteraciones del orden público durante el traslado de los detenidos.(8) En cuanto al motivo, el Diario de Reus daba el político (aunque también afirmaba que el hecho se produjo al salir de las Casas Consistoriales, después de una sesión borrascosa, dato más que improbable ya que las sesiones se celebraban los sábados y el atentado se cometió un viernes), pero la mayoría de las fuentes hablaban de cuestiones familiares o asuntos de faldas, que para el caso era lo mismo, pues las faldas estaban en la propia familia del Alcalde, coincidiendo también con la versión dada por Rafael Ruiz Viso, según la cual, Bellos Colores se entendía con la mujer de aquél y que ella, al enterarse del atentado, gritó: “¡Por fin lo ha matado!” Nosotros pensamos que la venganza por el despido injustificado del empleo de guardia municipal, en una época de reivindicaciones laborales, pudo haber sido el detonante de aquel acto que acabó con la vida de un político morilense, polémico en sus actuaciones, que se ganó el reconocimiento de muchos debido a su dedicación al gobierno municipal, pero también el odio de otros por el partidismo de la política del momento. Al fin y al cabo Antonio María Agraz Albalá había luchado por la emancipación de Moriles y por su organización como municipio independiente aunque en continua oposición a la política liberal de Fernández Jiménez.
        La vista de la causa instruida por el juzgado de Aguilar contra Juan Corredera Ruiz por muerte dada al alcalde de Moriles Antonio María Agraz Albalá, comenzó en la Audiencia de Sevilla el día 12 de junio de 1923, estando señalada para tres días y actuando como abogado defensor el Director del periódico La Voz de Córdoba, don Ramiro Roses Díez.(9) La vista terminó en la Audiencia el día 14; “el jurado contestó afirmativamente a las preguntas hechas por el Presidente de la Sala y en su vista el procesado fue condenado a la pena de dieciséis años de prisión correccional.”(10)
        Los cambios, nombramientos, destituciones, sustituciones, dimisiones y abandonos de cargos públicos se suceden también sin interrupción durante los ocho meses y medio que dura esta Corporación, del 12 de julio de 1919 a 31 de marzo de 1920 y los apenas ocho que dura la siguiente, del primero de abril al 25 de noviembre de 1920: Secretario, Oficial de Secretaría, Escribiente temporero y Secretario del Juzgado son los cargos que se ven más afectados y por los que van alternando los siguientes funcionarios: Timoteo Sánchez, Francisco Jiménez Arjona, Manuel Montesinos Varo, Antonio Villalba Serrano, Pedro Llamas Rodríguez (quien será suspendido de empleo y sueldo por abandono de cargo público), Pedro Blancar Medina, Antonio Agraz Fernández, Nicolás Molina Jerez y Manuel Caracuel León.(11)
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NOTAS
1. A. M. Sesiones 12 de julio de 1919
2. DIARIO DE CÓRDOBA, 13 de julio de 1919, p. 2. Ver también EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 12 de julio de 1919
3. EL DÍA, Diario de Madrid, 13 de julio de 1919, p. 3. LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 12 de julio, p. 12 y 13 de julio, p. 3 y ABC, 13 de julio 1919, p.17
4. Diario ABC, 13 de julio de 1919, p. 17
5. DIARIO DE REUS, 13 de julio de 1919, p. 2.- Dato confirmado por RUIZ VISO, RAFAEL, Revista de Feria de Moriles 2005, pp. 37-40, “11 de julio del año 1919: Crimen en Moriles.”
6. DIARIO DE CÓRDOBA, 13 de julio de 1919, p. 2.
7. EL DEFENSOR DE CORDOBA, 12 de julio de 1919. Según el trabajo de Rafael Ruiz Viso, esa persona se llamaría Ignacio Alcántara.
8. EL DIA, diario de Madrid, sábado, 12 de julio de 1919, p. 3
9. Diario LA ACCIÓN, de Madrid, 12 de junio de 1923, p. 3 y ABC, 13 de junio de 1923, p. 3
10. LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 15 de junio de 1923, p. 3. Según el estudio citado de Ruiz Viso, la condena fue de 17 años, 4 meses y un día de reclusión.
11. A. M. Sesiones del 19 de julio; 17 y 22 de noviembre y 27 de diciembre de 1919, y 20 de enero, 14 de febrero, 5 de junio y 2 de octubre de 1920.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

HISTORIA DE MORILES (8): TRIENIO BOLCHEVIQUE - 2.- CONFLICTIVIDAD SOCIAL: La Agrupación Socialista de Moriles

       Simultáneamente a la formación del anterior Ayuntamiento en septiembre de 1918, nombrado por un gobierno conservador, los obreros de Moriles también comienzan a concienciarse y reorganizarse para defender sus derechos ante una administración y un gobierno que cada vez hacía más difícil la vida de la clase obrera, partiendo seguramente de aquel Centro Popular Obrero creado en diciembre de 1913. Así, en este mismo mes de septiembre de 1918, nace la “Agrupación Socialista” de Moriles(1) que según Díaz del Moral estuvo constantemente bajo la influencia socialista ... no obstante aparecer su nombre en las actas del Congreso valenciano(2) , de inspiración sindicalista.
      Los problemas del campo seguían agudizándose en la provincia, convocándose un paro que comienza en Baena el 2 de noviembre, seguido por Lucena el día 3, y por Castro, Carcabuey y Luque el día 4. Los días 5, 6 y 7 el paro se había convertido ya en una huelga general que paralizaba la vida económica en treinta y cuatro pueblos campiñeses. Moriles toma parte en la lucha huelguística como independiente, ya que no había participado ni estuvo representada en la asamblea de Castro del 25, 26 y 27 de octubre anterior.(3) El diario ABC también recogía la noticia de la huelga en la provincia pero rebajando a dieciséis el número de pueblos implicados, entre ellos Moriles; huelga que, iniciada en el campo, había sido secundada por los demás sectores, calculándose en total unos 4.000 obreros implicados. Los cortijos estaban completamente abandonados y piquetes de obreros “armados de garrotes” recorrían las fincas y propiedades obligando a los trabajadores a abandonar la labor. El ministro de la Gobernación había prometido al gobernador Civil de Córdoba el envío de fuerzas de la Guardia Civil para mantener el orden.(4)
      La Asociación Socialista de Moriles participó en el Congreso de Lucena, el 9 de diciembre de 1918, de matiz socialista más que sindicalista, donde se debatió el problema de los trabajadores que acudían a trabajar fuera de su término municipal,(5) -tema que tanto preocupaba a los obreros de Moriles, dado lo reducido de su término- y, poco después, en el Sexto Congreso de la Asociación Española de Agricultores celebrado en Valencia los días 25, 26 y 27 del mismo mes de diciembre, figurando en sus Actas como “Sociedad Obrera de los Moriles (no federada).”(6) La severidad disciplinaria que las sociedades obreras ejercían sobre sus afiliados rayaba en la dureza con aquellos que incumplían los reglamentos o infringían los acuerdos sobre temas laborales, como forma de defenderse de las patronales y de la presión del mismo Gobierno. La Asociación de Moriles aplicó el boicot y la expulsión como medida disciplinaria a uno de sus miembros, como relata Díaz del Moral:
      Moriles aplicó el boicot a un individuo (copio literalmente y con su propia ortografía el acta de 14 de diciembre de 1918 en que se tomó el acuerdo) “por haber ejercido el Asqueroso papel de siendo Compañero de la Agrupación se dispuso a ejercer el cargo de empleado de orden público. Quedando espursado de esta entidad.” El otro expulsado “tiene el boicot por haber tomado en arrendamiento los Arbitrios públicos y Matadero siendo este hecho farso por pruebas bidentes que el verdadero arrendador es un Concejal del Ayuntamiento. Conocida esta farsa como de mucha gravedad en perjuicio de esta entidad”.(7)       También en diciembre de 1918 el Centro Obrero toma la determinación de boicotear a todos aquellos que no fuesen socios del mismo, exigiendo a los establecimientos del municipio que les negaran artículos de primera necesidad. El propio Centro les negó la entrada y venta de bebidas en su establecimiento. Tras una denuncia fueron detenidos el Presidente de la Asociación José Ramírez Atienza y el dueño del establecimiento José Jiménez Rioja y el Centro fue clausurado por orden judicial.(8)
      Los disturbios y conflictos sociales, fueron frecuentes en la localidad en estos años de agitación en que la clase obrera, alentada por la revolución bolchevique en Rusia, comenzaba a reivindicar una vida y unos salarios dignos. Las coacciones a los obreros fueron frecuentes sobre todo en la época de vendimia.(9) Díaz del Moral narra también algunos disturbios en el campo en Moriles a principios de 1919.(10)
      La vida municipal tampoco quedaba al margen de toda esta agitación, al contrario, pensamos que más bien estaría en el centro de toda ella ya que las prácticas caciquiles y autoritarias no habían desaparecido de los poderes políticos. En los últimos días de 1918 se produce un auténtico cambalache de renuncias y nombramientos en los cargos municipales: el Alcalde, Álvaro Agraz Albalá, pide un año de excedencia para retirarse de la alcaldía por enfermedad; el primer teniente de alcalde, Álvaro Agraz Fernández, renuncia al cargo; el Segundo Teniente, Antonio María Agraz Albalá, pasa a Primero dejando una vacante de concejal; el Depositario, Manuel Mármol, y el Regidor Síndico, Francisco Lao Espinosa, renuncian igualmente. Por último, se nombra alcalde accidental de una Corporación, que contaba ya con cuatro vacantes de sus nueve cargos de concejales, a Antonio Mª Agraz Albalá.(11) También el Secretario de la Corporación, don José de la Cruz Blanco, que había presentado su dimisión, se marcha repentinamente de la localidad, siendo sustituido provisionalmente por Nicolás Molina Jerez, oficial de secretaría. La plaza de secretario sale de nuevo a concurso y es nombrado con carácter interino Timoteo Sánchez Ruiz(12) quien renunciará a los tres meses para hacerse cargo de la secretaría del Juzgado. Las dimisiones de los agentes ejecutivos también se suceden continuamente,(13) por lo que, pretendiendo dar un poco de estabilidad a la administración local, se intenta nombrar un Secretario competente y con carácter fijo, fiel a las directrices políticas del gobierno municipal. El cargo recayó en Manuel Calles Pérez, un joven de 24 años que se hace cargo de la Secretaría tras la renuncia de Timoteo Sánchez(14) y que debido a su poca edad tiene problemas sobre la validez de su nombramiento hasta que la Corporación es informada de que la mayoría de edad para ocupar cargos públicos es a los 23 años y no a los 25.(15) Manuel Calles consigue la plaza de Secretario en propiedad y, más adelante, se hará acreedor a un voto de gracia de la Corporación.(16)
      La presencia de la Guardia Civil fue constante en Moriles sobre todo durante los tensos meses de diciembre de 1918 y enero de 1919, en que hubo una concentración especial de fuerzas que causaron unos gastos a la Corporación de 242 pesetas en alimentación de las caballerías, por lo que el Ayuntamiento decide solicitar la instalación de un puesto permanente.(17) No faltan datos que corroboran esta presencia continua de la Guardia Civil en Moriles a lo largo de 1919 y 1920, aunque aún carecían de cuartel permanente y, parece ser, que seguían alojándose en la casa número 12 de la calle Horno, haciéndose cargo el Ayuntamiento de los gastos de paja y cebada para los caballos(18) así como del traslado de los guardias.(19) La escasez de edificios hace que se siga cambiando continuamente la ubicación de Ayuntamiento, Juzgado, escuelas y Casa Cuartel,(20) por lo que urgía la instalación de un puesto permanente. El Gobierno Civil responde en octubre de 1919 con las condiciones para su creación incluyendo que el Ayuntamiento se haría cargo de comprar todo el menaje necesario para el mismo.(21) En 1921 parece ser que el cuartel permanente se hace realidad estableciéndose en una casa propiedad de Emilio Pérez Domingo y el Ayuntamiento en otra, propiedad de Luis Alcalá Carrillo.(22) En la sesión del 20 de abril de 1922 el cabo Comandante de Puesto solicita que el Ayuntamiento construya un nuevo pabellón para un guardia casado, por ampliación de las fuerzas destinadas en la localidad, a lo que la Corporación no accede, alegando como siempre, falta de medios.
      Después de la huelga de noviembre de 1918, los obreros del campo habían conseguido notables aumentos en el importe de los jornales, pero el sueldo de los guardias municipales y de campo había quedado a la mitad del de un bracero por lo que en Moriles deciden también sumarse a las peticiones de aumento de sueldo.(23) Los disturbios y las huelgas no cesan en toda la provincia de Córdoba hasta tal punto que el 29 de mayo de 1919 se declara el estado de guerra y la autoridad militar decreta la clausura de las sociedades de trabajadores, entre ellas la de Moriles, tras los graves incidentes ocurridos durante los intensos días de huelga.(24) En Moriles hubo ocho detenidos que fueron presos en la cárcel de Aguilar.(25) En esta situación de tensión social se celebran las elecciones generales el 1 de junio de 1919 en las que, en el distrito de Montilla, salió derrotado el diputado liberal Fernández Jiménez, frente al republicano Manuel Hilario Ayuso. La campaña electoral había sido una lucha encarnizada y dura entre los dos candidatos llegando incluso al trágico balance de dos muertos y varios heridos al serle impedido un mitin al candidato republicano en Montilla.(26)
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NOTAS
1 DÍAZ DEL MORAL, JUAN. Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Alianza Editorial, 1984, p. 276

2 DÍAZ DEL MORAL, op. cit. p. 296.
3 DÍAZ DEL MORAL. Ibíd., p. 319
4 DIARIO ABC. 6 de noviembre de 1918, p. 25
5 DÍAZ DEL MORAL. Ibíd., p´. 308
6 DÍAZ DEL MORAL, Ibíd., p. 309 y 435. Sin embargo, Díaz del Moral, en el apéndice 9 de su obra, “NÚMERO DE TRABAJADORES AFILIADOS A LOS CENTROS OBREROS CORDOBESES EN EL TRIENIO BOLCHEVISTA”, la nombra como “Asociación Socialista”.
7 DÍAZ DEL MORAL, op. cit. p. 342. Nota a pie de página
8 DIARIO DE CÓRDOBA, 24 de diciembre de 1918, p. 2 y EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 24 de diciembre de 1918, p. 2
9 EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 18 de septiembre de 1918, p.2 y DIARIO DE CÓRDOBA, 8 de noviembre de 1918, p. 2
10 DÍAZ DEL MORAL, op. cit. p. 336
11 A. M. Sesiones del 28 de diciembre de 1918
12 A. M. Sesiones, 18 de enero y 1 de febrero de 1919
13 A. M. Sesión del 22 de marzo de 1919
14 A. M. Sesión del 3 de mayo de 1919
15 A. M. Sesiones del 17 de noviembre y 15 de diciembre de 1919
16 A. M. Sesiones del 12 de junio y 1 de agosto de 1920
17 A. M. Sesiones 10 y 22 de febrero de 1919
18 A. M. Sesiones, 22 de noviembre de 1919
19 A. M. Sesiones del 19 de julio de 1919 y del 3 de enero de 1920
20 A. M. Sesión del 4 de octubre de 1919, 13 de marzo de 1920 y 19 de marzo de 1921.
21 A. M. Sesión del 11 de octubre de 1919. Comunicación n.º 2.225 del Gobierno Civil
22 A. M. Sesión del 19 de marzo de 1921
23 A. M. Sesiones 10 de febrero 1919
24 DÍAZ DEL MORAL, op. cit. p. 277
25 Blog “Aremehisa” de Aguilar. Biografías: Antonio Cabezas Jiménez “Cabecitas”
26 DIARIO ABC. 21 de mayo de 1919, p. 8

miércoles, 26 de octubre de 2011

HISTORIA DE MORILES (7): EL TRIENIO BOLCHEVIQUE

1.- VIDA MUNICIPAL DURANTE 1918 y 1919
Diario de Córdoba, 26 de febrero de 1918, p. 1
      El comienzo de los conflictos sociales, agudizados en la huelga general del verano de 1917 y generalizados ya por toda España, unido a la crisis del sistema político, va a desencadenar una situación social que se ha llamado “Trienio Bolchevique” o “Bolchevista” como le llamó Juan Díaz del Moral.
      El 11 de noviembre de 1917, bajo el gobierno liberal demócrata de Manuel García Prieto (3 de noviembre 1917 a 22 de marzo 1918), se celebran elecciones bienales de renovación de concejales. En Moriles fueron anuladas por una reclamación efectuada por el candidato liberal fernandista Manuel Mármol Fernández.(1) El Oficio de anulación del Gobierno Civil, de fecha 22 de diciembre, fue leído en la sesión del día 30, previa a la constitución del Ayuntamiento. El día uno de enero de 1918, se lee la comunicación n.º 1.000 del Gobernador de fecha 26 de diciembre anterior, poniendo al frente del municipio una nueva Corporación que toma posesión del gobierno municipal:
  1. Alcalde Presidente, Pedro Contreras Onieva
  2. Concejales, Manuel Fernández Alcalá
  3. Nicolás Molina Jerez
  4. José Mª Aguedo Romera Carmona
  5. Francisco Galindo Maqueda
  6. Rafael Cabezas Pino
  7. Francisco Chacón Fernández
  8. Serapio Molina Jerez
  9. Miguel Estrada Lara
Corporación monocolor, liberal fernandista igual que el gobierno provincial al que, como vemos, le basta la simple reclamación de un candidato para que imponga la Corporación por Oficio, sustituyendo a la que había salido de las urnas. Pronto se producirá la dimisión del concejal Miguel Estrada Lara, del Secretario, Juan Quirós Gallardo y del Oficial de secretaría, Juan Baltanás Solís. Como Secretario interino se nombra a Juan de la Cruz Blanco, y como Oficial de Secretaría a Pedro Molina Jerez.(2) No van a cesar los reajustes administrativos, produciéndose el cambio de apoderado del Ayuntamiento en la capital, Córdoba, don José Jurado, por don Francisco Alvarez Juste.(3) También, por enfermedad cesa el secretario interino Juan de la Cruz y hay que habilitar al médico en esta función hasta que se encarga de la secretaría Pedro Reyes Reyes.(4)
      La política de turno de partidos va colocando en el poder alternativamente a liberales y conservadores y ahora les tocaba el turno a los liberales. El caso es que esta Corporación designada por el Gobernador Civil era justamente la misma que había estado al frente del municipio en su primer año de vida independiente, en 1913. El requerimiento ejecutivo contra los concejales inculpados de aquel año, a quienes les habían sido embargados los bienes para pagar dicha deuda, tiene ahora la posibilidad de ver su final de forma favorable a aquellos . El contencioso se había resuelto en contra de los concejales en agosto de 1915. En la sesión de 27 de agosto de 1916 se había leído la sentencia que les inculpaba y en la del 23 de marzo de 1918, la Diputación confirmaba la responsabilidad de la Corporación en ordenar pagos del municipio, a través de la Circular n.º 1.046 publicada en el B.O.E. n.º 71 de 28 de marzo. Pero la actual Corporación va a luchar por resarcir económicamente a los inculpados y va a dar un nuevo giro al asunto: ésta exige al agente ejecutivo Manuel Quirós Gallardo que deposite y haga efectiva la cantidad reclamada a la Corporación de 1913 por el cupo de consumos por un total de 2.391 pesetas ya que ellos la habían ya entregado sobre sus propios bienes sacados a subasta. Pero Manuel Quirós Gallardo se encontraba ya en paradero desconocido y se hace anuncio público de su búsqueda. Se pretende, entonces, recuperar el dinero a cuenta de cuando lo ingrese el Sr. Quirós, y si no, de un presupuesto extraordinario.(5) Los concejales Aguedo Romera y Serapio y Nicolás Molina Jerez presentan además un escrito pidiendo se les indemnice también por los perjuicios sufridos al embargarles los bienes (comercio e industria) en "almonedas simuladas".(6) Para resarcirse de dichos perjuicios, se embargan los fondos recaudados por el agente ejecutivo Sr. Quirós durante los años 1915, 16 y 17 por débitos de contingente carcelario, por un total de 1.628 pesetas.(7) Por fin, el sábado 6 de julio la Comisión de Hacienda emite un informe con las cantidades que deben ser reintegradas a los concejales: a José Aguedo Romera Carmona, a quien se le habían embargado muebles, comercio, industria y un sembrado de habas, 3.185 Pts.; a Serapio Molina, 1.523 Pts., y al resto, Nicolás Molina Jerez, Manuel Fernández Alalá, Francisco Chacón Fernández y Rafael Cabezas Pino, hasta completar un total de 8.576 pesetas. Estos reintegros no van a ser fáciles y los últimos se van a prolongar hasta el verano de 1921 en un momento de gran confusión municipal en que Manuel Fernández Alcalá y José Aguedo Romera Carmona llegan de nuevo al Consistorio municipal aunque formando parte de Corporaciones diferentes.(8) La pesadilla de aquella primera Corporación de Moriles había llegado a su fin. Con todo la permanencia del alcalde Pedro Contreras Onieva al frente del municipio va a ser muy breve, siete meses, ya que el sábado 3 de agosto de 1918 renuncia a la alcaldía por motivos de salud, siendo nombrado con carácter accidental Nicolás Molina Jerez.
      Por otro lado, el Ayuntamiento y las escuelas continúan su ritmo itinerante al carecer de un local propio y adecuado y se trasladan, tras el desalojo del anterior, a uno arrendado a Magdalena Burgos, sito en la calle Horno. Pero un informe pericial lo califica de insuficiente, ya que además de Ayuntamiento y escuelas debería albergar también las viviendas del Secretario y de los maestros.(9) Además poco va a durar este contrato pues la propietaria decide vender la casa arrendada y pide también su desalojo en abril de 1919.(10) En junio de 1920 el Ayuntamiento aparece en un edificio propiedad de Rafaela Arjona Barranco(11) y en agosto de ese mismo año se arrienda un local propiedad de Luis Alcalá Carrillo.(12)
      La crisis de 1917 había traído consigo la disolución de las Cortes españolas y convocatoria de elecciones generales que se celebraron el 24 de febrero de 1918 en todo el país. El liberal Fernández Jiménez vence en el distrito de Montilla al republicano Hilario Ayuso y en Moriles los votos al candidato liberal fueron de abrumadora mayoría (530 contra 8 para el candidato republicano).(13) Los cambios de gobierno (Antonio Maura, García Prieto y Romanones) se suceden en la nación con los consiguientes reajustes provinciales que a nivel local se traducían en Corporaciones municipales que apenas permanecen unos meses en el poder. Así, en Moriles, el viernes 06 de septiembre de 1918, al mes de la dimisión del alcalde Pedro Contreras, se constituye una nueva Corporación que había sido elegida en votación el 25 de agosto, por el artículo 29 de la ley electoral, (cuando se presentaba a las elecciones una única lista de candidatos) sacando a elección el total de las nueve vacantes de concejales. El motivo de la convocatoria de estas elecciones fue la anulación de las celebradas en diciembre de 1917 por el Gobernador de turno y nombramiento arbitrario de la Corporación liberal de 1918.(14) La nueva Corporación, de mayoría conservadora, fue la siguiente:
  1. Alcalde: Álvaro Agraz Albalá, y concejales
  2. Álvaro Agraz Fernández (liberal)
  3. Antonio Mª Agraz Albalá
  4. Francisco Lao Espinosa
  5. Julián Estrada Cortés (Interventor)
  6. Pascual Mármol Corredera
  7. Agustín Jiménez Heredia
  8. Manuel Mármol Fernández
  9. Francisco Vida Mármol
      Según R. D. de 11 de septiembre de 1918, se confeccionan las listas de los mayores contribuyentes y el padrón de habitantes, resultando como mayor contribuyente por rústica, Francisco Aguilera Morales (vecino) y Cecilia Burgos Álvarez de Sotomayor (forastera); mayor contribuyente por urbana, José Aguilera Caballero (vecino), y mayor Contribuyente por industria, Cristóbal Bergillos Navarro; Párroco, don Tomás del Rosal Lucena.(15) Esta Corporación va a protagonizar uno de los momentos más duros y dramáticos de la historia municipal y social de Moriles: final de 1918 y todo 1919.
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NOTAS
(1) DIARIO DE CÓRDOBA, 20 de diciembre de 1917, p. 1
(2) A.M. Sesiones 2 y 5 de enero 1918
(3) A.M. Sesiones 19 de enero 1918
(4) A.M. Sesiones del 16 de marzo y 6 de abril de 1918
(5) A. M. Sesión del 11 de mayo de 1918
(6) A.M. Sesiones, sábado, 01 de junio de 1918
(7) A.M. Sesiones sábado, 22 de junio de 1918
(8) A. M. Sesiones del 30 de junio y 21 de julio de 1921
(9) A.M. Sesiones, 22 de junio y 13 de julio de 1918 y Junta Municipal, 18 de junio 1918, fol. 24
(10) A.M. Sesiones sábado, 12 de abril de 1919
(11) A.M. Sesión del sábado, 05 de junio de 1920
(12) A. M Sesión del 7 de agosto de 1920
(13) DIARIO DE CÓRDOBA, 26 de febrero de 1918, p. 1
(14) EL DEFENSOR DE CÓRDOBA, 7 de agosto de 1918, p. 2
(15)A. M. Junta Municipal del 17 de septiembre de 1918

jueves, 13 de octubre de 2011

HISTORIA DE MORILES (2) AÑO 1912

1912: De aldea a municipio independiente

Diario de Córdoba, 17 de agosto de 1912
      El año de 1912 fue crucial en todo el proceso de emancipación dada la gran actividad parlamentaria del diputado que culminó con la ratificación de la Ley emancipadora el 18 de junio y estará repleto de duros enfrentamientos y litigios con el municipio matriz. Los principales opositores al desarrollo de esta Ley serán los alcaldes Claudio Sánchez González y José Toro Gutiérrez de Salamanca (en la alcaldía de Aguilar del 1º de enero de 1912 al 29 de febrero de 1913), ambos liberales barrosistas. Igualmente será notoria la oposición interna dentro del futuro municipio entre fernandistas (José María Aguedo Romera Carmona, después de la muerte de Antonio Gutiérrez en agosto de este año) y conservadores (Antonio María Agraz Albalá) por las diferencias políticas de los protagonistas y la ambición de ambos partidos por controlar el consistorio. Mientras tanto la aldea seguirá padeciendo su principal carencia, la sanidad, de la que nadie parece preocuparse, comenzando el año con la aparición de nuevos casos de viruela(1) para continuar el mes de junio con los de difteria.(2)
      Una vez que el proyecto de ley es tomado en consideración por las Cortes, el 8 de febrero se nombra una Comisión Dictaminadora que al no coincidir con la que Fernández Jiménez había propuesto, provoca un serio debate con el ministro de la Gobernación, el liberal Barroso y Castillo.(3) El 15 de febrero el Congreso aprueba el dictamen favorable de la Comisión y el proyecto pasa al Senado para su estudio. El 5 de marzo de 1912 la Comisión nombrada en el Senado emite también dictamen favorable sobre el mismo que es aprobado por la Cámara Alta el día nueve. El 3 de mayo siguiente, el proyecto de ley pasa a Palacio para su sanción por el Rey. Mientras tanto Fernández Jiménez continúa su actividad parlamentaria en el Congreso participando en duros debates como el de la sesión del 11 de mayo sobre el caciquismo en la provincia de Córdoba.(4) El 1 de junio de 1912 el ministro de Gracia y Justicia Diego Arias de Miranda firma la Ley con la orden “Publíquese como Ley”. El 18 de junio el Rey Alfonso XIII la firma y ratifica en Palacio, siendo esta fecha la que marque el inicio de la constitución del municipio de Moriles, y por último el 21 de junio de 1912 el Ministro de la Gobernación, Antonio Barroso y Castillo, publica la Ley en La Gaceta de Madrid número 173, páginas 669-670. El texto íntegro está redactado en los siguientes términos:
LEY
      Don ALFONSO XIII, por la gracia de Dios y la Constitución, Rey de España:
      A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han decretado y Nós sancionado lo siguiente:
      Artículo 1.º Se constituye en término municipal independiente del de la ciudad de Aguilar (Córdoba), con el nombre de Moriles, la aldea de los Zapateros, aneja hoy a dicha ciudad.
      Artículo 2.º Promulgada esta ley, dentro de los veinte días siguientes el Gobernador, adaptando su convocatoria a la ley Electoral y a la Municipal, convocará a los electores del nuevo municipio para que elijan los concejales que en su día han de constituir el Ayuntamiento. Los Concejales así designaos tendrán, hasta la fecha en que se constituya la nueva Corporación, el carácter y atribuciones limitadas de representantes del nuevo Municipio, encargados de practicar la demarcación y las demás divisiones a que se refiere el artículo 6º de la ley Municipal, procediendo ppara ello juntamente con un número igual de Concejales del Ayuntamiento de Aguilar, que éste designará, y bajo la presidencia del Ingeniero Jefe del Servicio agronómico catastral de la provincia.
      La Junta a que este artículo se refiere quedará constituida dentro del mes siguiente a la elección de los representantes del nuevo Municipio, y podrá deliberar con la presencia de la mayoría absoluta de las personas que deban formarla, debiendo terminar su cometido dentro de los cuatro meses siguientes a la fecha de su constitución, la cual se anunciará, como sus acuerdos en el Boletín Oficial de la provincia.
      Artículo 3.º Terminada en los plazos y forma que el artículo anterior establece la misión de la Junta, los Concejales electos del nuevo Municipio procederán inmediatamente a constituir su Ayuntamiento con el término y patrimonio que, según los acuerdos dictados, resultare, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva, si contra dichos acuerdos se interpusiesen recursos. Estos procederán directamente ante la jurisdicción contencioso-administrativa, y en primera instancia ante el Tribunal provincial de Córdoba, con sujeción a lo establecido en los preceptos que regulan aquella.
      Por tanto:
      Mandamos a todos los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente ley en todas sus partes.
      Dado en Palacio a dieciocho de junio de mil novecientos doce.
YO EL REY
El Ministro de la Gobernación
Antonio Barroso y Castillo

      Moriles era ya un municipio independiente que esperaba la próxima constitución de su primer Ayuntamiento, pero la política conservadora de Aguilar no va a cejar en sus presiones en contra de la segregación y de la demarcación del término del nuevo municipio, apareciendo incluso algunas sesiones de la corporación municipal de Aguilar con firmas de actas pidiendo se suspenda el proceso de emancipación.(5) El propio Fernández Jiménez, conocedor de estas presiones, pide en la sesión del Congreso del día 20 de junio que se hagan "escrupulosamente" las elecciones de concejales, tanto en Aguilar como en Moriles, denunciando las coacciones y abusos cometidos por el alcalde de Aguilar.(6) Desavenencias que van a tener fuertes repercusiones no sólo en el proceso de segregación del término, que ha llegado a durar cerca de 90 años, sino también en la vida local del nuevo municipio.
      El primer enfrentamiento lo vamos a encontrar el 14 de julio de 1912, apenas tres semanas después de la publicación de la Ley emancipadora, durante la visita del señor Fernández Jiménez al recién creado municipio de Moriles.(7) En tono triunfalista, el corresponsal del Diario de Córdoba narra dicha visita y la calurosa acogida de que fue objeto por parte de todo el vecindario. Llama la atención que el lugar elegido para recibir al diputado liberal y desde donde éste se dirigió al pueblo, fuese el domicilio de Álvaro Agraz Albalá, hermano del jefe local del partido conservador Antonio María Agraz Albalá, desde cuyo balcón, frente al paseo, “dirigió la palabra al pueblo en masa, allí congregado”. El clima de la celebración fue de júbilo y tranquilidad, pero turbado, según el corresponsal, por la presencia de fuerzas de seguridad enviadas por el alcalde de Aguilar:
      La respuesta del alcalde Claudio Sánchez a este artículo no se hizo esperar. El liberal barrosista, declaraba en el mismo Diario el 20 de julio, llamando aún Zapateros a la ya nueva villa de Moriles, que era falso que él hubiese enviado fuerzas de seguridad a la localidad y que el clima de tranquilidad se debió al tacto del alcalde pedáneo que no mandó suspender el acto a pesar de que no había sido comunicado a su autoridad. El alcalde pedáneo era Francisco de Paula Perailes Lara y el suplente, José Pérez Olea, ambos del partido conservador, lo cual, junto al hecho de que fuese Álvaro Agraz Albalá quien recibiera en su casa al diputado Fernández Jiménez, nos hace reforzar la teoría de que en la nueva villa los intereses por la segregación no coincidían exclusivamente con la pertenencia a un determinado partido.
      A pesar de la oposición aguilarense, el desarrollo de la Ley del 18 de junio seguía su curso y según el artículo 2º de la misma, el Gobernador convoca elecciones en el municipio que se celebraron el día 28 de julio siguiente. El proceso electoral se pone en marcha presentándose dos listas de candidatos: por una parte una candidatura conjunta de barrosistas y conservadores y por otra la de los fernandistas. Cada elector podría elegir a seis candidatos. La campaña electoral debió de ser oscura y reñida puesto que, al final de la misma, la coalición de barrosistas y conservadores publica un manifiesto por el que se retiran de las votaciones ya que en la aldea se había hecho ver que las candidaturas no formadas por correligionarios de Fernández Jiménez son “enemigas y traidoras.” El antiguo acuerdo de unanimidad, parece que comenzaba a romperse a medida que se acercaba el momento de acceder al gobierno municipal. La coalición que había abandonado la lucha electoral estaba formada por los candidatos Francisco Perailes Lara, Rafael Chacón Fernández, Antonio Cabrera Muñoz, Francisco Solís Torres, Francisco de Paula Agraz Albalá, y Antonio María Agraz Albalá.(8) . El 28 de julio fue elegida la única lista que se presentaba, siendo proclamados los siguientes candidatos: Pedro Contreras Onieva, Manuel Fernández Alcalá, Nicolás Molina Jerez, José M. Aguedo Romera Carmona, Miguel Estrada Lara, Francisco Galindo Maqueda, Rafael Cabezas Pino, Francisco Chacón Fernández y Serapio Molina Jerez, todos liberales del señor Fernández Jiménez.(9) El diario La Correspondencia de España, daba esta otra nota de prensa el día 30 de julio:
      El Gobernador de Córdoba comunica al ministro de la Gobernación que se ha celebrado la elección de concejales para constituir el nuevo Municipio de Los Moriles, habiendo sido elegidos nueve liberales sin incidente alguno. (Edición de la mañana, página 7)
      Fernández Jiménez se había asegurado un electorado fiel en la aldea con la segregación, pero había conseguido dividir en dos bandos irreconciliables a sus habitantes.
      Los seis meses siguientes hasta terminar el año, van a estar marcados por las irregularidades, protestas, recursos y contrarrecursos que la iniciación del proceso de delimitación del término originó entre ambas partes litigantes.(10) En Córdoba se crea, en cumplimiento del artículo segundo de la Ley, la Junta de Deslinde de los términos municipales de Aguilar y Los Moriles, formada por los concejales electos en Moriles el 28 de julio y otros nueve que fueron nombrados entre los ediles del Consistorio municipal aguilarense: Claudio Sánchez González, José Pérez García, Francisco Toro González, José Toro Gutiérrez, Baltasar Rincón Tienda, Francisco Rubio Castro, Juan Aragón Luque, Francisco Cabezas Sauces y José Ladrón de Guevara y Aumente. Presidía la Junta El Ingeniero Jefe del Servicio Catastral Provincial don José Fernández Bordas quien cita por primera vez a los dieciocho miembros de la comisión para el día 23 de agosto a las once de la mañana en las oficinas del Servicio Agronómico Catastral con el fin de su constitución formal.(11) Los desacuerdos estuvieron presentes en todas las reuniones celebradas. Otro punto que hubo que solucionar fue el establecimiento de sesiones de información a los propietarios de las fincas afectadas por la segregación; se establecieron, por edicto del Presidente de la Junta, para el día 8 de octubre a las 9 de la mañana, en Zapateros en Plaza de S Jerónimo, num. 2 y en Aguilar en las Casas Consistoriales(12) . Por fin, el 31 de diciembre el Boletín oficial de la Provincia publica un edicto delimitando el término por acuerdo de la Junta y señalando las fincas linderas:
      El término municipal de la nueva villa de los Moriles ha quedado delimitado por las siguientes líneas: dejándolas en Aguilar y sirviendo de límites las fincas de los propietarios que siguen: ...camino de Puente Genil a Monturque, camino de Aguilar a Zapateros, camino de la Capilla a Aguilar, Camino de Puente Genil a Rute, Río de Lucena, término de Lucena y término de Monturque.(13)
      En el mismo edicto se fija la extensión del término municipal de forma provisional en 2.194 hectáreas, 65 áreas y 25 centiáreas, comprendiendo el término perteneciente a Castillo Anzur. Un recurso de Aguilar pretende reducir considerablemente el término quedando éste en una situación de provisionalidad que se va a prolongar en el tiempo y todos los esfuerzos y recursos de los sucesivos Ayuntamientos de Moriles van a resultar inútiles(14) pues en 1952, una sentencia del Tribunal Supremo (BOE del 25 de febrero de 1952, p.870) revocaba la Orden Ministerial de enero de 1947 que establecía los límites según lo dispuesto por el Instituto Geográfico y Catastral que favorecía los intereses de Moriles. Esta sentencia, que forma parte de la colección legislativa, fue sancionada por el Ministerio de la Gobernación y está redactada en los siguientes términos:
MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN
      Orden de 21 de febrero de 1952 por la que se dispone se cumpla en sus propios términos la sentencia de 21 de diciembre último, dictada por la Sala cuarta del Tribunal Supremo en el pleito contencioso-administrativo núm. 1.639 promovido por el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba), contra Orden del Ministerio de la Gobernación de 15 de enero de 1947.
      Excmo. Sr.: Por la Sala cuarta del tribunal Supremo y en pleito contencioso-administrativo núm. 1.639, seguido entre el Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba), demandante, y la Administración General del Estado, demandada, ha recaído sentencia con fecha 21 de diciembre último, cuya parte dispositiva dice así:
“Fallamos: Que declarando haber lugar al recurso interpuesto por la representación del Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera contra la Orden del Ministerio de la Gobernación, comunicada en quince de enero de mil novecientos cuarenta y siete que fijó como línea límite entre los términos municipales de Moriles y Aguilar de la Frontera, ambos de la provincia de Córdoba, la marcada por la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral en su dictamen de siete de enero de mil novecientos cuarenta y cuatro, como consecuencia del deslinde practicado, debemos revocar y revocamos la expresada Orden Ministerial, dejando sin valor el deslinde y fijación de línea límite entre los referidos términos municipales que aprobó la resolución impugnada.
      Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en el BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO e insertará en la “Colección Legislativa”, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.- Alejandro Gello.- José María Cremades.- Manuel G. Alegre.- Ignacio de Lecea.- Luis Cortés.- Adolfo García.- Manuel Moreno.- Ismael Rodríguez Solano.- Rubricados.”
      En su vista, este Ministerio, en cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 83 y 84 de la Ley Orgánica de la jurisdicción Contencioso-administrativa, ha dispuesto se cumpla en todos sus términos la referida sentencia.
      Lo que con devolución del expediente comunico a V.E. para su conocimiento y a los efectos indicados.
Dios guarde a V.E. muchos años.
Madrid, 21 de febrero de 1952.
PÉREZ GONZÁLEZ
Excmo. Sr. Gobernador Civil de la provincia de Córdoba
      Actualmente, y después de dicha sentencia, el término municipal ha quedado reducido a 1.957 hectáreas, el más pequeño de la provincia cuyo promedio es de 18.290 hectáreas.(15) En 1997, con el fin de solucionar el problema del límite con el término municipal de Lucena, se alteran ambos por el Decreto 212/1997 de 16 de septiembre (BOE del 29 de noviembre 1997) por el que se aprueban segregaciones de parte de términos entre Moriles y Lucena.
      Con estos escasos recursos materiales Moriles se lanza a la oscura aventura de su independencia que va a comenzar el día uno de enero de 1913 confiando, eso sí, en el corazón de los morilenses, grande y arrojado, que no ha reparado en sacrificios para superar las dificultades que los avatares de su historia le han ido deparando.
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NOTAS
1.- Diario de Córdoba, 1 de febrero 1912,p. 2

2.- Diario de Córdoba, 29 de junio de 1912, p.2
3.- DIARIO DE CÓRDOBA, 12 de febrero de 1912, p. 1
4.-Diario de Córdoba, 12 de mayo de 1912, p.3
5.- MAESTRE BALLESTEROS, ANTONIO, Historia de la Aldea de Zapateros Siglos XVII-XX. pp. 296-300
6.- DIARIO DE CÓRDOBA, 21 de junio de 1912, página 3
7.- Diario de Córdoba del 17 de julio de 1912, página 2. Ver el texto íntegro de la noticia en la entrada del 4 de noviembre de 2010, “Visita triunfal de don José Fernández Jiménez a la nueva villa de Moriles” en el blog “Radicalia” (antocor.blogspot.com)
8.- El Defensor de Córdoba, 29 de julio de 1912
9.- DIARIO DE CÓRDOBA, 29 de julio de 1912.- pag. 3
10.- CORTÉS CORTÉS, ANTONIO. El problema del término municipal: un proceso inacabado. Moriles, Estudios Históricos, pp. 48-52
11.- DIARIO DE CÓRDOBA, 17 de agosto de 1912, p.2
12.- BOLETÍN OFICIAL DE LA PROVINCIA, 1º de octubre (Ver Diario de Córdoba, 3 de octubre de 1912, p. 2)
13.- DIARIO DE CÓRDOBA, 2 de enero de1913. Pag. 2
14.- CORTES CORTES A. Ibíd.

15.- LUIS LÓPEZ BELLIDO Y OTROS, El viñedo, el clima y el suelo de Montilla-Moriles. Ministerio de Agricultura, 1980

sábado, 8 de octubre de 2011

Notas y Testimonios sobre bandolerismo en Zapateros y Moriles

Por Antonio Cortés Cortés, Cronista oficial de Moriles
Francisco Ríos, el Pernales, último representante
 del bandolerismo andaluz
    
  No hay datos que sitúen a la aldea de Zapateros o a Moriles como cuna o campo de acción directa del bandolerismo, pero dada su situación geográfica de cruce de caminos (Córdoba-Málaga, Sevilla-Málaga, Cabra-Puente Genil, Aguilar-Lucena, etc.), no lejos de Sierra Morena y a un paso de la Subbética, y la abundancia de cortijos y lagares en su término, no es de extrañar que estas tierras se viesen recorridas con frecuencia por bandidos, bandoleros o salteadores de caminos. De hecho, cuando la aldea de Zapateros intenta su emancipación en 1842, un grupo de vecinos de Aguilar, propietarios en los pagos de Moriles y Zapateros, dirigen una carta a la Diputación Provincial razonando la inconveniencia de tal emancipación aduciendo entre otras razones que la zona de Zapateros y los Moriles reunía las mismas condiciones favorables para convertirse en semillero y guarida de ladrones que las aldeas de el Rubio o Matarredonda, famosas ya en los años de 1820 por convertirse en refugio de partidas de bandoleros que atacaban las propiedades de los hacendados de Puente Genil, Osuna, Ecija o Aguilar.(1)
      El bandolerismo es tan antiguo como la miseria y la explotación de los más débiles, y aparece unido al hambre provocada por la injusticia de los poderosos o por el mal reparto de la riqueza. Estos bandidos o bandoleros han pasado a la historia rodeados de un aura de leyenda, como aventureros románticos; pero también existe otra interpretación más prosaica de este fenómeno: el bandolero es un malhechor que ataca, roba y mata, para enriquecerse a costa de lo ajeno.
Pero al margen de estereotipos, desde Grecia, Roma o la Edad Media, conocemos la existencia de bandoleros; los más recientes en Andalucía los encontramos en el siglo XIX, surgidos de las partidas de guerrilleros que habían luchado contra el ejército napoleónico en la Guerra de la Independencia. La política militar del absolutismo de Fernando VII, al limitar el acceso de estos guerrilleros al ejército, favoreció la aparición de partidas o cuadrillas como las de Juan Delgado, los siete Niños de Écija, Juan Palomo o José María el Tempranillo. Durante las Guerras Carlistas (1833-1876) se produjo un fenómenos parecido. Lo cierto es que estos personajes han entrado en la leyenda y en la memoria colectiva y que a partir de la publicación de las Memorias de “el Vivillo” en 1912, este fenómeno se convierte en un nuevo producto de consumo de masas.
      La primera noticia que relaciona nuestro pueblo con actos de bandidaje la encontramos en el año 1855, en un asalto que sufrió don Juan Burgos cuando regresaba a Aguilar de su lagar en los Moriles, junto con dos amigos: "Cerca del pueblo de Aguilar y en el sitio llamado de los Callejones, camino de los Moriles, y contra la vereda de Soñar, tres bandidos cogieron a don Juan Bautista Burgos que con otros amigos regresaba de su lagar. Uno de estos, llamado don Juan Herreros, logró fugarse y sólo Burgos y don Juan Galisteo quedaron en poder de los ladrones". Éstos consiguieron un botín de tres mil duros que aquellos entregaron a las pocas horas en 39 onzas de oro, con lo que pudieron regresar a casa. Puestos en alerta en Aguilar, salió una partida de nacionales en su busca llegando ya de noche al molino de Fernán Pérez, camino del Puente, y de la propiedad de don Joaquín del Castillo. Pernoctaba en él un hijo del dueño llamado Manuel quien a las voces de los nacionales para que abriesen la puerta, pensó que fuesen una partida de malhechores y se apostó armado tras aquella. Ante la negativa a abrir, los nacionales efectuaron una descarga a la cerraja con lo que la puerta se abrió de par en par. Manuel del Castillo disparó al primero que se puso por delante dejando casi muerto en los umbrales de la puerta a un número de los nacionales.(2)
      Terminadas ya las guerras carlistas, fue el Bizco del Borge, quien atemorizaba a los ricos propietarios de Lucena y pueblos de los alrededores. Nacido en el pueblo malagueño de Borge el 2 de septiembre de 1837, mantuvo en jaque a la Guardia Civil de Málaga junto con otros bandoleros de la partida de Melgares. Acosado por la Benemérita en aquella provincia y al quedar él sólo de su partida, huye de Málaga(3) y se viene a ocultar en la provincia de Córdoba, en Lucena y su comarca, donde encuentra protección en los cortijos a cambio de dinero. En mayo de 1889 fue delatada su presencia en el Cortijo Grande por el administrador de éste, Cándido López, antiguo político provincial que debía algunos favores al Borge. Organizada una batida por la Guardia Civil, fue encontrado en un olivar del Pilar de la Dehesa donde fue abatido el día 21 de mayo de ese año.(4) Según otras fuentes el lugar sería la vereda del Cristo Marroquí.(5) Tenía entonces 52 años. Su memoria aún se recuerda por estos lugares, como el testimonio que recoge Francisco Ojeda Leiva de su abuela, Araceli Romera, que contaba que de pequeña había oído hablar de él y que se refugiaba en las Navas y a veces en la aldea de Zapateros, en el lagar de Pollero. Sobre su muerte también se habló de que había sido envenenado en el cortijo Grande de Lucena y luego expuesto a los disparos de la Guardia Civil, simulando una batida. Esta versión confirma los recuerdos de los relatos oídos en su niñez por Araceli Romera. La partida de defunción, inscrita en el Registro Civil de Lucena, (sección 3ª, tomo 43, folio 327) da la versión oficial de los hechos:
      "En la ciudad de Lucena, a las cinco de la tarde del día veinticuatro de mayo de mil ochocientos ochenta y nueve, (...) inscripción en este Registro Civil de la defunción de Luis Muñoz García, conocido por “el Bizco de Borge”, natural de Borge, término municipal del mismo, partido de Colmenar, en la provincia de Málaga, sin vecindad conocida, oficio, el de sus crímenes, como de cincuenta y dos años de edad, casado, falleció como a las seis de la tarde del día veintiuno del actual en un olivar situado en la vereda que desde el Pilar de la Dehesa conduce al Cristo de Marroquí, en este término, a consecuencia de una herida en el costado derecho causada por un disparo de arma de fuego, según dictamen facultativo, hecho por la fuerza de la Guardia Civil del puesto de esta población.
      (...) Y que a su cadáver se le habrá de dar sepultura en el cementerio de María Santísima de Araceli, de esta población. (...)"(6)
      Otro interesante testimonio, el de Juan Manuel Béjar, nos va a trasladar a los años de 1900 a 1907, cuando las partidas de los famosos bandoleros y caballistas de Estepa campaban por toda la comarca estepeña entre las provincias de Málaga, Sevilla y Córdoba. El Comandante Casero, militar natural de Estepa y autor de un estudio sobre el bandolerismo local, presenta una lista de hasta 133 malhechores clasificados como de primera y de segunda categoría. Entre ellos están El Pernales, el Rubillo, el Soniche, el Vivillo, el Reverte, el Niño de la Gloria, Canuto, Niño Nuevo y otros que, o bien formaban parte de alguna partida importante o bien capitaneaban alguna otra de menor importancia. El caso es que, según este autor, en Estepa a los bandidos se les llamaba “muchachos” o simplemente “caballistas” y que sus cuadrillas pasearon triunfalmente la campiña estepeña durante largos años con la connivencia, cuando no con la ayuda, de autoridades y caciques locales. Traficaban con ganado y eran aficionados a las cacerías en los cortijos. A partir de 1904 se intensifica la persecución por parte de la Guardia Civil, pero ellos seguirían siendo protegidos por la gente de su ciudad y por muchos caciques, propietarios y autoridades locales de los alrededores.
      Cuenta Béjar que su bisabuelo, "Álvaro Agraz Albalá, aficionado a la caza con galgos, fue invitado a una cacería en tierras cercanas a Puente Genil. En ella participaban cazadores de dicho pueblo y de poblaciones de su entorno, llegando a trabar amistad con varios individuos que paladearon el famoso vino de Los Pavos. Posteriormente, invitó a algunas de las personas con las que departió ese día, a una cacería en Moriles." Más tarde tuvo conocimiento de que una de esas personas se encontraba detenida en las dependencias de la Guardia Civil de Aguilar. Alvaro Agraz utilizó su influencia política dentro del partido conservador (era hermano del jefe local del partido en Zapateros, Antonio María Agraz Albalá, y más tarde fue alcalde de Moriles en 1918) para pagar una fianza y poner en libertad a quien ya consideraba su amigo. Y continúa Juan Manuel Béjar: “Transcurrió el tiempo y mi bisabuelo Álvaro dispuso acudir a la Feria del ganado de Estepa, con un tropel de mulos, burros, potros y caballos. Una vez salieron de Moriles y se adentraron en caminos y veredas rumbo a Puente Genil, comprobaron que eran seguidos a lo lejos por dos personas. Cuando tuvieron certeza de su seguimiento, el miedo se apoderó de ellos y aún más cuando observaron cómo se acercaban hasta llegar a su altura.” Luego, estas dos personas manifestaron –según contaba su madre- que habían sido enviadas por el jefe de una partida de bandoleros para acompañar y proteger la expedición de caballerías de Álvaro Agraz. Y concluye su relato: “En medio del desconcierto continuaron su camino y llegados a las afueras de su destino se acercó al grupo de mi bisabuelo una persona a caballo que resultó ser una de las que cazó con él, una de las que le acompañó en Moriles y aquél al que pagó la fianza en Aguilar. Se saludaron y le preguntó si había hecho un buen camino. Mi bisabuelo le contó lo sucedido y tal persona le dijo que los amigos están para cuidar de sus amigos a los que le están agradecidos. De igual forma, le dijo que cada vez que saliera de Moriles con ganado o cosecha que estuviera tranquilo que nadie iba a ponerlos en peligro porque él velaría para que así fuese. Según cuenta mi madre, en ese momento se presentó como el jefe de una partida de bandoleros conocido como "El Nene". En varias ocasiones visitó en Moriles a mi bisabuelo, siempre solo. Pero lo más sorprendente de todo es que cumplió, desconozco durante cuánto tiempo, su promesa de velar por la seguridad de ganado y carretas de mi abuelo Álvaro sin que éste le avisara en momento alguno de lo que iba a hacer o a dónde se iba a dirigir. Ello nos hace pensar que tenía confidentes o quién sabe si algún miembro de su partida que fuera de nuestro pueblo o que viviera en el mismo.”
      Este revelador relato nos sumerge de lleno en el mundo del bandolerismo estepeño, presentando todas sus características. El jefe de la partida se presenta como “el Nene” (tal vez fuese “el Niño”), y ya hemos visto que en Estepa los bandoleros eran llamados “muchachos” o “niños”(7) y con ese nombre destacaron “el Niño de la Gloria” y “Niño Nuevo”, por lo que poco nos aporta a su identificación, pudiéndose tratar de cualquiera de los numerosos bandoleros estepeños. ¿Pudo ser el propio Pernales? ¿Tal vez el Niño de la Gloria? Pudo haber sido incluso el “Vivillo” quien solía frecuentar las partidas de caza en los cortijos de la zona, sobre todo el cortijo de Navalcarnero, propiedad de un cuñado del alcalde de Pedrera, no lejos de Puente Genil.(8) Pero por el testimonio de su frecuente presencia en Zapateros en casa de Álvaro Agraz, cabría pensar que se tratara del propio Pernales, protector de caciques y autoridades locales, a cambio de otros favores de encubrimiento y falsas noticias sobre su paradero, que pudo pasar algún tiempo en la aldea de Zapateros como veremos más adelante.
      De “el Pernales” recogemos otros dos testimonios que coinciden en su contenido: por un lado Francisco Ojeda me envía el siguiente, recogido de su abuela paterna a través de su padre: "También mi padre me contó que cuando su madre (mi abuela Juana Mª Cortés) tenía unos 5 ó 6 años, recordaba que una vez se paseó por Zapateros el Pernales, montado en un gran caballo, y que a ella y otros chiquillos que se quedaron mirando les dio unas monedas de plata." Por otro lado está el testimonio directo de Paula Contreras:(9) "Bueno, pues hablemos de los bandidos. Seguro que has oído hablar del Pernales, del Vivillo, de Diego Montes y un largo etcétera. Haz un esfuerzo de memoria: trasládate a casa de mi sobrino Rafael; antes hay una casa cuyo dueño no sé quién es, pero que yo la guardo en mi cerebro como estaba cuando vivía en ella Amalia Bergillos y me parece contemplar la preciosa casita de muñecas y el maravilloso reloj de sonería digno de presidir el salón de un palacio. Manuel Mármol Bergillos –creo que se llama Manuel y vive frente al Ayuntamiento- nació en esa casa. Pues en la fachada de esa casa, adosada cabe la ventanita más cercana a la de mi sobrino Rafael, había una enorme roca alargada que venía como anillo al dedo para que las mujeres pudieran montar en los mulos, sirviéndose de ella a modo de escalón. Pues en esa roca, un bandido, ¿el Pernales? ¿el Bizco Borge?, con aspecto místico en gracias a la sotana que vestía, montó en una caballería, cuando clareaba el día y le atizó fuerte para una galopada en dirección a Puente Genil; lo observó Josefa, la mujer de Manolito Canó y por las botas y por el gesto que llevaba al pasar por su puerta, y por el arte al montar apartando con destreza la sotana, supo o intuyó que sería el Pernales.
      ¿Curioso? Muy curioso. Más curioso aún lo que escuché en boca de un guardia civil retirado: Fue en las Mendozas; entró el Pernales con toda la partida; una pareja que estaba en la finca, se refugió en una escalera temblando por si alguno de aquellos hubiera tenido la humorada de subir a inspeccionar los altos de la casa; felizmente para la pareja, los bandidos tenían prisa; se calentaron un poco en la chimenea, bebieron y picaron y se marcharon."
      Lo curioso es que los dos testimonios coincidan en algo importante: el bandolero montaba un gran caballo y el jinete utilizó una enorme roca para montar su caballería. Un jinete como Pernales, que apenas alcanzaba el metro y medio de altura, hacía que su caballo pareciese como de mayor tamaño y es normal que necesitara la ayuda de una roca para montar un caballo de tal envergadura. Era un hábil jinete, como observó Josefa, la mujer de Manolito Canó, y dominaba perfectamente su veloz caballo Relámpago.
     Pernales conocía al detalle los caminos que unían Zapateros con las localidades vecinas. Estaba acostumbrado a recorrerlas y refugiarse en la aldea. En el cortijo de don Rafael Moreno, en el camino de Zapateros a Puente Genil y Aguilar, cuatro jinetes pasaron un día cerca de las yuntas que estaban arando; se trataba de los famosos y temidos bandoleros el Reverte, el Niño de la Gloria, el Canuto y Pernales. Éste pregunta por el aperador y un hombre se adelanta. Pernales pregunta: -¿Sabes quién soy? – Sí –responde el otro. – Pues bien, agarra ahora mismo y ve a ver a don Rafael y dile que el Pernales le pide mil pesetas. Y cuidadito con avisar a los Civiles.- El aperador marcha a casa de su amo y regresa con las mil pesetas.(10)
      Desde que en mayo de 1907 la partida de Pernales fue sorprendida cerca de Villafranca de Córdoba, donde murió el Niño de la Gloria y fue apresado el Reverte, aquél se va a mover de un lado para otro intentando desorientar a la Benemérita junto con su nuevo acompañante, el Niño del Arahal. El mes de julio ambos bandoleros aparecen en una finca del término de Écija, pero al verse descubiertos se internan en la provincia de Córdoba. La prensa de la época narra cómo tras ser descubiertos el 19 de julio en el término de Puente Genil, huyendo de la Benemérita, marcharon hacia la aldea de Zapateros(11) y, al parecer, su centro de operaciones va a ser el término de Aguilar y los pagos de los Moriles y Zapateros donde sabían que pasarían desapercibidos. La presencia de Pernales y el Niño del Arahal en Zapateros está muy documentada durante los últimos días de julio y primeros de agosto de aquel año. Fue muy difundida la anécdota ocurrida sobre el 20 de julio en la carretera de Aguilar a Zapateros cuando Pernales detuvo el carruaje que conducía al rico propietario y diputado por Lucena don Vicente Romero acompañado de su esposa e hijos.(12) El Pernales, con gran cortesía, pide al diputado que le entregue mil pesetas pero como éste no llevaba consigo esa cantidad, le enseñó algunas monedas de plata que llevaba en los bolsillos ofreciéndoselas. Como el bandido contestó altivamente que él no era un mendigo, las señoras se inquietaron a lo que Pernales intentó tranquilizarlas diciéndoles con una sonrisa: -No tengan ustedes cuidado, que yo no soy un criminal.(13) Pocos días después, a primeros de agosto de ese año, regresaban de Zapateros de realizar el levantamiento de un cadáver, el juez de Aguilar don José Castillo, el forense don José Paniagua, el escribiente don Timoteo Sánchez y un hijo de éste (que luego fue secretario del Ayuntamiento y del Juzgado de Moriles en 1919). Viajan en un coche tirado por tres mulas. Al llegar al pago de los Moriles, cerca del lagar de Benavides, propiedad del exdiputado don Juan Burgos, ven a dos jinetes parados en medio del camino. Éstos, al divisar el carruaje se apartan colocándose entre los olivos. Ninguno de los ocupantes del carruaje dudaron que se trataba de Pernales y el Niño del Arahal gracias al testimonio de don Timoteo que había conocido personalmente a Pernales. El propio don Timoteo manifestaba más tarde que “los bandidos sabían, por las muchas confidencias que reciben, que íbamos a pasar y prepararon ese golpe de efecto.” (14)
      A esta época debe referirse el testimonio de Álvaro Moreno Flores en Facebook, que narra cómo su bisabuelo Gabriel Moreno dio cobijo una noche en el lagar de Pollero a Pernales, despistando a la Guardia Civil que pasaba por allí de ronda. Aún guarda la moneda, con una marca hecha con la navaja, que Pernales le dio en recompensa a su bisabuelo. Pero a partir de mediados de ese mes de agosto la persecución y el cerco a Pernales se fueron intensificando y éste hubo de pasar hacia la provincia de Jaén buscando refugio en la Sierra de Alcaraz, acompañado de su inseparable “Niño del Arahal” que le acompañará hasta acabar ambos acribillados por la Guardia Civil cerca del pueblo albaceteño de Villaverde del Guadalimar, el 31 de agosto de 1907.(15) Francisco Ríos González, “Pernales”, había nacido en Estepa el 23 de julio de 1879.
los que capturaron al Bandido Tamajón
 (foro del lagarto-fotos antiguas de Cabra)

      Pero no terminan las historias de bandoleros con Pernales, a pesar de haber sido llamado ”el último bandolero”. En 1914, Domingo Ruiz, el Rubio de Tamajón, se fuga de la cárcel de Cabra donde estaba por haber matado a un guardia jurado de la Comunidad de Labradores. Era de Cabra y dicen que solía ir montado sobre una yegua, de bella estampa y gran resistencia, llamada Mohina. Comenzó a ser conocido por el robo a un propietario de Doña Mencía y al candidato por el distrito señor Cavanna, en la carretera de Baena.(16) Este bandido fue capturado en el lagar de Santa Rosalía, del Término de Monturque, entre Aguilar y Moriles.(17)
       Con estos testimonios y estas noticias, Moriles recupera también sus pequeñas historias de bandoleros y, tal vez, llevaran razón aquellos propietarios de Aguilar que se oponían a la emancipación y la aldea terminara convirtiéndose, si no en semillero, sí, al menos, en refugio de bandoleros que se sentían protegidos, entre la pobreza y miseria del entorno, por los propios lugareños que entre admiración y temor, los respetaban, y por políticos y caciques que los protegían a cambio de otros favores.
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Notas:
(1) AMA, Correspondencia suscrita por vecinos y propietarios referente a la aldea de Zapateros, leg. 1480.11, 16/07/1842. (Cortesía de Francisco Ojeda Leiva)
(2) Diario de Córdoba del 22 de mayo de 1855, página 3
(3)La Correspondencia de España, 24 de mayo de 1989, p. 1
(4)Diario de Córdoba, 25-05-1889, p. 3
(5) La Correspondencia de España, 24 de mayo de 1889, p. 1
(6) Francisco Montoro “LA MUERTE DEL BIZCO” prensaaxarquia.com
(7) Recuérdense también los famosos “Niños de Écija” o los “Niños de Guadix”, y el propio “Niño del Arahal” quien se unió a Pernales acompañándole hasta su muerte
(8) La Correspondencia Militar, Madrid, 15 de noviembre de 1900, y Diario de Córdoba, 14 de julio de 1906, p. 2.
(9) Carta a Antonio Cortés, fechada en Puerto Real el 18 de julio de 1989
(10) Blog “páginas del bandolerismo”. Francisco Ríos González “El Pernales”
(11) PERNALES EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA en Diario de Córdoba, 23 de julio de 1907, p. 2
(12) EL BANDIDO “PERNALES” en ABC, 23 de julio de 1907, p. 2
(13) NI MENDIGO NI ASESINO en La Correspondencia de España, 23 de julio de 1907, p. 1
(14) Blog “páginas del bandolerismo”. Francisco Ríos González “El Pernales”. Véase la noticia narrada por el Diario de Córdoba del 11 de agosto de 1907, p. 3
(15) La muerte de Pernales en El Defensor de Córdoba, 2 de septiembre de 1907, p. 2
(16) ABC 28 de febrero de 1914, p. 7 y LA VANGUARDIA, 1 de marzo de 1914, p. 10
(17) La Correspondencia de España, 15 de marzo de 1914, p. 3 y ABC 28 de marzo de 1914, p. 7
Ayamonte, agosto de 2011
(Publicado en Moriles, Revista de Feria, octubre 2011)

El origen de Moriles en el recuerdo de Paula Contreras

En julio de 1984 (tenía entonces 73 años), Paula Contreras, accediendo a una petición mía, plasmaba sus primeros recuerdos sobre Moriles en una densa y amplia carta que, por su contenido, creo debo poner al alcance de todos los seguidores de este blog. La divido en cinco páginas según su contenido.