Tras el final de la Dictadura de Primo de Rivera, España trataba de volver a las libertades constitucionales. Una oposición cada vez mayor a la monarquía y el deseo de instaurar un régimen democrático, hizo que cayera el gobierno de Berenguer. El nuevo gabinete del almirante Aznar convoca una ronda de elecciones al Parlamento y Municipales en un intento de volver a la legalidad constitucional.
El 5 de abril de 1931 tuvo lugar la primera fase de las elecciones municipales a las que concurrían dos bloques principales: monárquicos y republicanos. En Moriles salió elegida la única candidatura presentada por Antonio Hinojosa Gámez, Francisco Ruiz Aranda, Cristóbal Plaza Lara, Rafael Rodríguez León, Francisco de Paula Llamas Muñoz, Francisco Ruiz Dadillos, Antonio Ruiz Dadillos y Miguel Cuenca Mármol, de la coalición republicano-socialista. El 12 de abril se celebró la segunda fase en los lugares donde había varias candidaturas, triunfando las candidaturas republicanas en las grandes ciudades, lo que provocó la caída del gobierno de la monarquía y el exilio de Alfonso XIII.
El 14 de abril se proclama pacíficamente en Madrid el régimen republicano presidido por Niceto Alcalá Zamora y el 16 se constituyen los Ayuntamientos republicanos. Moriles celebra ese día la sesión extraordinaria de la República, presidida por el Delegado Republicano de Córdoba, Francisco Velasco Aguilar quien nombra una Comisión Municipal, presidida por Juan Antonio Servián Moreno como alcalde republicano; como primer Teniente de Alcalde y Depositario, Pascual Mármol Corredera y segundo Teniente, Rafael Rodríguez León. Formaban parte de la Comisión el médico don Agapito Soberado Soberón y Francisico Cabello Jarabo. El acta de constitución del Ayuntamiento termina con las siguientes palabras: "Acto seguido, y por el repetido Sr. Delegado, quedó proclamada la República en este Ayuntamiento izándose en el balcón la bandera republicana". Al final de la sesión, y ante el delegado militar, Comandante de Puesto de la Guardia Civil don Juan Cordón Arroyo, se hace el arqueo y recuento de fondos.
El 18 de abril se celebra sesión municipal, presidida por el Delegado Gubernativo. En ella se lee un escrito firmado por los socios del Centro Obrero de la Villa aceptando los propuestos para cargos municipales, pero protestando del nombrado para sereno. El vocal de la Comisión Municipal, don Agapito, tacha el escrito de improcedente pues “era coaccionar las facultades exclusivas del Alcalde en cuanto a nombramientos de empleados subalternos” con estas palabras:
"Que a su juicio no se debe alterar ni modificar en nada la plantilla de personal subalterno, dejando los mismo individuos que hoy desempeñan los cargos; toda vez que este Ayuntamiento está constituido actualmente por una Comisión meramente gestora y con carácter interino al propio tiempo que con ello se da la sensación real y verdadera de que en el nuevo régimen recién implantado no tienen cabida las represalias ni las venganzas personales así como tampoco el favoritismo creado por vínculos de amistad o parentesco."
El señor Soberado se dirige también al Presidente y Secretario del Centro Obrero exponiendo:
“que serían atendidas sus observaciones y peticiones en el terreno amistoso sobre asuntos relacionados con la clase obrera pero sin que esto implique derecho de clase alguna a intervenir en asuntos reservados exclusivamente a la competencia municipal."
Igualmente, Don Agapito pide al anterior alcalde el cuadro de los reyes como mueble propiedad del municipio y que entregue los fondos de la cocina económica y fianza del contrato de la carretera Moriles-Puente Genil. En esta misma sesión se lee otro escrito firmado por los 9 concejales proclamados por el artículo 29, el 5 de abril del 31, protestando por la ilegal constitución del Ayuntamiento verificada por el Delegado del Gobernador Civil el día 16.
Esta Comisión Gestora terminará pronto su mandato pues el 31 de mayo se celebran nuevas elecciones municipales. Los elegidos, según el Acta de votación firmada el 4 de junio, fueron los siguientes:
Rafael Rodríguez León,170 votos
Rafael Fernández Ruiz, 146
Antonio Hinojosa Gámiz, 166
Francisco Paula Llamas Muñoz, 165
Miguel Cuenca Mármol, 145
Francisco Ruiz Dadillos, 144
Antonio Ruiz Dadillos, 144
Cristóbal Plaza Lara, 51
Francisco Cabello Jarabo, 40
Francisco Ruiz Aranda, 29
Miguel Fernández Burgos, 19
Era Presidente de la Junta Municipal del Censo, Rafael Cabezas.
Al día siguiente, el 5 de junio, se constituye el nuevo Ayuntamiento por votación directa de los electos, en la que podían señalar hasta tres candidatos en la papeleta. El resultado de la votación fue el siguiente:
Alcalde, Francisco Ruiz Dadillos: 10 votos
1º Teniente Alcalde: Rafael Fernández Ruiz: 10 votos
2º Tte.: Francisco Llamas Muñoz: 8 votos
Síndico: Antonio Ruiz Dadillos: 5 votos
Depositario: Miguel Fernández Burgos
Esta nueva corporación, presidida por Francisco Ruiz Dadillos, inicia las reformas propiciadas por el nuevo gobierno de la República, comenzando por el cambio de nombre a algunas calles (20/06/1931): Fernández Jiménez pasa a ser Fermín Galán; Gómez de la Serna, García Hernández; Paseo de San Jerónimo, Paseo de Pablo Iglesias y Calle de los Naranjos, Calle de Aguilar.
Las reformas sociales no se hacen esperar. Según Decretos del Ministerio de Trabajo, se toman algunos acuerdos sobre el paro obrero y se crea una Comisión para establecer Bolsas de Trabajo para remediar la crisis obrera. Su presidente fue el Alcalde Francisco Ruiz Dadillos, y vocales, por la patronal, Pablo Solís Nieto y Agustín Martos Fernández, y por la parte obrera, Cristóbal Rodríguez León y Joaquín Muñoz Muñoz. El Centro Obrero cobra a partir de entonces gran protagonismo en la vida local y en su papel de defensa de los intereses de la clase obrera
También el urbanismo va a ser una de las preocupaciones de este Ayuntamiento que inicia la parcelación de la margen izquierda de la calle Monturque en 20 nuevos solares para aquellos que no posean finca urbana. Igualmente trata de cortar los abusos de apropiación indebida de sobrantes de terreno o de abandono de solares dentro del casco urbano.
El Ayuntamiento continuará su gestión hasta que en julio de 1932, a causa de las intrigas y ambiciones entre los miembros de la Corporación, dimite su presidente, Francisco Ruiz Dadillos, después de una moción de censura presentada contra él:
"Los concejales que suscriben cumplen con el deber de someter a esta Corporación Municipal la presente propuesta por la que esperan que el Concejo declare no estar conformes con la actuación de su Alcalde Presidente.
Casas Consistoriales de Moriles a 23 julio 1932
Antonio Hinojosa, Francisco Paula Llamas, Cristóbal Plaza, Francisco Ruiz Aranda, Francisco Cabello, Miguel Cuenca, Rafael Rodríguez."
El Alcalde dimite el 25 de julio tras conocer "los motivos en que apoyan esta disconformidad."
Nuevas Corporaciones se irán sucediendo durante estos años de democracia recién estrenada, para la que los españoles no estaban muy bien preparados. La política local de Moriles seguirá la trayectoria de la política nacional y de los demás municipios: una primera inhibición de los grupos conservadores, luchas y divisiones en los grupos de la izquierda, reorganización de las derechas, y así hasta aquel fatídico 18 de julio que pondría fin a las esperanzas de la clase obrera.
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