Antonio Cortés Cortés
Cronista oficial de Moriles
Repasando hace unos días algunos papeles antiguos, di con una tarjeta que Paula Contreras me envió el 8 de junio de 1990, seis días después de la presentación en Moriles de su novela "Historia de un pueblo sin historia", primera de su maravillosa trilogía basada en la historia de Moriles. En ella me pedía que le enviara las palabras que en dicha presentación dije sobre su persona y su novela. Han pasado ya once años (y mucho ha llovido desde entonces) y la verdad es que no recuerdo si le envié o no esas palabras. Por eso, y tratando de acortar la distancia que nos separa con un nuevo encuentro en esta Revista de feria, y para que las nuevas generaciones de morilenses sepan que ahí está Paca Contreras y su obra con su memoria prodigiosa, la memoria de los comienzos de un pueblo, voy a reproducir el texto de aquellas palabras de presentación con el deseo de que esta memoria de Moriles dure para siempre.
Moriles, 2 de junio de 1990.
Antes de presentar en este sencillo acto a la autora de la novela "Historias de un pueblo sin Historia", quisiera dejar bien clara la importancia que este hecho tienen para Moriles y la importancia de que un grupo de morilenses esté aquí presente demostrando que la cultura ya no es algo ajeno a nuestro pueblo. Realmente podemos decir que hoy es un día importante para Moriles porque nace un libro, una novela escrita por una morilense, que narra unas historias apasionantes en un marco maravilloso de sensibilidad humana y ternura que dan vida y actualidad a nuestro pueblo cuando aún no era más que una pequeña aldea.
De todos los libros que han llegado a mis manos, sin duda alguna que éste, que esta noche se presenta en Moriles, tiene para mí un significado especial. Después de haberlo leído y haber experimentado tantos y tan intensos sentimientos durante su lectura, se me agolpan infinidad de ideas que quisiera decir a la vez y que no hacen sino hacerme más difícil su presentación en pocas palabras junto a su autora.
Paula Contreras, Paca, como todos la conocéis, nació un año antes que Moriles en el lagar de los Motivos; agonizaba la aldea de los Zapateros cuando ella nacía. Yen esa agonía frenética, de la aldea, alumbrando la vida de un nuevo pueblo, nació Paca llena de aldea, de pueblo, de campo, de gente humilde y trabajadora, de chozas de jornaleros, de las hierbas y las flores de los vallados, del aire de las viñas y los olivos, del agua de los arroyos... Paca ha guardado desde siempre la voz de su tierra y esa voz es la que ahora sale y habla por ella en este libro.
Curiosamente, al leerlo, no pensaba, como sería natural, en su autora, sino que algo mágico y extraño hacía que pensara en mí mismo, sintiéndome como parte de aquella historia, de aquella tierra, de aquellas gentes de la novela. Y es que la novela de Paula Contreras tiene el poder evocador de la tierra que nos llama y nos atrae hacia nuestras propias raíces.
Yo conocí a Paca no hace mucho, hacia 1983, a raíz de mi nombramiento como Cronista Oficial de Moriles y las publicaciones de las Revistas de Feria y del Periódico "Moriles". Me alegró mucho saber que una paisana nuestra, maestra de escuela, guardaba tantos y tantos secretos de la historia de nuestro pueblo, de esa historia que no está escrita en los archivos ni en los libros, sino en las gentes, en los campos, en el aire... El cronista busca un dato para reconstruir la historia, o al menos para acercarse a ella, el escritor, el poeta, la recupera íntegra, como por inspiración, y crea su propia historia que tal vez sea más verdadera.
Con tu novela, Paca, has hecho algo que tal vez ni pensabas siquiera: has encontrado nuestras raíces como pueblo. Todos los lugares de la antigua aldea de los Zapateros están ahí desde siempre y para siempre: los pequeños cerros, los caminos, la Huerta, los Granados, la antigua iglesia y el cementerio, lagares, cortijos y campo, mucho campo lleno de historias de amor, de sufrimiento, de sudor, de engaños, de muerte. Y todos tus personajes (Tole, Maria, José Manuel, Crucita, Morachita, María Victoria, don Diego, Dolores, Ramón, Dieguito, don Emilio y el tío Goro) están aquí y ahora, vivos y presentes todavía. Ellos nos van enseñando en la novela la importancia que tiene el estar vivos, la importancia de esas cosas insignificantes y que apenas miramos: el color de la tierra, la presencia de un jaramago, el olor del aire, la respiración, el sudor de los cuerpos, el vaho, el aliento, los pequeños sonidos que trae el aire, el brillo de los ojos, el movimiento de un cuerpo al andar...
Con la presentación de tu obra -finalista del premio Nadal- en Moriles, das un paso más en una serie de presentaciones de la misma que empezara en Puerto Real, donde vives y has encontrado el calor necesario para dedicarte a tu tarea de esposa, madre y escritora. Ayer fue en Córdoba; luego vendrán Cádiz y Jerez. Pero ya verás cómo estos amigos de Moriles van a leer tu Obra con unos ojos distintos a los demás, porque cuando tú hablas en la novela, no eres tú, sino la tierra de Moriles que entró en ti un día cuando la aldea de Zapateros agonizaba, y hoy sale fuera hecha libro, hecha vida, hecha poesía.
Gracias, Paca, por tu Obra, en nombre de Moriles.
(Publicado en Moriles, Revista de Feria, octubre del 2001)
Cronista oficial de Moriles
Repasando hace unos días algunos papeles antiguos, di con una tarjeta que Paula Contreras me envió el 8 de junio de 1990, seis días después de la presentación en Moriles de su novela "Historia de un pueblo sin historia", primera de su maravillosa trilogía basada en la historia de Moriles. En ella me pedía que le enviara las palabras que en dicha presentación dije sobre su persona y su novela. Han pasado ya once años (y mucho ha llovido desde entonces) y la verdad es que no recuerdo si le envié o no esas palabras. Por eso, y tratando de acortar la distancia que nos separa con un nuevo encuentro en esta Revista de feria, y para que las nuevas generaciones de morilenses sepan que ahí está Paca Contreras y su obra con su memoria prodigiosa, la memoria de los comienzos de un pueblo, voy a reproducir el texto de aquellas palabras de presentación con el deseo de que esta memoria de Moriles dure para siempre.
Moriles, 2 de junio de 1990.
Antes de presentar en este sencillo acto a la autora de la novela "Historias de un pueblo sin Historia", quisiera dejar bien clara la importancia que este hecho tienen para Moriles y la importancia de que un grupo de morilenses esté aquí presente demostrando que la cultura ya no es algo ajeno a nuestro pueblo. Realmente podemos decir que hoy es un día importante para Moriles porque nace un libro, una novela escrita por una morilense, que narra unas historias apasionantes en un marco maravilloso de sensibilidad humana y ternura que dan vida y actualidad a nuestro pueblo cuando aún no era más que una pequeña aldea.
De todos los libros que han llegado a mis manos, sin duda alguna que éste, que esta noche se presenta en Moriles, tiene para mí un significado especial. Después de haberlo leído y haber experimentado tantos y tan intensos sentimientos durante su lectura, se me agolpan infinidad de ideas que quisiera decir a la vez y que no hacen sino hacerme más difícil su presentación en pocas palabras junto a su autora.
Paula Contreras, Paca, como todos la conocéis, nació un año antes que Moriles en el lagar de los Motivos; agonizaba la aldea de los Zapateros cuando ella nacía. Yen esa agonía frenética, de la aldea, alumbrando la vida de un nuevo pueblo, nació Paca llena de aldea, de pueblo, de campo, de gente humilde y trabajadora, de chozas de jornaleros, de las hierbas y las flores de los vallados, del aire de las viñas y los olivos, del agua de los arroyos... Paca ha guardado desde siempre la voz de su tierra y esa voz es la que ahora sale y habla por ella en este libro.
Curiosamente, al leerlo, no pensaba, como sería natural, en su autora, sino que algo mágico y extraño hacía que pensara en mí mismo, sintiéndome como parte de aquella historia, de aquella tierra, de aquellas gentes de la novela. Y es que la novela de Paula Contreras tiene el poder evocador de la tierra que nos llama y nos atrae hacia nuestras propias raíces.
Yo conocí a Paca no hace mucho, hacia 1983, a raíz de mi nombramiento como Cronista Oficial de Moriles y las publicaciones de las Revistas de Feria y del Periódico "Moriles". Me alegró mucho saber que una paisana nuestra, maestra de escuela, guardaba tantos y tantos secretos de la historia de nuestro pueblo, de esa historia que no está escrita en los archivos ni en los libros, sino en las gentes, en los campos, en el aire... El cronista busca un dato para reconstruir la historia, o al menos para acercarse a ella, el escritor, el poeta, la recupera íntegra, como por inspiración, y crea su propia historia que tal vez sea más verdadera.
Con tu novela, Paca, has hecho algo que tal vez ni pensabas siquiera: has encontrado nuestras raíces como pueblo. Todos los lugares de la antigua aldea de los Zapateros están ahí desde siempre y para siempre: los pequeños cerros, los caminos, la Huerta, los Granados, la antigua iglesia y el cementerio, lagares, cortijos y campo, mucho campo lleno de historias de amor, de sufrimiento, de sudor, de engaños, de muerte. Y todos tus personajes (Tole, Maria, José Manuel, Crucita, Morachita, María Victoria, don Diego, Dolores, Ramón, Dieguito, don Emilio y el tío Goro) están aquí y ahora, vivos y presentes todavía. Ellos nos van enseñando en la novela la importancia que tiene el estar vivos, la importancia de esas cosas insignificantes y que apenas miramos: el color de la tierra, la presencia de un jaramago, el olor del aire, la respiración, el sudor de los cuerpos, el vaho, el aliento, los pequeños sonidos que trae el aire, el brillo de los ojos, el movimiento de un cuerpo al andar...
Con la presentación de tu obra -finalista del premio Nadal- en Moriles, das un paso más en una serie de presentaciones de la misma que empezara en Puerto Real, donde vives y has encontrado el calor necesario para dedicarte a tu tarea de esposa, madre y escritora. Ayer fue en Córdoba; luego vendrán Cádiz y Jerez. Pero ya verás cómo estos amigos de Moriles van a leer tu Obra con unos ojos distintos a los demás, porque cuando tú hablas en la novela, no eres tú, sino la tierra de Moriles que entró en ti un día cuando la aldea de Zapateros agonizaba, y hoy sale fuera hecha libro, hecha vida, hecha poesía.
Gracias, Paca, por tu Obra, en nombre de Moriles.
(Publicado en Moriles, Revista de Feria, octubre del 2001)
hablas de una trilogía escrita por esta mujer, donde la puedo conseguir.
ResponderEliminarSu artículo sencillo, pero muy emotivo, se nota que usted aprecia, y mucho,a esta mujer de los Moriles.
Era mi abuela. Me ha gustado encontrar tu página sin buscar. Gracias.
ResponderEliminarEra mi abuela. Me ha gustado encontrar tu página sin buscar. Gracias.
ResponderEliminarGracias a tí, Cecilia. La Obra de tu abuela es para mí la memoria y el recuerdo de un Moriles mágico que ella nos ha dejado a todos.
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